Audición Comentada Online – Sinfonía Alpina de Richard Strauss

Audiciones online hasta que aclare

Viendo la situación vigente, que no se antoja breve, van apareciendo alternativas no presenciales para dar crédito que no es suficiente con respirar para considerarse vivo, sino que cada quien tiene necesidades vitales más o menor urgentes, pero en cada caso, importantes para mantener un estado mental medianamente sólido y saludable.

Para muchos de nosotros, la música y sus derivados, cumplen esa función, y como señaláramos en párrafo precedente van apareciendo alternativas, que aún son pocas, pero afortunadamente entre ellas, hay algunas de calidad.

Entre ellas, quiero referirme ahora al uso gratuito que posibilita durante 30 días la plataforma Digital Concert Hall, de la Filarmónica de Berlín, que es de la que vamos a echar mano en esta prueba piloto de Audición Comentada Online.

Teniendo en cuenta la excelente calidad del servicio, su costo actual (cero) y la posibilidad de acceso universal, animamos a quienes quieran participar, que se den de alta del mencionado servicio, que aunque no es imprescindible para seguir con la presente audición, si que es más que recomendable.

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Audición Comentada Online – Sinfonía Alpina de Richard Strauss

Por Yrene Echeverría de www.elviolin.com

Comenzamos cuando aún es de noche

Audición Comentada Online   Sinfonía Alpina de Richard Strauss | Toda la Música

Avanzamos tímidamente en la oscuridad pues aún no ha salido el sol y todo es penumbra alrededor, simbolizada por los instrumentos graves de la orquesta.

Poco a poco podemos ver con mayor claridad y nuestros pasos se vuelven más seguros mientras la orquesta va subiendo su registro hacia sonidos más nítidos y agudos. Oboes, trompas, trompetas y por fin trombones nos anuncian la salida del sol…

Fragmento de 03:51 a 05:25 - Salida del sol

…a la que se suman todas las voces de la orquesta. El paisaje se ilumina y de pronto podemos ver a nuestro alrededor con más claridad.

El tutti orquestal y el efecto sonoro de los platillos nos hacen sentir cada rayo de sol iluminando nuestro camino. Es el momento en que sentimos mayor energía y una serie de notas que suben nos preparan para la ascensión.

Fragmento de 05:25 a 07:29 - La ascensión

Durante la subida escuchamos una melodía con aspecto de marcha, enérgica y rítmica. La percusión y las notas destacadas de los violines hacen que la ascensión parezca más difícil.

La marcha se va complicando a medida que avanzamos con pequeños momentos en que nos paramos para recuperarnos y volver a avanzar de nuevo.

De pronto la música cambia, se vuelve más ligera, como si el mayor esfuerzo ya hubiese pasado y a continuación el ambiente se vuelve más oscuro al adentrarnos en el bosque.

Fragmento de 07:29 a 12:38 - En el bosque

La música se vuelve más sombría, el caminar de nuevo se hace más pesado y la penumbra no nos deja ver la claridad del sol.

Las melodías se superponen a medida que nos adentramos en el bosque y podemos apreciar toda su belleza mientras continuamos nuestro paseo ya sin tanto esfuerzo.

Escuchamos los animales del bosque, los pájaros que cantan en las ramas, el silencio… Las líneas melódicas se vuelven más sinuosas mientras disfrutamos de la tranquilidad que nos ofrecen el bosque y la penumbra.

De pronto nos encontramos paseando junto a un torrente

Fragmento de 12:38 a 13:27 - En el arroyo

Los nuevos temas musicales nos hacen sentir cómo discurre el agua junto a nuestros pies, primero plácidamente para luego acelerarse hasta llegar a una cascada…

Fragmento de 13:27 a 13:42 - La cascada

…cuya espectacular belleza nos hipnotiza mientras observamos los destellos que el sol provoca en las gotas de agua. Aprovechamos para descansar junto al agua que nos salpica y en ese momento vemos una aparición.

Fragmento de 13:42 a 14:30 - Aparición

Se trata de un espíritu de las leyendas alpinas y el ambiente se vuelve mágico para no perturbar esta visión que se va desvaneciendo hasta que por fin nos ponemos de nuevo en marcha. Seguimos nuestra excursión y llegamos a un prado lleno de flores…

Fragmento de 14:30 a 15:23 - Prado florido

…por el que continuamos caminando mientras apreciamos su belleza salpicada de colores y de pequeños detalles que la música dibuja para nosotros.

