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Publicado en TLM
Ver: Grigory Sokolov
El maestro ruso, considerado uno de los mejores pianistas de la actualidad, actuó por última vez en la Quincena Musical en el año 2015.
La Quincena Musical de San Sebastián tiene el lunes 9 de agosto una gran cita con el piano de la mano de uno de los músicos más admirados de la actualidad. Grigory Sokolov ofrecerá un recital en solitario con obras de Chopin y Rachmaninov, en una velada que supondrá su regreso al festival tras su inolvidable última visita en 2015 y tras haber tenido que cancelar su actuación prevista del pasado verano. El recital, que comenzará a las 19:30 horas, tendrá lugar en el Auditorio Kursaal, para sacar el máximo provecho de la limitación de aforos y responder así a la expectación que siempre genera la presencia del pianista ruso entre el público donostiarra.
Lunes 9 de agosto a las 19:30 hs | Auditorio Kursaal
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Las actuaciones de Grigory Sokolov en San Sebastián se remontan al menos a los años noventa y en la Quincena Musical ha actuado en las ediciones de 2005, 2007, 2011 y 2015. Nacido en Leningrando en 1950, Sokolov ganó hace 45 años el Concurso Tchaikovsky, uno de los más prestigiosos del mundo, y se fue convirtiendo paulatinamente en un mito vivo del piano. Un estatus que, sin embargo, no le impide ser extremadamente generoso en sus recitales, que han llegado a durar cerca de tres horas y suelen ir coronados por un buen número de bises.
Se dice de él que es un artista esquivo, ya que durante dos décadas apenas grabó discos de estudio, ni concede entrevistas, ni siquiera permite que se le tomen imágenes, pero su distancia del lado más mediático del negocio musical parece responder más bien a una concentración absoluta en la música y sus interioridades, a una densidad intelectual que fluye a raudales en sus interpretaciones y que ha hecho que Sokolov sea adorado no solo por el público, sino también por los propios pianistas, que acuden en peregrinación a sus recitales.
Se suele afirmar que Sokolov destaca por una forma de tocar en la que la calidad tímbrica del piano es siempre una prioridad, al servicio de unas interpretaciones que tienden más a la genialidad expresiva personal que al purismo estilístico, a la manera de grandes pianistas del pasado como Emil Gilels (su profesor) o Arthur Rubinstein, a quienes Sokolov señala como sus mayores referentes.
El recital que ofrecerá esta vez Sokolov estará centrado en dos de los más grandes compositores- pianistas de la historia. Tanto Chopin como Rachmaninov fueron dos de los mejores pianistas de sus respectivas épocas, y su creatividad a la hora de componer estuvo siempre íntimamente ligada a su relación con este instrumento.
Sobre el repertorio
Abrirá el concierto la música de Frédéric Chopin, que comenzó a tocar el piano de forma autodidacta a los cuatro años y pronto forjó una conexión íntima entre improvisar, componer e interpretar.
Su primer profesor transcribió una de sus improvisaciones, una polonesa, cuando tenía tan solo siete años, pero fue Józef Elsner, su siguiente maestro, quien le enseñó por fin cómo anotar en papel pautado la música que inventaba sobre el teclado.
Para Chopin, que casi saltó de la cuna al piano, componer era una actividad eminentemente práctica, y no publicó su primer número de opus, un rondó, hasta los quince años. Sokolov interpretará, precisamente, cuatro polonesas que Chopin escribió ya en su plenitud creativa: las Polonesas Op. 26 nº 1 y nº 2, la Polonesa Op. 44 en fa sostenido menor y la Polonesa Op. 53 en la bemol mayor.
En ellas se condensan muchos de los rasgos inconfundibles de su pianismo, como el acercamiento sofisticado a la música folclórica, un ideal expresivo con rasgos declamatorios, una espontaneidad de influencia improvisatoria en el tratamiento de los temas y de las melodías y, especialmente en el caso de las polonesas, el “factor polaco” tan esencial de su personalidad.
A continuación, la música de Sergei Rachmaninov tomará el protagonismo a través de una de sus creaciones más imponentes para piano solo, la serie de Diez preludios Op.23. La enorme mano del pianista ruso, que podía alcanzar fácilmente un intervalo de duodécima, le otorgaba un control magistral sobre el teclado y la posibilidad de crear complejas texturas repletas de polifonías internas y de detalles ornamentales.
Estos rasgos se concentran particularmente en sus dos series de Preludios Op. 23 (1902) y Op. 32 (1910), obras afines por su escala y ambición a los Estudios Op.10 y Op . 25 de Chopin. La serie que interpretará en San Sebastián Sokolov, los Preludios Op. 23, atraviesa una gran variedad de paisajes sonoros y estados emocionales: desde la intimidad del primer y cuarto preludios al poderío y bravura del segundo y el séptimo, pasando por los rasgos militares del tercero y séptimo o el cariz elegíaco del sexto preludio.
Sobre Grigory Sokolov
Nace en Leningrado en 1950. En los 45 años que han transcurrido desde que fuera premiado en el Concurso Internacional Tchaikovsky de Moscú, se ha forjado un status casi místico entre los amantes de la música, cautivando a todos los públicos con su repertorio y su musicalidad. Su forma de tocar no tiene influencias de maestros anteriores, pues su estilo y aproximación son puramente personales y únicos, y cualquier cosa que Sokolov interpreta suena completamente nuevo.
Es un invitado habitual de las más prestigiosas salas de conciertos y festivales de toda Europa, y ha trabajado con muchos de los más destacados directores del mundo. Entre las orquestas con las que ha trabajado destacan la Filarmónica de Nueva York, Sinfónica de Montreal, Filarmónica de Munich, Gewandhaus de Leipzig, Orquesta Philharmonia y Concertgebouw de Ámsterdam.
Después de estar dos décadas sin grabar, Sokolov firmó un contrato en exclusiva con Deutsche Grammophon. Grabados todos en directo, el primer CD incluía el recital ofrecido en el Festival de Salzburgo en 2008 con obras de Mozart y Chopin.
El segundo fue un álbum dedicado a Schubert y Beethoven, y el tercero incluía el Concierto para piano KV 488 de Mozart y el nº 3 de Rachmaninov. Este CD fue publicado junto al DVD “A Conversation That Never Was” de Nadja Zhdanova. Su último trabajo incluye un doble CD con música de Beethoven y Brahms, junto a un DVD grabado en el Lingotto de Turín.
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