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2020. Una Schubertíada de la resistencia
La Schubertíada ha sido el único festival de música en toda España que ha conseguido, a pesar de todas las dificultades que ha comportado la pandemia, mantener el grueso de la programación presentada en febrero.
La canción poética con los mejores intérpretes internacionales, la apuesta por la juventud y el foco en el cuarteto de cuerda son los tres puntos a destacar en la programación de este año. Gracias a la implicación de los artistas, el público, el equipo de la Schubertíada y los patrocinadores, las figuras internacionales de referencia han estado presentes en el festival superando todas las dificultades logísticas derivadas de las restricciones impuestas por los gobiernos respecto a los viajes a España.
La directiva de la Asociación Franz Schubert decidió realizar el festival por su compromiso con el público y los artistas. El reencuentro de los asistentes de la Schubertíada con la música de alto nivel ha roto parte del silencio que la pandemia había causado al sector cultural convirtiéndose, de esta manera, en un espacio de reflexión y esperanza para el futuro de la cultura.
La respuesta del público ha estado abrumadora. Se han vendido el 100% de las localidades disponibles con un aforo reducido al 40% de la capacidad habitual de los conciertos.
El protocolo COVID incluyó varias medidas como la obligación de llevar mascarillas en el recinto, el doble acceso personalizado e individual, la distancia social, el control de temperatura, la limpieza y las desinfecciones diarias, así como ventilación constante de la iglesia. También ha habido un registro de todos los asistentes para garantizar la trazabilidad.
Apoyo institucional
La Schubertíada no habría sido posible sin el apoyo de las entidades públicas y privadas que han respaldado en todo momento en la decisión de llevar a cabo el festival. Destacar el apoyo continuado de la Fundación del Banco Sabadell, colaboradora principal del festival por quinto año consecutivo.
La ayuda y confianza de una entidad tan relevante, garantiza tanto la estabilidad y la seguridad del festival como la capacidad de mirar al futuro y planificar nuevos proyectos con ilusión.
Balance artístico
Artísticamente, los conciertos han dejado patente una vez más el alto nivel y la especial comunión entre artistas y público, sobre todo después de un periodo tan largo de silencio. El barítono Matthias Goerne y el pianista Alexander Schmalcz ofrecieron un intenso doble programa con obras de Beethoven y Brahms.
También volvieron al festival la soprano alemana Juliane Banse y el pianista Wolfram Rieger, que ofrecieron una refinada y sincera versión de la Winterreise. El barítono Andrè Schuen confirmó, junto con el pianista Daniel Heide, su especial conexión con el público de Vilabertran desde su debut en 2018, con un recital memorable que culminó con cinco propinas.
El debut en el festival del consolidado barítono Florian Boesch, acompañado por el pianista Christian Koch, supuso un fuerte impacto gracias a su particular estilo interpretativo.
Mención aparte merece el primer recital en la Schubertíada de la gran pianista británica Imogen Cooper, residente en l’Empordà. Con rigor, personalidad y elegancia presentó un concierto de gran emotividad con obras de Schubert y Beethoven, mostrando un pianismo de la vieja escuela de altos vuelos. La Schubertíada le ha ofrecido a Cooper una colaboración regular en el futuro después del éxito de su primer recital.
Este año, el festival puso el foco en el género rey de la música de cámara bajo el lema «Vilabertran, capital del cuarteto de cuerda» y es que nunca hasta ahora había habido en Cataluña tantos conjuntos estables de calidad. El Cuarteto Quiroga y Erica Wise inauguraron el festival con una versión refinada del quinteto de Schubert y el Quartet Casals lo concluyó con dos conciertos de obras de Haydn y Mendelsson. El Cosmos Quartet y el Quartet Gerhard ofrecieron interpretaciones de gran categoría con obras cumbre del repertorio como son el Cuarteto op. 132 de Beethoven y el Cuarteto D887 de Schubert.
La apuesta por la juventud, siempre presente en la Schubertíada, incluyó participación del joven organista Joan Seqgui, de Anton y Maite Piano Duo y de la presentación del nuevo proyecto de cámara Kallias Ensemble, liderado por el pianista Francisco Poyato, que ofreció un atractivo programa con los arreglos de Beethoven de canciones folclóricas populares europeas.
Otras sedes fuera de Vilabertrán
Castelló d’Emúries
Por tercer año consecutivo, la Basílica de Castelló d’Empúries, la catedral de l´Empordà, acogió un concierto de la Schubertíada.
La voluntad del festival es hacer una apuesta firme en el futuro para esta sede, que ofrece muchas posibilidades y complementa la sede histórica de Vilabertran. Los tres conciertos que se han celebrado en Castelló desde el 2018 han agotado sus localidades.
Valdegovía
Este 2020 se llevó a cabo también la tercera edición de la Schubertíada en Valdegovía (Álava), en una versión reducida de dos conciertos debido a los efectos de la pandemia, que tuvieron un amplio eco y un alto nivel musical gracias al compromiso de la pianista Judith Jáuregui y del Cosmos Quartet con el violonchelista Fernando Arias.
Las entradas de los conciertos se agotaron en sólo dos días y los conciertos se celebraron en el Santuario de Angosto, una nueva sede para los conciertos del festival que resultó idónea por su amplitud.
La Schubertíada agradece especialmente la buena acogida y la complicidad con los ayuntamientos de Castelló d’Empúries y de Valdegovía.
Mirada al año 2021
El festival del 2021 volverá a presentar grandes nombres que garantizan veladas musicales de gran intensidad y de alto nivel.
El retorno del tenor Christoph Prégardien, del barítono Andrè Schuen, de la pianista Imogen Cooper y del Quartet Casals ya están confirmados, así como los debuts de la soprano Julia Kleiter y del joven barítono Konstantin Krimmel. La Schubertíada continuará celebrándose en Euskadi (Valdegovía) por cuarto año consecutivo.
Declaración de Víctor Medem, director de La Schubertíada
«La Schubertíada es un festival de melómanos para melómanos. Los que consideramos la música como parte esencial de la vida no podíamos dejar de escuchar música del máximo nivel este verano y debíamos mantenernos fieles a nuestros compromisos con los músicos y el público.
Esta apuesta firme por parte de la Schubertíada en un contexto tan adverso, ha sido correspondida con creces por los músicos y el público. El apoyo de las instituciones y patrocinadores ha sido decisivo para hacer viable esta Schubertíada que nunca olvidaremos. Quiero destacar especialmente el compromiso de la Fundación Banco Sabadell.«
Víctor Medem, director de la Schubertíada.
Nota de prensa en català
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NdeP – Festival Schubertíada