Continuamos la marcha con nueva energía y el camino nos lleva a continuación por los pastos alpinos…

Fragmento de 15:23 a 17:45 - Pastos de la montaña

…en los que podemos escuchar a los animales que están allí y a los pájaros trinando repetidamente.

Atravesamos el prado y el paisaje comienza a cambiar de nuevo hasta que llegamos a una zona en la que la maleza y la espesura nos hacen equivocarnos de camino.

Fragmento de 17:45 a 19:18 - Perdidos en la foresta

La música es fiel reflejo de nuestra preocupación mientras volvemos sobre nuestros pasos una y otra vez tratando de encontrar la ruta correcta.

En algunos momentos casi parece que no vamos a encontrar nunca el sendero, pero finalmente lo hallamos y llegamos a nuestra siguiente parada, un espectacular glaciar…

…que nos maravilla al aparecer de repente ante nosotros. El impresionante paisaje helado nos corta la respiración por unos momentos mientras lo apreciamos en todo su esplendor. Al intentar atravesar el glaciar, la travesía se vuelve peligrosa.

Fragmento de 20:34 a 22:12 - Momentos de peligro

La música es el reflejo del miedo que pasamos intentando cruzarlo. Nuestros pies resbalan sobre el hielo tratando de buscar un punto de apoyo y haciendo que casi nos caigamos en ocasiones.

Tras los momentos de peligro, finalmente nuestro esfuerzo se ve recompensado al llegar a la cima de la montaña.

Fragmento de 22:12 a 27:03 - En la cima

Toda la tensión ha merecido la pena y la alegría y el alivio que sentimos por haber llegado nos hace enmudecer. La melodía del oboe refleja perfectamente la emoción que sentimos por haber llegado arriba, y cuando la orquesta se suma lo hace completando esta emoción.

Nuestros pies pueden descansar, nuestra respiración se hace más calmada y cuando por fin podemos recuperarnos del esfuerzo realizado somos capaces de admirar el paisaje que se abre a nuestros pies y a nuestro alrededor, contemplando atónitos la magnífica vista.

El gran tutti orquestal nos hace sentir la inmensidad del paisaje que abarca nuestra visión.

Nos sentimos felices y orgullosos de haber conseguido llegar a la cima y en medio de nuestra emoción comenzamos a pensar en el descenso. Con calma recogemos de nuevo nuestras cosas para empezar a pensar en la bajada y en la segunda parte de nuestra excursión. Mientras estamos aún en la cima, de repente comienza a levantarse la niebla…

…lo que nos hace pensar en que debemos comenzar el descenso cuanto antes. Ya no vemos el paisaje a nuestro alrededor y todo suena amortiguado y difuso por efecto de la niebla. La música nos hace sentir también la precaución y el miedo a perdernos de nuevo mientras el sol se va oscureciendo,

Fragmento de 31:09 a 32:03 - El sol se oscurece

Continuamos descendiendo con precaución mientras la orquesta entona una elegía.

La música suena íntima e introspectiva mientras seguimos descendiendo y parece que va a desaparecer, pero al igual que nosotros seguimos caminando, las melodías no se detienen y se van transformando como si estuvieran siguiendo el hilo de nuestros pensamientos en el descenso.

En un momento dado todo se tranquiliza y el tiempo parece detenerse, es la calma que precede a la tormenta.

Fragmento de 34:21 a 37:16 - Calma antes de la tormenta

Un redoble de timbal nos hace sentir, más que oír, un trueno lejano mientras la música parece ir despertando muy poco a poco. Las frases que se detienen apenas se inician, los silencios, todo hace que la tensión vaya en aumento y que sintamos un peligro más intuido que real hasta que suena primero el clarinete, luego el flautín, los timbales… la orquesta entera se va sumando, escuchamos una máquina de viento y se desata la tempestad.

Fragmento de 37:16 a 41:06 - Tormenta y descenso

De repente estamos en mitad de una tormenta eléctrica. Se suceden los truenos y los relámpagos, el viento cada vez suena más fuerte y nuestro caminar se hace más precipitado ya que el peligro es real. Indefensos ante los elementos tenemos que seguir descendiendo para guarecernos cuanto antes de la tormenta.

