Novena Audición Comentada Online
En esta nueva sesión de Audiciones Comentadas Online celebraremos el carnaval, y vamos a hacerlo gracias a Camille Saint-Saëns escuchando y analizando El Carnaval de los Animales, una curiosa y divertida obra.
Saint-Saens demuestra desde bien temprano estar dotado de un talento excepcional para la música y comienza rápidamente una vertiginosa carrera musical repleta de recitales y de premios y menciones académicas. Recibió los más grandes elogios de compositores de su época como Berlioz o Liszt.
Sus composiciones siempre estuvieron muy condicionadas por la música de sus maestros, siendo más bien un compositor conservador que en ningún caso pretendía ser vanguardista. Esto le causó algún problema con el público, que en ocasiones percibía su música como demasiado academicista y formal, recibiendo un reconocimiento tardío.
Foto superior: 1913 – Salón del Hotel Des Trois Couronnes en Vevey. Detrás de Ignacy Paderewski y Camille Saint-Saëns, de izquierda a derecha: Charles Pilet (organista), vizconde de Faria (cónsul portugués), Mrs. Schelling, Auguste Roussy, Mrs. Paderewska, Mr. Beaud (embajador de Francia en Suiza), Eugène Couvreu (Consejero Vevey) y Ernest Schelling.
Sus composiciones abarcan todos los géneros musicales existentes en la época, desde música de cámara para pocos instrumentos hasta sinfonías y óperas.
La obra que escucharemos en esta ocasión es una de sus composiciones más conocidas: El Carnaval de los Animales, aunque en realidad fue concebida como un divertimento para tocar en un desenfadado concierto entre amigos.
Con la ayuda de Yrene Echeverría, pedagoga y divulgadora musical, escucharemos y entenderemos esta obra, escrita en Austria en 1886 y estrenada en marzo de ese mismo año coincidiendo con un martes de Carnaval.
Un Sains-Saens disfrazado con barba y nariz postizas estrenó esta obra de carácter humorístico y pocos días después volvió a interpretarla en un concierto privado para que pudiera ser escuchada por su amigo Franz Liszt.
Salvo estas dos interpretaciones, Saint-Saens jamás pretendió que la obra saliera a la luz, ya que en ella incluía algunas parodias musicales en las que sutilmente ridiculizaba algunos aspectos de la música, de los músicos, e incluso a alguno de sus colegas contemporáneos. Por tal motivo Saint-Saens no permitió que esta obra fuera interpretada mientras él viviese, ni autorizó la publicación de la partitura, con la excepción de uno de los movimientos: El Cisne.
Tras la muerte del autor las interpretaciones de esta obra se sucedieron con rapidez, siendo hoy, irónicamente, una de las composiciones más conocidas de Saint-Saens y una de las que mayor fama le ha proporcionado.
A lo largo de los diferentes números que componen la obra, estructurada como una suite de 14 piezas, iremos escuchando a los diferentes animales parodiados de forma magistral por los instrumentos de la orquesta.
Desde la impresionante introducción musical de la marcha del león, el rey de la selva, pasando por gallinas, tortugas, asnos, peces, aves… todos los animales tendrán su representación musical en esta divertida obra en la que también veremos representadas algunas otras “especies” como los fósiles o incluso los “pianistas” a os que escucharemos en un simpático número lleno de humor e ironía.
No hace falta saber música para asistir a estas sesiones de Audiciones Comentadas, ya Yrene Echeverría nos impartirá todas las explicaciones en un lenguaje sin tecnicismos, ameno y entretenido para que podamos disfrutar de esta obra y comprender todos sus aspectos técnicos y musicales sin esfuerzo.
Poco a poco iremos aprendiendo a escuchar la música, a disfrutarla, a reconocer los diferentes estilos musicales y a relacionar cada obra y compositor con su contexto histórico y sociocultural.
Audición Comentada Online
Carnaval de los Animales de Camille Saint-Saëns
Por Yrene Echeverría de www.elviolin.com
Escuchamos a los dos pianos que van creando tensión indicándonos que va a comenzar el carnaval de los animales. La tensión finaliza con una rapidísima escala y un acorde de toda la orquesta tras el que se hace el silencio y comienza una regia marcha.
A la vez que escuchamos avanzar a los animales del carnaval, también podemos oír los rugidos del león que se intercalan con la marcha. Tras un último gran rugido del león termina este movimiento y comienza el desfile de los diferentes animales que componen el carnaval.
Gallinas y polluelos. Escuchamos un cacareo insistente en el piano que rápidamente es imitado por la cuerda, comenzando así un diálogo que se va haciendo más y más insistente a medida que se altera el gallinero.
