El arte profundo de Claude Debussy en los Encuentros Manuel de Falla

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Ver: 24º Encuentros Manuel de Falla – “Claude Debussy. La música nueva”

Debussy y Falla. Un encuentro decisivo en París

El 4 de febrero de 1907, en el Teatro de la Comedia de Madrid, Falla tocó la parte de piano de las Danzas para arpa (o piano) y orquesta de cuerda de Debussy, bajo la dirección de Tomás Bretón. Era su primera interpretación en público de una obra de Debussy, pero ya poseía y había estudiado varias partituras del maestro francés al que admiraba profundamente.

Con anterioridad, Falla había escrito a Debussy para solicitar sus consejos acerca de la interpretación de las Danzas. Debussy le contestó el 13 de enero de 1907 sutil y elegantemente: “¡Lo que me pide usted es, por otra parte, bastante difícil de resolver! ¡No se puede demostrar el valor exacto de un ritmo, como tampoco se explica la expresión diversa de una frase! Lo mejor, a mi parecer, es que siga usted su sentimiento personal… El color de las dos danzas me parece netamente contrastado. Hay que encontrar algo en el encadenamiento de la gravedad de la primera con la gracia de la segunda. Para un músico como usted no debe ser difícil, y creo que puedo confiar plenamente en su buen gusto”.

Unos meses más tarde, en otoño, Falla conoció por fin personalmente a Debussy. Jaime Pahissa (Vida y obra de Manuel de Falla, Buenos Aires, Ricordi Americana, 1947) nos cuenta este curioso primer encuentro:

Miércoles 14 de noviembre a las 20:30hs | Auditorio Manuel de Falla

Entradas por invitación

Recogida en taquilla Teatro Isabel la Católica y una hora antes en taquilla Auditorio Manuel de Falla.

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El director Gabriel Delgado

Al verle, de momento Falla no le reconoce. Había visto algunos retratos de él, con las mejillas más hundidas. Éste que tenía delante era una figura robusta; parecía un marino, y, realmente, lo había sido.

–«C’est moi, c’est moi-même» [«Soy yo, yo mismo»] –dijo Debussy, ante la incertidumbre de Falla, con la ironía que usaba siempre en sus palabras.

Para decir algo […] dícele Falla:

–Siempre me ha gustado la música francesa.

–Pues a mí no –le contesta Debussy con su ironía cortante”.

Pese a este recibimiento distante e irónico, en cuanto Falla hizo conocer su música a Debussy, en particular La vida breve, se produjo el milagro: Debussy le ofreció su apoyo y sus consejos. En una carta a Carlos Fernández Shaw, libretista de La vida breve, Falla escribirá en 1910 que está muy agradecido a Debussy por “[…] el interés que se ha tomado en mis trabajos y por la protección artística que, como Dukas, ha tenido la bondad de concederme, guiándome, como aquél, en mis trabajos, haciéndolos publicar y animándome continuamente a proseguir mis planes y proyectos”.

La correspondencia entre los dos compositores y diferentes apuntes de Falla que se conservan en el Archivo Manuel de Falla demuestran que Debussy recibió a Falla en su casa con cierta regularidad y le dio consejos muy útiles en materia de composición. Uno de estos documentos es particularmente impresionante; se trata de una hoja, escrita por las dos caras, que termina con la siguiente precisión de Falla: “Todo lo escrito es lo que Debussy me ha dicho hoy 10 de octubre de 1911”. En estos apuntes constan consejos para perfeccionar diferentes aspectos de La vida breve e incluso “Observaciones a usar en la próxima ópera”, como ésta que Falla pondrá en práctica en obras posteriores: “Hacer por que la duración de tiempo empleada en la palabra cantada no sea mayor que si la palabra fuese hablada”.

Falla siempre quiso corresponder a la generosidad de Debussy. Así, por ejemplo, con ocasión de una felicitación para Navidad y Año Nuevo, al final de 1909, mandó a Debussy una serie de postales con imágenes de España. Una de éstas, una postal coloreada de la Puerta del Vino de la Alhambra, excitó la imaginación sonora de Debussy, quien se inspiró en dicha imagen para componer La Puerta del Vino, no 3 de su segundo libro de Preludios para piano.

Después de la muerte de Debussy, acontecida el 25 de marzo de 1918, Falla mantuvo una relación muy amistosa con la viuda del compositor, Emma. Ésta le escribió en 1927: “He encontrado una pequeña foto de usted, que se le parece mucho, y la he colocado sobre el piano al lado del muy amado maestro”. Y fue ella quien regaló a Falla la fotografía de Debussy, cuya dedicatoria reza: “A M[anuel] de Falla, con la profunda admiración de Em[ma] Claude Debussy”.

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Programa

Primera parte

Lectura de la conferencia El arte profundo de Claude Debussy, de Manuel de Falla
Palabras leídas por Alberto García Demestres

Música para piano de Claude Debussy
“Toccata” (de la suite Pour le piano)
“La Soirée dans Grenade” (de la suite Estampes)
Masques
“La cathédrale engloutie” (de Préludes, Libro 1)
L’Isle joyeuse

Segunda parte

Música para canto y piano de Claude Debussy
“Les cloches” (de Deux romances)
“Le faune” (de Fêtes galantes, Libro 2)
“Il pleure dans mon cœur” (de Ariettes oubliées)
“Pour ce que Plaisance est morte” (rondel II de Trois chansons de France)
Mandoline

Música para orquesta
Deux Danses, para piano y orquesta
“Danse sacrée”
“Danse profane”
“Aria de Lia” (de L’Enfant Prodigue), para soprano y orquesta
Prélude à L’après-midi d’un faune

Intérpretes

Orquesta de la Universidad de Granada
Gabriel Delgado: director
Jean-François Dichamp: piano
Pilar Gil: soprano

Programa completo

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NdeP – Difusión Archivo Manuel de Falla

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