La industria cultural podrá acceder a la línea de liquidez ilimitada prevista por el Gobierno de Angela Merkel
El coronavirus ha obligado en Alemania (al igual que en todo el mundo) a cerrar cines, teatros, óperas y conciertos, además de presentaciones de libros, exposiciones, museos y todo tipo de actividades culturales.
Pero la Ministra de Cultura, Monika Grütters, ha anunciado que no dejará al sector «en la estacada» y ha incluido a la cultura en el rescate financiero programado por el Gobierno de Angela Merkel, que entre otras medidas ha incluido 120.000 millones de euros para sostenimiento del empleo y una línea de liquidez ilimitada a la que podrán acceder desde grandes teatros hasta pymes y profesionales afectados por la cuarentena cultural.
«Soy consciente de que esta situación supone una gran carga para las industrias culturales y creativas, y en particular para las instituciones más pequeñas e independientes. Puede poner a los artistas en una angustia considerable», ha reconocido, garantizando un programa de supervivencia al que podrán acogerse artistas e instituciones.
Al igual que en el contexto de la crisis financiera de 2008, «en esta situación también reconocemos que la cultura no es un lujo y ahora estamos comprobando cuánto nos hace falta si tenemos que prescindir de ella por un tiempo determinado», ha dicho, incluyendo así tácitamente a la cultura entre los bienes de primera necesidad. «No solo debe valernos la economía, sino también nuestro paisaje cultural, que ha sido muy afectado por las cancelaciones».
«Si recomendamos cancelar eventos, lo hacemos porque estamos lidiando con una situación de emergencia excepcional», ha justificado, y ha lanzado un mensaje de tranquilidad al afirmar que «los artistas y las instituciones culturales pueden confiar en el Gobierno, que tendrá en cuenta las situaciones de vida y las condiciones de producción de las industrias culturales, creativas y de medios».
Monika Grütters ha adelantado, además, que «escucharemos sus preocupaciones y trabajaremos para garantizar que se incluyan los intereses especiales de la cultura y los creativos en las medidas de apoyo y de liquidez». Para ello, el Gobierno Federal ha alentado al sector a discutir las próximas medidas de ayuda y ha invitado a una reunión a representantes de la cultura y los medios de comunicación. «Tenemos que reaccionar ante las dificultades y emergencias, que no son culpa nuestra, pero que han de ser compensadas».
La Sociedad de comerciantes de la Música (SOMM), había escrito previamente una carta a la ministra, subrayando las consecuencias económicas de esta crisis y expresando la necesidad de ayuda inmediata. Con un volumen de ventas de alrededor de 1.000 millones de euros anuales y alrededor de 12.000 empleados indefinidos, la industria de la música, junto al sector de eventos de grabación y conciertos y fabricación de instrumentos, ha quedado paralizada y demanda la reducción de los requisitos de acceso a las ayudas y la cancelación de la parte de la seguridad social a cargo del empleador, además del diferimiento retroactivo de impuestos, contribuciones y aranceles junto a garantías para préstamos existentes y nuevos.
Muchas instituciones culturales alemanas han mostrado su compromiso cumpliendo con la orden de cierre y pasando a ofrecer sus actuaciones en público, a través de Internet, de forma gratuita, como es el caso de la Staatsoper unter den Linden de Berlín, que ha pasado a modo on line todo su programa desde esta semana.
«El objeto a rescatar ha de ser siempre la Humanidad», ha defendido Nikolaus Bachler desde la Ópera Estatal de Baviera, que también ha pasado a Internet. «Si se trata de mantener elevados es espíritu y la moral, es necesario contar con la cultura y con el arte».