Al pianista Eduardo Fernández, último Premio Ojo Crítico de Música Clásica, le gustan los retos, y por eso eligió interpretar para su debut con la ORCAM uno de los conciertos para piano y orquestas más difíciles jamás escritos, el Concierto nº 2 de Prokofiev, compuesto entre 1912 y 1913 y estrenado por el mismo compositor al piano.
Este concierto está directamente ligado a la amistad y al dolor por una pérdida: “No podemos saber cómo son los sentimientos de un suicidio… pero sí cómo suenan. Angustia, desesperación, locura y dolor quedan perfectamente reflejados en este Concierto nº 2 para piano y orquesta de Prokofiev, que lo compuso tras recibir una carta de despedida antes de suicidarse de su amigo Maximilian Schmidthof. Es una de las páginas más bellas para piano y orquesta”, cuenta Eduardo Fernández.
La partitura original se perdió poco después de su estreno, y se volvió a estrenar en 1924 con grandes cambios sobre la partitura original. Su ejecución supone un reto enorme para cualquier pianista, que hace que sea una obra muy poco interpretada. De hecho, Eduardo Fernández es, posiblemente, el primer pianista español que lo interpreta.
La cita tendrá lugar el próximo martes 31 de octubre a las 19.30 h. en el Auditorio Nacional, junto a la Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM), bajo la dirección de José Ramón Encinar.
Tras haber afrontado otro reto singular, la grabación de la totalidad de los 90 preludios de Scriabin, en su último trabajo discográfico (Orpheus Classical), que le convirtió en el primer pianista español que los graba, Eduardo Fernández afronta una temporada frenética con conciertos en salas españolas como el Teatro de la Maestranza, el Palau de la Música de Valencia, el Auditorio Baluarte de Pamplona, el palacio Euskalduna, el Auditorio Manuel de Falla y el palacio de Carlos V de Granada o giras por Japón y México.
NdeP