Salvador Vázquez e Ignacio García dirigen el montaje de la ópera
Las trágicas desventuras del contrahecho bufón del Duque de Mantua con la que Giuseppe Verdi empezó a fraguar su personalidad de compositor popular y a la par rompedor de moldes cierran el próximo fin de semana la 29 Temporada Lírica del Teatro Cervantes de Málaga. El barítono Damián del Castillo, la soprano Olena Sloia y el tenor Fabián Lara protagonizan Rigoletto, que se pone en escena el viernes 18 y el domingo 20 de mayo en un montaje del Cervantes y Producciones Telón que agotó hace semanas las entradas disponibles. Al frente del mismo figuran el maestro Salvador Vázquez, que dirigirá desde el foso a los solistas, la Orquesta Filarmónica de Málaga y el Coro de Ópera de Málaga, e Ignacio García, un director de escena que subraya que Rigoletto es la crónica de una maldición fundada en la hiperprotección paterna, la culpa y el exceso, una ópera que narra la historia de un padre deforme “que protege a su hija como un cancerbero en medio de un mundo de vicio y depravación”.
Rigoletto es una obra maestra que contiene luminosas páginas como las celebérrimas arias ‘Caro nome’ o ‘La donna è mobile’, pero además es la ópera en la que “empiezan a tomar forma todos aquellos elementos que convierten el estilo del compositor de Busseto en inconfundible”, explica el musicólogo y traductor Luis Gago. En ella empieza a concebir la música como un instrumento de caracterización psicológica. Como afirma Gago, “a partir de ahora, el conflicto en las óperas de Verdi no se produce ya entre distintos personajes, sino, muy especialmente, dentro de cada uno de ellos”. A Damián del Castillo le tocará la parte más importante de dicha tarea de introspección y de trabajo actoral. El barítono ubetense formado en Málaga interpretará al deforme bufón, un rol que le llega tras formar parte del sexteto de voces principales del Così fan tutte que vimos en marzo y de encarnar a Jesús en el oratorio de Marco Frisina Passio Christi. Cerrarán el triángulo de solistas principales el tenor mexicano Fabián Lara como ‘Duque de Mantua’ y la soprano ucraniana Olena Sloia en el papel de ‘Gilda’, la bella e inocente hija de ‘Rigoletto’. Christian Díaz (el sicario ‘Sparafucile’), Sandra Ferrández (‘Maddalena’, hermana del asesino profesional) y Manuel Más (el maldiciente ‘Conde ‘Monterone’) también desempeñan papeles destacados en esta producción del drama lírico verdiano.
Viernes 18 y domingo 20 de mayo, a las 21:00 y a las 19:00hs
Teatro Cervantes de Málaga
Venta de entradas
Ficha técnica
Ópera en tres actos de Giuseppe Verdi con libreto de F. M. Piave,
según el drama Le roi s’amuse, de V. Hugo.
Estrenada en el Teatro La Fenice de Venecia, el 11 de marzo de 1851.
Producción Teatro Cervantes de Málaga y Telón Producciones
Duque de Mantua FABIÁN LARA
Rigoletto DAMIÁN DEL CASTILLO
Gilda OLENA SLOIA
Sparafucile CHRISTIAN DÍAZ
Maddalena SANDRA FERRÁNDEZ
Monterone MANUEL MÁS
Orquesta Filarmónica de Málaga
Coro de Ópera de Málaga
Dirección de escena Ignacio García
Dirección musical Salvador Vázquez
2.40 h. (c/i)
Espectáculo subvencionado por el INAEM
Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música
Con la colaboración de UNICAJA FUNDACIÓN
Ensayo general abierto al público
Los tres cantantes protagonistas, el director malagueño Salvador Vázquez y la ayudante de dirección de escena, Ana Tébar, presentaron esta mañana la producción en una rueda de prensa presidida por la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, Gemma del Corral, y el director-gerente del Teatro Cervantes, Juan Antonio Vigar, y de la que también formó parte Gema Domínguez, responsable de Artes Escénicas y Espacios Culturales de la Fundación
Unicaja, entidad que colabora con la Temporada Lírica. Del Corral y Vigar resaltaron la alta calidad del ciclo que culmina con Rigoletto y su éxito de crítica y público: además del incremento del 35 % en el número de abonos, la óperas de Puccini y Mozart que se representaron respectivamente en noviembre y marzo, Turandot y Così fan tutte, también agotaron las entradas disponibles. Por ello, y al igual que sucediera con el ensayo general de Turandot, el Cervantes quiere acercar la puesta en escena de la magna obra de Verdi a la mayor cantidad posible de aficionados y brindará la posibilidad de asistir al ensayo general del miércoles 16 de mayo (21.00 horas). Juan Antonio Vigar anunció que las invitaciones estarán disponibles en taquilla del teatro mañana martes desde las 11.00 horas (máximo 2 por persona).
