El joven director de orquesta Félix Ardanaz dirigirá el próximo viernes 14 a las 19.30 h., en el Teatro Monumental de Madrid, a la Orquesta Sinfónica de RTVE con un programa que gira en torno a la búsqueda de nuevos mundos, tanto geográficos como sonoros.
El nuevo mundo es la fuente de inspiración de Antonin Dvorak para su Novena Sinfonía, popularmente conocido como «Sinfonía del Nuevo Mundo», y compuesta por el genio checo durante su estancia en Estados Unidos. Está impregnada de melodías que, según el propio compositor, se inspiraban de los cantos tradicionales de los indígenas nativos americanos, así como de los cantos espirituales afroamericanos. Combinando esta idea con temas de inspiración bohemia de su país natal, Dvorak concibió todo un hito sinfónico, ecléctico y original, seguramente el mayor de toda su producción. Algunos musicólogos han visto en esta sinfonía un intento de igualar o superar el impacto histórico de la Novena Sinfonía de Beethoven.
También el nuevo mundo, aunque esta vez la Cuba colonial, llena las “Cinco Canciones Negras” de Montsalvatge, para mezzosoprano y orquesta, de ritmos de habaneras y de un tinte criollo.
Por último, el Concierto para dos pianos, percusión y orquesta de Bartók, también explora nuevos mundos, aunque esta vez sonoros. Bartók combina las innovaciones tonales propias de su lenguaje con melodías y ritmos a contratiempo de su Rumanía natal. Se trata de un concierto extremadamente exigente para los solistas, que será interpretado por los brillantes músicos: Susana Gómez Váquez (piano), Álvaro Mur (piano), Noé Rodrigo (percusión) y Guillem Serrano (percusión), todos ellos ganadores del concurso nacional de Juventudes Musicales, al igual que Helena Ressureiçao, la mezzosoprano que interpretará las Cinco Canciones Negras de Montsalvatge.
Félix Ardanaz es uno de los directores de orquesta de la nueva generación de mayor proyección internacional. Sus compromisos recientes incluyen conciertos en la Filarmónica de San Petersburgo con músicos del Teatro Mariinsky, Filarmónica de Berlín, Carnegie Hall de Nueva York, Musikverein de Viena, Smetana Hall de Praga, Salle Pleyel de París, Palau de la Música de Barcelona, así como en los prestigiosos festivales americanos de Aspen y Tanglewood.
Ardanaz desarrolla una intensa actividad como director de música sinfónica y ópera. Ha trabajado como director asistente en Metropolitan Opera House (Nueva York), Opera di Roma y Royal Opera House (Londres). Además, ha dirigido más de 15 títulos operísticos del repertorio italiano (Rossini, Donizetti, Bellini, Verdi, Puccini), francés (Gounod, Massenet), alemán (Wagner) y ruso (Tchaikovsky). Los últimos títulos operísticos que ha dirigido son “Carmen” (Filarmónica de San Petersburgo), “Cosi fan tutte” y “Eugene Onegin” (North Czech Philharmonic).
Como director sinfónico, ha trabajado con un gran número de orquestas, entre las que destacan: Orquesta Sinfónica de San Petersburgo y Orquesta de Cámara de San Petersburgo, North Czech Philharmonic y Morovian Philarmonic Orchestra (República Checa), Berlin Sifonietta, London Classical Soloists Orchestra, London Sinfonietta, Proarte Orchestra de Viena, Orquesta del Festival de Aspen, Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS), Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE), Orquesta Filarmónica de Málaga, Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), Orquesta Sinfónica de Extremadura (OEX) y Orquesta Sinfónica de La Rioja. Compromisos inmediatos en España incluyen conciertos con la Orquesta Filarmónica de Murcia y la Orquesta de Radio Televisión Española (ORTVE).
Después de finalizar los estudios superiores de piano y dirección de orquesta en Musikene (País Vasco), se especializó en la Universidad de Chopin de Varsovia, l’Ecole Normale de París, la Royal Academy of Music de Londres (donde obtuvo un Master con mención de honor) y en la Universidad de Viena (postgrado en dirección de orquesta). Sus mentores en dirección de orquesta son Yves Abel, Christoph Eschenbach, Robert Spano, Simeon Pironkoff, Mark Stringer, Alan Gilbert y Johannes Debus.
Su repertorio como director se extiende desde el barroco a la música contemporánea, concediendo una especial importancia a la música romántica y de principios del S. XX.
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