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Este programa se puede disfrutar también en versión familiar el domingo 5 de febrero en teatro Góngora.
Durante toda la semana, cerca de 3.000 alumnos y alumnas de 42 colegios de Córdoba podrán asistir a los conciertos programados los días 31 enero, 1, 2 y 3 de febrero, para disfrutar de Piccolo, saxo y compañía (1957), un cuento musical compuesto por André Popp (1924-2014).
Casi desde su creación en 1992, la Orquesta de Córdoba viene colaborando con la Delegación de Educación e Infancia del Ayuntamiento en el desarrollo de programas didácticos, principalmente a través de los Ciclos de Conciertos Didácticos que se celebran cada año en el Teatro Góngora, acercando la música clásica a los más pequeños, con una apuesta firme por la educación musical.
Domingo 5 de febrero a las 12:00 hs | Teatro Góngora
Venta de entradas
Se puede adquirir un abono para los tres conciertos por 24 € para los adultos
y 12 € para los niños hasta 10 años.
Bajo la dirección de Salvador Vázquez , con Tamera Rueda como narradora y la colaboración del Conservatorio Superior de Música, la Orquesta de Córdoba presenta la divertida partitura Piccolo, Saxo y Compañía.
El compositor francés André Popp (1924-2014) recibió un encargo para crear una obra sinfónica que tuviese como objetivo iniciar al público infantil en la música clásica. Rápidamente se puso manos a la obra y, con la ayuda de su amigo el escritor Jean Broussolle, crearon este cuento musical en el que los protagonistas no son ni personas, ni animales: son instrumentos musicales que dialogan, discuten, se divierten y viven aventuras.
El domingo 5 de Febrero se repetirá este programa en el Teatro Góngora, a las 12:00 hs; será la primera de las citas de los conciertos en familia que cada temporada programa la Orquesta de Córdoba; con la Historia de Babar el Elefantito, el domingo 19 de marzo y Pedro y el Lobo, el domingo 14 de mayo.
La pequeña historia de una gran orquesta
Hubo un tiempo muy lejano en que los instrumentos musicales no se conocían entre sí. Cada familia vivía separada de las otras, y, verdaderamente, era una lástima.
Fueron los pequeños Violines quienes, por casualidad, descubrieron que no eran los únicos instrumentos en el Reino de la música.
Un día, los Violines, muy entusiasmados, fueron a buscar al abuelo Contrabajo:
Abuelo, abuelo -dijeron los Violines-, ¿a que no sabes qué pasa?… Estábamos paseando y, de pronto, en la otra orilla del río, vimos unos instrumentos que no se nos parecen en nada, pero hablan una música muy bonita.
Así que solo se trataría de cruzar el río, para conocerse, intercambiar impresiones y entenderse.
En 1957, en pleno apogeo de su carrera como compositor de canción melódica, el compositor francés André Popp (1924-2014) recibió un encargo para crear una obra sinfónica que tuviese como objetivo iniciar al público infantil en la música clásica.
Rápidamente se puso manos a la obra y con la ayuda de su amigo el escritor Jean Broussolle, crearon el cuento musical Piccolo, Saxo y Compañía en el que los protagonistas no son ni personas, ni animales: son instrumentos musicales que dialogan, discuten, se divierten y viven aventuras.
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