De pronto se hace el silencio y escuchamos un solo de clarinete: es el gallo, que viene a intentar poner orden, aunque lo único que consigue es soliviantar aún más a las gallinas y a sus polluelos.
Hemiones. Los hemiones son unos asnos salvajes que son interpretados por los dos pianos ejecutando una misma melodía a diferentes alturas. La rapidez de la melodía nos hace pensar en una pareja de asnos que corren libres por el prado persiguiéndose mutuamente.
El piano marca un tempo muy lento sobre el que vamos a escuchar una melodía en la cuerda que representa a las tortugas.
Aquí Saint-Saëns realiza un guiño a una conocida melodía, ya que si escuchamos atentamente podemos reconocer el famoso Can-can de la ópera Orfeo en los infiernos de Offenbach.
Escuchamos un ritmo de vals muy lento en el piano, y tras los compases iniciales podemos oír al elefante magníficamente representado por el contrabajo.
El elefante con paso elegante y pesado baila su vals sobre el ritmo que continúa marcando el piano.
Los dos pianos son los protagonistas de esta sección en la que los canguros son representados por una serie de notas que van recorriendo el instrumento como a saltos desde las notas graves a las agudas. Tras escuchar a los canguros saltando animadamente durante un corto espacio de tiempo, la melodía se va apagando para dar paso a la siguiente sección.
Una sonoridad mágica inunda todo: estamos en un tranquilo mar donde nadan unos brillantes peces de colores que reflejan la luz del sol en todas direcciones. Las notas largas de la cuerda nos hacen pensar en la profundidad marina mientras en las notas rápidas y delicadas del piano podemos ver a los peces que nadan velozmente.
Aunque Saint-Saëns indicaba en la partitura que se debía emplear una armónica de cristal en este número, actualmente se interpreta con una celesta, cuyo característico sonido nos hace pensar en reflejos brillantes a medida que ascendemos a la superficie.
Esta es la indicación que el compositor escribe en la partitura, pero nada más comenzar la música ya sabemos de qué animales se trata: los violines alternando sonidos agudos y graves, están imitando perfectamente a unos burros a los que escuchamos intercalar sus bramidos cada vez más calmados.
El piano nos introduce con su sonoridad en un bosque tranquilo y oscuro en el que escuchamos cantar a un pájaro cuco interpretado por el clarinete al que escuchamos repetidamente a lo largo de la pieza a que poco a poco va desapareciendo en la profundidad del bosque.
De nuevo aquí Saint-Saëns hace gala de su sentido del humor, o quizá de su vena más malvada, porque los “animales” que aparecen a continuación son los pianistas, a los que describe como “mamíferos digitígrados” y a los que con gran ironía describe en esta pieza como seres que realizan técnicas repetitivas de escalas, que en este caso ejecutan ambos pianistas pretendiendo sonar conjuntados, pero en realidad ignorándose mutuamente, con el consiguiente desastre sonoro.
Siguiendo con este extraño desfile de animales, ahora escuchamos a los fósiles, a los que el compositor representa con el xilófono, un instrumento que también podemos escuchar en su Danza Macabra. (aquí puedes insertar un enlace a la Danza Macabra si Google y vos lo consideráis oportuno)
El característico sonido del xilófono nos recuerda a los huesos de los fósiles entrechocando entre sí. Más adelante el compositor vuelve a ironizar de forma sumamente sutil, y esta vez los destinatarios de su crítica velada son los profesores de composición del conservatorio, a los que, empleando algunas de sus técnicas compositivas anticuadas sobre melodías conocidas, está llamando fósiles de forma indirecta.
Esta es sin duda la pieza más conocida de este carnaval, y la única que Saint-Saëns permitió que se interpretara mientras él vivió por considerarla la única pieza seria de toda la obra.
Una bella melodía ejecutada por el violonchelo nos hace imaginar un elegante cisne que se desliza suavemente por el agua, que podemos escuchar en uno de los pianos con notas suaves que sugieren ondas, mientras en el otro piano escuchamos ocasionales gotas de agua que van cayendo pausadamente.
Una divertida marcha cierra este desfile de carnaval y en ella podemos escuchar a todos los animales que pasan de nuevo por delante de nosotros de forma desenfadada y tumultuosa, para terminar esta obra de manera divertida y bulliciosa.
