Dos gigantes de la música rusa. Chaikovsky y Shostakóvich en La Filarmónica

La fuerza del arte

Chaikovsky dedicó el Concierto para piano núm. 1 a su amigo Nikolai Rubistein. Éste, sin embargo, fue muy crítico con la pieza y Chaikovsky, ofendido, acabó brindándosela a otro pianista. Años más tarde, Nikolai Rubistein cambió de opinión e incorporó a su repertorio este concierto. Un concierto que supuso el primer gran éxito de Chaikovsky.

Cuando Shostakóvich estrenó la Sinfonía núm. 5 en 1937, se encontraba a punto de ser silenciado por el régimen soviético. El éxito del estreno fue tan grande que, como dijo Rostropóvich, la ovación de ese día evitó la desaparición de Shostakóvich de la vida artística. Con los años, esta sinfonía se ha convertido en la más célebre del compositor.

Dos grandes obras sinfónicas, de dos gigantes de la composición, que nos muestran la fuerza del arte.

Dos contemporáneos

El maestro Vladimir Fedoseyev mantiene un estado de forma física y artística admirable. Esta vez nos ofrecerá una de las sinfonías más conocidas y emblemáticas del repertorio ruso: la Quinta de Shostakóvich. Fedoseyev y Shostakóvich fueron contemporáneos, se conocieron y colaboraron.

La versión que el maestro nos ofrecerá de la Quinta Sinfonía será explicada desde la tradición, la amistad y la admiración.