Lo peor está aun por llegar, se desatan los vientos, la lluvia arrecia y por fin, tras la tormenta llega de nuevo poco a poco la calma. Las gotas de lluvia se van espaciando y un último redoble de timbal resuena como el último trueno de la tormenta mientras caen las últimas gotas de lluvia. Justo a tiempo pues ya vemos cómo se está poniendo el sol.

Fragmento de 41:06 a 43:53 - Puesta de sol

Aquí comienza la última etapa de nuestro viaje. El camino que queda ya no es peligroso pero no podemos demorarnos ya que está oscureciendo por momentos y la luz va bajando de intensidad.
Por fin llega el final del viaje.

Fragmento de 43:53 a 50:28 - Conclusión

Llegamos cansados, agotados por la caminata y por el miedo y los peligros que hemos afrontado, pero a través del cansancio también se percibe la felicidad de haber completado la excursión. Los diferentes instrumentos intervienen para contar la experiencia del viaje y nos transmiten la alegría y el orgullo de haber superado la prueba con éxito.

Mientras la luz se va apagando y nuestras fuerzas también se van agotando, con la ilusión de la vuelta a casa llega la noche.

Sobre Richard Strauss

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(Munich, 1864 – Garmisch-Partenkirchen, 1949) Compositor alemán. Ocupa un lugar de gran relieve en la historia musical de nuestro tiempo, en la que representa las postreras ramificaciones del romanticismo. Hijo de un solista de la orquesta de la ópera de Munich, empezó a aprender música a los cuatro años de edad. A los siete años escribía sus primeras composiciones. En 1875 tomó sus primeras lecciones de composición de W. Meyer. Desde 1874 a 1882 cursó la segunda enseñanza y luego se matriculó en la Universidad.

Hans von Bülow le llamó en 1885 para colaborar con él en la dirección del teatro de corte de Meiningen. Allí trabó amistad con A. Ritter, que ejerció una influencia decisiva en el joven músico y le convirtió al arte de Liszt y de Wagner. En 1886, después de un viaje a Italia, Strauss fue nombrado director adjunto de la ópera de Munich. Durante aquellos años compuso numerosos lieder y los poemas sinfónicos Macbeth y Don Juan. De 1889 a 1894 fue director de orquesta en el teatro de Weimar; de esta época datan el poema sinfónico Muerte y transfiguración y su primera obra teatral: Guntram.

Después de viajar por Grecia, Egipto y Sicilia (1892-93), Richard Strauss fue sucesivamente director de la Ópera de Munich y de la de Berlín (1898-1919). Sus notables poemas sinfónicos ya le habían dado celebridad cuando afirmó con Salomé su concepción «sinfónica» de la obra teatral, que ilustró con producciones posteriores. Strauss, que como director de orquesta triunfó en las grandes capitales del mundo entero, fue codirector de la ópera de Viena desde 1919 a 1924. Pasó sus últimos años en Garmisch, donde murió.

La obra de Richard Strauss

Sus primeros gustos musicales estuvieron orientados por su padre, enemigo implacable del wagnerismo, corriente a la que oponía el formalismo de Mozart, Joseph Haydn y Felix Mendelssohn. Influido por su progenitor, el joven Strauss, a sus dieciséis años, llegó a decir:

«Dentro de diez años nadie sabrá quién es Wagner». Esta circunstancia, pura anécdota, no deja de ser curiosa si tenemos en cuenta el posterior devenir de los acontecimientos, con la evolución de la obra straussiana hacia el wagnerismo. De la misma, y aunque no son nada desdeñables sus obras de cámara y corales, despuntan por encima de todo lo demás los poemas sinfónicos y, por supuesto, las óperas.

En los primeros, Strauss combinó una elevada inspiración poética con unas hábiles resoluciones técnicas, sobre todo en el terreno orquestal. El primero de sus grandes Tondichtungen («Poemas sonoros») y su primera obra maestra verdadera, después de la fantasía sinfónica Aus Italien (1886), fue Don Juan (1888-1889), en el que se advierte la influencia de Richard Wagner y Franz Liszt. Incomprendido por la crítica fue el poema sinfónico que siguió, Muerte y transfiguración (1888-1889), calificado el día de su estreno como una «horrible batalla de disonancias», a pesar de su certera paleta orquestal y su compacta construcción.