Sobre Charles Camille Saint-Saëns
(París, 1835 – Argel, 1921) Compositor francés. Perdió a su padre cuando contaba solamente cuatro meses, y recibió la primera formación musical de su madre y de una tía; se mostró tan precoz en tal aspecto que a los cinco años pudo ya componer para el piano. Fue confiado entonces a la guía del pianista Stamaty, el cual lo presentó como pequeño virtuoso del piano en 1845.
Estudió órgano con Benoit y composición con Halévy. En 1852 ganó un concurso con una Ode à Sainte Cécile; en 1853 fue nombrado organista de St. Merry, y en el año 1857 alcanzó el mismo cargo en la Madeleine; en 1861 obtuvo la cátedra de piano de la escuela Niedermeyer. Su primera obra teatral, Le timbre d’argent (1864-1865), no pudo llegar a la escena.
Temperamento batallador y enérgico, fundó en 1871 la Société Nationale de Musique, orientada concretamente al fomento de la ejecución y la difusión de la nueva música francesa. La iniciativa, a la cual se adhirieron, entre otros, Édouard Lalo, César Franck, Georges Bizet y Gabriel Fauré, tuvo una gran importancia en sus aspectos de propulsión y organización. En 1872 Camille Saint-Saëns pudo ver finalmente satisfechas sus aspiraciones escénicas: siquiera con escaso éxito, fue representada en la Opéra Comique su obra La princesse jaune.
A esta misma época pertenecen también algunas de las producciones sinfónicas más importantes de Camille Saint-Saëns: los poemas La rueca de Onfalia (1871), Phaéton (1873), Danza macabra (1874) y La jeunesse d’Hercule (1877), en el que puede percibirse una intensa influencia de las obras análogas de Franz Liszt; y los Conciertos segundo, tercero y cuarto para piano, en sol menor (1868), mi bemol mayor (1869) y do menor (1875), cuyo virtuosismo pianístico alcanza un alto nivel de perfección en cuanto a la forma y a la estructura, y de acuerdo con esquemas imponentes y grandiosos, pero generalmente poco profundos.
La infatigable actividad creadora de Saint-Saëns abarca todos los campos de la música y todas las combinaciones instrumentales y vocales posibles. Sin embargo, su gran aspiración fue siempre el teatro. Le dio ocasión a ello Liszt, su gran admirador, quien promovió en Weimar la representación de Sansón y Dalila, celebrada el 2 de diciembre de 1877; se trata de la mejor obra del músico, tanto por su vigoroso planteamiento como por la fuerza de los coros y la amplitud descriptiva del ambiente, y es la única aún hoy representada.
Cuanto posteriormente compusiera Saint-Saëns presenta bien un valor académico y formal, siquiera siempre dentro de una cuidadosa dignidad de construcción -así, Henri VIII (1883), Ascanio (1890), Déjanire (1898), los dos Conciertos para violín en do mayor y si menor (1879 y 1880), la Sinfonía en do menor con órgano y dos pianos (1886), y el quinto Concierto para piano (1895)-, o bien meramente descriptivo y agradable, como en la «fantasía zoológica» El carnaval de los animales (1886).
Durante las últimos años de su vida Saint-Saëns fue interesándose cada vez más por la música popular árabe; pero su producción no anduvo, en este ámbito, más allá de un genérico orientalismo amanerado. Acariciado por el honor y la fama, terminó casi repentinamente sus días en Argel, donde pasaba el invierno desde hacía ya algunos años, poco después de la Primera Guerra Mundial, época en que figuraba entre los nacionalistas más ardientes. Notables son también los artículos que publicó durante su vida en diversos periódicos y revistas, reunidos en los volúmenes Harmonie et mélodie, Portraits et souvenirs y, singularmente, École buissonnière.
Fuente
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Camille Saint-Saëns.
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España).
Sobre las Audiciones Comentadas,
momentáneamente suspendidas
¿Quieres saber qué son las Audiciones Comentadas?
Lunes 16 de marzo de 20:00 a 21:00
Horario habitual de actividades:
Todos los lunes de 20:30 a 21:30.Lugar: Escuela de Música Soto Mesa Sta Cruz de Marcenado, 1, Madrid. Metro San Bernardo (L2-L4).
Precio: Individual 10€, bono de cinco audiciones 30€. Estas últimas, con una validez de un curso escolar.
Podrás ver y escuchar esta audición comentada de 20:30 a 21:30 en La Escuela de Música Soto Mesa . c/ Sta Cruz de Marcenado, 1, Madrid. Metro San Bernardo (L2-L4).
La primera actividad es gratuita
, excepto los conciertos.Reserva tu plaza en el 91 593 48 55 o escribiéndonos a secretaria@sotomesa.com.