Publicado en TLM
Ver: MUSEG acogerá en primicia el espectáculo con el que Dulce Pontes girará en 2020
El torrente de voz que ha hecho universal a la cantante portuguesa se fundió con los acordes de la guitarra de Daniel Casares y el contrabajo de Yelsy Heredia,
Dulce Pontes, la gran diva del fado, cerró anoche a lo grande el Festival Musical de Segovia (Museg) con la presentación en primicia de su nuevo proyecto artístico, con el que hará su gira en 2020, junto al guitarrista Daniel Casares y el contrabajista Yelsi Heredia.
En el Jardín de los Zuloaga, en el marco del ciclo ‘En Abierto’, el torrente de voz que ha hecho universal a la cantante portuguesa se fundió con los acordes de la guitarra de Casares y el contrabajo de Heredia para estrenar, ante las alrededor de seiscientas personas que llenaban este espacio, este trabajo de formato íntimo, que saca a la luz los momentos de diversión e intercambio musical que compartieron los tres artistas en el ámbito privado.30 años de trayectoria.
El objetivo es materializar los 30 años de trayectoria que acumulan Pontes, Casares y Heredia a través de canciones de grandes autores, además de algunas propias. Tampoco faltó el homenaje a grandes figuras como Amalia Rodrigues, Debussy, Albeniz, Federico García Lorca o Ennio Morricone, quien contó con la voz de la portuguesa para sus conciertos de despedida en España.
Hasta ahora cada uno había desarrollado su carrera por su lado, siempre demostrando una admiración mutua, que ha desembocado en larealización de numerosas colaboraciones para tocar, componer y compartir su pasión por la música. Segovia tuvo anoche el privilegio de ser el primer escenario en escuchar este espectáculo con ingredientes tan irresistibles como la fuerza vocal de Dulce Pontes, el son y compás de Heredia y el sentimiento de Casares.
Para Pontes (Montijo, 1969) todo comenzó en el teatro y en televisión, haciendo comedia musical, y «con un anuncio en un periódico», como explicaba a Efe en una entrevista con motivo de su gira de conmemoración de 30 años de carrera y vanguardia. En 1991 ganó el festival nacional de música de su país con su canción ‘Lusitana Paixão’, que la llevó a representar a Portugal en el Festival de Eurovisión y a obtener un meritorio octavo lugar.
A pesar de ello, las puertas de las discográficas no se abrieron de par en par para ella y hubo de esperar hasta su segundo disco, ‘Lágrimas’ (1993), para conocer el éxito, gracias especialmente a su versión del clásico ‘Cançao do mar’, por la que sigue sintiendo el mismo cariño que la primera vez que la escuchó, a los siete años y en la voz del brasileño Agostinho dos Santos.
Búsqueda
Pontes, que se dice «fadista solo los lunes y viernes», nunca centró su carrera en este género y pronto empezó a variar su estilo para hibridar esta tradición musical con las de otras latitudes, como la música búlgara o la árabe, una búsqueda que le ha dificultado aún más cada paso en su trayectoria. «Cuando determinadas fórmulas resultan, siempre hay esa presión de las discográficas para no arriesgar, pero para mí hacer algo porque está de moda sería una falta de respeto. Es una cuestión de principios y de ética», asevera.
Tardó ocho años en lanzar su último disco, ‘Peregrinaçao’ (2017), un álbum doble en portugués y en español en el que se internó en la cultura argentina, la música clásica y en temas de raíz, como la flamenca ‘La leyenda del tiempo’, de Camarón de la Isla