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Luego de meses sin actuar
Estamos llegando a agosto tras largos meses sin actuar en los escenarios a causa de la dramática situación sanitaria creada por el COVID-19. Algunos festivales van lentamente reiniciando sus actividades, en medio de noticias inquietantes en incertidumbre sobre el futuro. Si nada más sucede que nos haga retrotraernos al estado de alarma que se superó en junio, nos volveremos a ver pronto en escenarios de España e Italia. Os deseamos a todos un feliz verano, disfrutándolo con saludo y siguiendo con ejemplar ciudadanía las medidas que los gobiernos imponen para contener la epidemia que nos sigue amenazando.
Que la música sea el bálsamo que alivie esta situación tan nueva y extraña para la mayoría de nosotros. Os esperamos en nuestros próximos conciertos.
Un fuerte abrazo.
Eduardo López Banzo & Al Ayre Español
Programa
I
Tomaso Albinoni (1671 – 1751)
Sinfonia a cinque, op. 2 nº 1,
en Sol mayor (Venecia, 1700)
Grave e adagio – Allegro – Adagio – Allegro
Sinfonia a cinque Op. 2 nº 7,
en do menor (Venecia, 1700)
Grave – Allegro assai – Adagio – Allegro
Johann Sebastian Bach (1685 – 1750)
Fuga sobre un tema de Albinoni BWV 951a
Tomaso Albinoni (1671 – 1751)
Sinfonia a cinque, op. 2 nº 11,
en sol menor (Venecia, 1700)
Adagio – Allegro – Grave – Allegro
II
Georg Philipp Telemann (1681-1767)
Sonata en mi menor TWV 44:5
(Eisenach, 1708-1711)
Adagio – Allegro – Grave – Allegro
Sonata en Fa mayor TWV 44:11
Affettuoso – Allegro – Adagio – Presto
Johann Sebastian Bach (1685 – 1750)
Concierto de Brandenburgo nº 6 en fa mayor
BWV 1051 (Weimar, 1708-1710)
(versión para 2 violines, 2 violas da braccio, violoncello y continuo)
[Allegro] – Adagio ma non tanto – Allegro
Sobre Musa Italiana
Sinfonie, Sonate e Concerto à cinque
En Musa Italiana proponemos redescubrir el sexto concierto de brandenburgo a la luz de un nuevo enfoque, que he basado en hechos históricos poco conocidos de la biografía artística de Bach.
Hacia 1708, cuando un joven Juan Sebastián Bach fue nombrado organista en Weimar, dos amigos suyos, J.G. Walther y G. Ph. Telemann trabajaban, uno como organista de esa misma ciudad y el otro como maestro de capilla en Eisenach, muy cerca de allí. Fue muy posiblemente Walther, un hombre muy curioso, que estaba siempre al tanto de todo aquello que venía de Italia, quien daría a conocer a sus dos amigos la Op. 2 de Albinoni, editada en Venecia en 1700.
La influencia que Albinoni ejerció sobre Telemann es evidente y este programa lo demuestra. En el caso de Bach he preparado una versión de su brandenburgo, volviéndolo un poco del revés, imaginando un hipotético “duelo” musical con Telemann estimulado por la fascinación que ambos sentían por Albinoni.
El programa incluye 6 composiciones a cinque (5 instrumentos obligados más el bajo continuo): Tres sinfonías Op. 2 de Albinoni, dos sonatas de Telemann y el concierto de Bach. Todas ellas son obras cuya presencia en los escenarios, y en el caso de Telemann y Albinoni en grabaciones discográficas, es muy poco frecuente. Destacan por su originalidad y belleza y son un espectáculo para el oyente por su virtuosismo, sus efectos de claroscuro y su impresionante sonoridad.
Albinoni fue un compositor de gran fama por toda Europa mucho antes de que Vivaldi comenzara a publicar sus obras. Es obvio que Bach y Telemann debieron interpretar la Op. 2 en concierto, lo que en el caso de Bach está probado documentalmente, pues existe una particella del bajo continuo con anotaciones suyas.
Telemann debió componer sus propias sonatas en esta época, pero el sexto brandenburgo nació algunos años después, posiblemente hacia 1714, cuando Bach fue nombrado maestro de conciertos en Weimar.
Bach se desmarca de Telemann a la hora de concebir su propia obra: emplea 2 violas da braccio , 2 violas da gamba, violonchelo y bajo continuo en lugar de los 2 violines, 2 violas da braccio, violonchelo y bajo continuo empleados por Albinoni y Telemann; usa una estructura de la obra en tres movimientos en lugar de cuatro; renuncia a utilizar fugas; y escribe un segundo movimiento en el que las violas da gamba guardan silencio, un recurso que no existe en las composiciones de Telemann y Albinoni, que siempre están escritas a cinco partes.
Bach concluye su concierto con un aire de danza que recuerda mucho a Albinoni y Telemann, pero sin usar en el ritornello principal el estilo fugado (que el veneciano emplea sistemáticamente en sus finales), y dándole la estructura de un aria da capo.
No se debería descartar la posibilidad de que haya existido una versión inicial, distinta al sexto brandenburgo que conocemos hoy en día, con dos violines, dos violas da braccio, violonchelo y continuo, tal y como propongo en este programa. Cómo siempre sucede con la música de Bach, el experimento merece la pena, e se non è vero, è ben trovato.
Eduardo López Banzo
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