Las arias ‘Caro nome’, ‘La donna è mobile’, ‘Ella mi fu rapita… Parmi veder le lagrime’ o ‘Cortigiani vil razza dannata’ y los dúos ‘Figlia, mio padre’, ‘Mio padre… tutte le feste al tempio’ o ‘Chi mai, chi è qui…Lassù in cielo’ se escucharán dentro de una angulosa, oscura y lúgubre escenografía diseñada por Alejandro Contreras e iluminada por Ignacio García y el propio Contreras, y con los solistas y el coro vestidos por Ana Ramos, que se ha inspirado en el tenebrismo de los cuadros de Rembrandt. Completan el reparto el barítono Pedro Martínez (el cortesano ‘Marullo’, el tenor Guillermo Jiménez (‘Borsa’, cortesano), el barítono Gabriel Alonso (‘Conde de Ceprano’), y las sopranos Olga Bykova (‘Condesa de Ceprano’), María Lourdes Benítez (‘Giovanna’, doncella de ‘Gilda’) y Elena Garrido (paje). En la producción musical de Rigoletto destacan de nuevo las participaciones de la Orquesta Filarmónica de Málaga y del Coro de Ópera de Málaga, ambos socios destacados de la Temporada Lírica del Cervantes. Salvador Vázquez, cuya presencia en la Temporada Lírica 2017-18 se ha extendido también a la dirección del Coro en los otros dos títulos escenificados, se encarga ahora de conjuntar voces e instrumentos.
El inicio de una trilogía
Aunque ya había alcanzado éxitos notables con títulos como Nabucco, Ernani o Macbeth, el genio de Busseto inició con Rigoletto (1851) la trilogía que se completa con Il trovatore (1853) y La Traviata (1853), que le haría definitivamente popular y que acuñaría su estilo musical de madurez. Verdi basó su obra en el drama romántico El rey se divierte, de Víctor Hugo, aunque tuvo que rehacer la trama junto a su libretista, Francesco Maria Piave, por causa de la censura, que impedía ofender a un soberano (el rey de Francia, protagonista del texto de Hugo, se trocó por el duque de Mantua). Además, los censores consideraban poco admisible la maldición que da inicio a la acción y tampoco aceptaban el espíritu libertino del argumento. El compositor italiano acentuó entonces la acción del protagonista, ‘Rigoletto’, convirtiéndolo en el hilo conductor de la ópera, orientando así la partitura a corresponder los contradictorios y profundos sentimientos del contrahecho bufón. Según el crítico José Antonio Cantón, “Verdi desarrolla musicalmente en tan alto grado psicológico este personaje que rompe con la tradición de que el primer papel, como era tradicional, fuera adjudicado al señor de la historia, desplazándolo a un desagradable personaje plebeyo que contrasta moralmente con el sicario ‘Sparafucile’, que no por secundario deja de tener motivada importancia en esta ópera”.
La 29 Temporada Lírica del Teatro Cervantes
La 29 Temporada Lírica del Teatro Cervantes comenzó en noviembre de 2017 con la puesta en escena de Turandot con dirección musical del maestro Arturo Díez Boscovich y escénica de Emilio López y prosiguió el 17 de febrero con un recital del tenor Gregory Kunde. En marzo se exhibió Così fan tutte en una producción del templo municipal que apostó por las voces locales más prometedoras, con Manuel Hernández Silva desde el atril y Curro Carreres en el diseño de la acción teatral.
El ciclo operístico del coliseo malagueño cuenta con la colaboración del INAEM, Fundación Unicaja (entidad que colabora con el ciclo desde hace 21 ediciones y que este año ha incrementado su aportación económica), Sando y Ópera XXI.
Rigoletto según su director de escena *
“Esta es la historia de Rigoletto, la de un padre que protege a su hija como un cancerbero en medio de un mundo de vicio y depravación. Un padre que es deforme, que trabaja como bufón, que se detesta física y espiritualmente como ser humano, y que en su deformidad ve un reflejo de un alma corrupta y enferma por participar de las perversiones de los demás. Un ser incompleto y deforme que se siente menos que los demás y que no puede evitar un anhelo infinito de agradar, de hacer gracia, de divertir, de suplir sus carencias siendo un bufón complaciente e irónico que se ríe de todos y de todo. Pero detrás de la máscara no hay más que soledad y dolor. El proceso de ponerse y quitarse el traje de bufón, de enmascararse y desenmascararse, frente al espejo, no finaliza jamás.
La contradicción reside en querer ser una protección y un ejemplo para la hija, ocultándole su verdadera condición de bufón, de hazmerreír de la corte, de colaborador necesario para los desmanes y vicios de esta. Por eso colabora en la seducción, en la ofensa, en el secuestro y en la muerte”.
Ignacio García, director de escena
* fragmento de las notas al programa
NdeP – Teatro Cervantez de Málaga