El programa ha tenido un marcado sello ruso dado la procedencia del maestro, un programa que se ha tenido que modificar debido a la indisposición vírica de la soprano sueca, Iréne Theorin, que debía interpretar las Cuatro últimas canciones (Vier letzte Lieder) de Richard Strauss.
El poema sinfónico Prélude à l’après-midi de un faune de Claude Debussy ha iniciado una velada en la que el público se ha concentrado en la música y ha disfrutado del concierto.
A continuación, El Cascanueces de Tchaikovsky del que se ha interpretado la suite del acto II sin final. En la segunda parte de la noche, ha brillado la obra maestra Cuadros de una exposición de Mússorgski; obra monumental del repertorio, famosa suite de diez piezas musicales. Entre aplausos, han llegado las propinas: Carmen y el Arlésienne, ambas de G. Bizet.
Ha sido un bonito concierto que ha terminado con una gran ovación a los músicos y a su maestro. Orquesta y batuta en perfecta y exquisita comunión en el Auditori del Parc del Castell. La música de esta brillante orquesta, formada por 125 músicos – en Peralada han tocado 94 -, ha hecho vibrar al público asistente en una noche mágica de música clásica.
Dada su proximidad cultural y geografía ambas instituciones han iniciado una relación y una declaración de amistad entre orquesta y festival con un proyecto a desarrollar en un futuro.
Por otra parte, en el concierto de hoy el Festival de Peralada ha iniciado un partenariado con el canal de televisión Mezzo que hoy ha grabado el espectáculo.
NdeP