Sobre el concierto
La Orquesta Sinfónica de Navarra (OSN) se enfrenta los próximos 4 y 5 de abril al décimo concierto de la temporada y lo hará en compañía de la Coral de Cámara de Navarra, por primera vez.
Juntos interpretarán, bajo la batuta del director titular de la OSN Manuel Hernández-Silva, Misa núm. 2, en Sol mayor, D 167, Franz Schubert. Los solistas María Ayestarán Garralda (soprano), Juan Antonio Sanabria (tenor) y Javier Povedano (barítono) serán quienes pondrán su voz para realzar esta partitura en la Sala Principal de Baluarte.
Antes, la velada comenzará únicamente con la Orquesta tocando Sinfonía Simple, opus 4, de Benjamin Britten. Y en la segunda parte, Hernández-Silva dirigirá la Sinfonía núm. 6, en Fa mayor, opus 68 “Pastoral”, de Ludwig van Beethoven; una obra con la que el compositor alemán pretendía evocar sentimientos y a la que puso como subtítulo “Recuerdos de la vida campestre”.
Jueves 4 y viernes 5 de abril a las 20:00hs | Auditorio Baluerte
Venta de entradas
Programa
OSN, director: Manuel Hernández Silva
Coral de Cámara de Navarra, director: David Guindano
Primera parte
Benjamin Britten (1913 – 1976)
Sinfonía simple opus 4
Franz Schubert (1797 – 1828)
Misa número 2 en Sol mayor D 167
Segunda Parte
Ludwig van Beethoven (1770 – 1827)
Sinfonía número 6 en Fa mayor opus 68
Solistas
María Ayestarán Garralda
soprano
Juan Antonio Sanabria
tenor
Javier Povedano
barítono
Dos genios de la música convivieron en Viena en las primeras décadas del siglo XIX y no hay constancia de que llegaran a conocerse personalmente. Uno, el gran maestro, el que revolucionó la sinfonía y la magnificó desde su planteamiento más clásico hasta convertirla en modelo romántico; otro, mucho más joven, intuitivo, y extraordinariamente dotado para la melodía y la expresión dramática de la poesía.
Beethoven y Schubert abrieron las puertas del Romanticismo y, sin perder de vista a sus predecesores, dieron un paso de gigante hacia el nuevo lenguaje de la expresión musical. Naturaleza, vida y muerte, delicadeza y energía conviven con sensibilidad en sus obras.
Más de un siglo después un gran maestro inglés, Benjamin Britten, recogió el legado de ambos, clásico y moderno, e imprimió a sus deliciosas obras orquestales sensibilidad y refinamiento fuera de lo común.