Las divertidas travesuras de Till Eulenspiegel (1894-1895) fue su siguiente obra programática, basada en las peripecias de un pícaro personaje de la Alemania del siglo XIV. Ésta daría paso, un año más tarde, a su inmortal y cinematográficamente célebre Así habló Zaratustra (1895-1896), libremente inspirado en la obra del mismo título del filósofo Friedrich Nietzsche. El cineasta Stanley Kubrick incluyó su conocidísimo inicio en la banda sonora de su película 2001: una odisea en el espacio.

Sólo dos poemas sinfónicos más iba a componer Strauss: Don Quijote (1896-1897), para violoncelo y orquesta, según el esquema de un tema y variaciones, y Una vida de héroe (1897-1898), de índole autobiográfica, asombroso alarde de toda su ciencia orquestal. No podemos olvidar dos sinfonías de clara inspiración programática emparentadas con el poema sinfónico, como son la Sinfonía doméstica (1902-1903) y la Sinfonía alpina (1911-1915).

Inaugurado el siglo XX, Strauss iba a centrar sus mayores esfuerzos en la ópera, convirtiéndose en uno de los compositores que mayores aportaciones ha hecho al género lírico: entre 1894 y 1942 compuso quince óperas, que evolucionan desde el wagnerismo militante de las dos primeras, Guntram (1892-1893) y Feuersnot (1900-1901), hasta un cierto agotamiento en las últimas, pasando por una etapa intermedia repleta de verdaderas obras maestras.

Sería en 1905 cuando el compositor alemán daría su primera obra cumbre dentro del género lírico: Salomé. Tras algunos problemas para llevar a cabo el estreno, especialmente por parte de la censura y de los cantantes, éste se produjo y Salomé pasó a ser uno de los hitos fundamentales del repertorio operístico. Sin dejar en ningún momento que el nivel decayera, Strauss compuso Elektra (1906-1908), obra con que iniciaría la fructífera colaboración con el libretista Hugo von Hofmannsthal.

Fruto de este binomio fue también El caballero de la rosa, estrenada en 1911 y radicalmente opuesta a su predecesora, puesto que a la agresividad de la primera se opone la frescura de la segunda, inspirada en el modelo mozartiano. Dejando a un lado la vía abierta por Salomé y Elektra, Richard Strauss compuso en 1912 la primera versión de la sutil Ariadna auf Naxos. La ruptura con su estilo «elektrificante» (como se calificaba la música de Elektra en caricaturas de la época) se ratifica con su ópera de atmósfera maravillosa La mujer sin sombra (1914-1918).

Aun sin ser desdeñables, son mucho menos relevantes las óperas compuestas por Strauss a partir de 1920: Intermezzo (1918-1923), Elena de Egipto (1923-1927), La mujer callada (1933-1934), Día de paz (1935-1936), Dafne (1936-1937) o El amor de Dánae (1938-1940) son los títulos menores de la producción lírica straussiana de los últimos años. Sólo Arabella (1929-1932) y Capriccio (1940-1941) son escenificadas esporádicamente en la actualidad. En la primera de ellas, la última con libreto de Hofmannsthal, Strauss regresa a la Viena de El caballero de la rosa; la segunda fue la postrera de las que compuso, ya octogenario. Se trata de una hermosa obra en la que se plantea el dilema, nunca resuelto, entre la supremacía de la palabra o la de la música dentro de la ópera.

Fuente
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Richard Strauss.
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España).

Sobre las Audiciones Comentadas,
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¿Quieres saber qué son las Audiciones Comentadas?

Lunes 16 de marzo de 20:00 a 21:00

Horario habitual de actividades: Todos los lunes de 20:30 a 21:30.
Lugar: Escuela de Música Soto Mesa Sta Cruz de Marcenado, 1, Madrid. Metro San Bernardo (L2-L4).
Precio: Individual 10€, bono de cinco audiciones 30€. Estas últimas, con una validez de un curso escolar.

Podrás ver y escuchar esta audición comentada de 20:30 a 21:30 en  La Escuela de Música Soto Mesa . c/ Sta Cruz de Marcenado, 1, Madrid. Metro San Bernardo (L2-L4).

La primera actividad es gratuita, excepto los conciertos.
Reserva tu plaza en el 91 593 48 55 o escribiéndonos a secretaria@sotomesa.com.

 

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