Con Mozart y Beethoven
El maestro italiano, nacido en Milán, Giovanni Antonini dirigirá los próximos conciertos incluidos en el Sinfónico 2 de la Orquesta Nacional de España -del viernes 25 al domingo 27 de septiembre- en esta nueva Temporada dedicada a Beethoven en el Auditorio Nacional de Música de Madrid.
El consagrado violinista Giuliano Carmignola será el solista invitado en este programa que abarcará dos obras escritas con tan solo 27 años de diferencia: Concierto para violín y orquesta núm. 3 en Sol mayor, KV 216 (escrito en 1775) de Wolfgang Amadeus Mozart (1756 – 1791) y Sinfonía núm. 2 en Re mayor, op. 36 (compuesta en 1802) de Ludwig van Beethoven (1770 – 1827).
El maestro Giovanni Antonini, nacido en Milán, estudió en la Civica Scuola di Musica y el b. Es miembro fundador de Il Giardino Armonico, al que ha dirigido desde 1989 y con quien ha ofrecido numerosos conciertos por todo el mundo. Es director principal invitado de Kammerorchester Basel y Mozarteum Orchester Salzburg y es invitado con regularidad en orquestas del prestigio de Berliner Philharmoniker, Concertgebouworkest Amsterdam, London Symphony, Chicago Symphony, Tonhalle Orchester Zurich.
Días 25, 26 a las 19:30hs y el 27 de septiembre a las 11:30hs | Sala Sinfónica
Venta de entradas
Repertorio
Wolfgang Amadeus Mozart
Concierto para violín y orquesta núm. 3
en Sol mayor, KV 216
Ludwig van Beethoven
Sinfonía núm. 2
en Re mayor, op. 36
Por su parte, el violinista Giuliano Carmignola, nacido en la ciudad italiana de Treviso, inició su carrera como solista bajo la batuta de directores como Claudio Abbado, Eliahu Inbal, Peter Maag y Giuseppe Sinopoli.
Ha colaborado asimismo con directores como Umberto Benedetti Michelangeli, Daniele Gatti, Andrea Marcon, Christoph Hogwood, Trevor Pinnok, Franz Brüggen, Ivor Bolton, Richard Egarr, Giovanni Antonini, Ottavio Dantone.
La OCNE realiza estos conciertos sin interrupción y es obligatorio el uso de mascarilla. En www.entradasinaem.es, en los teléfonos 902 22 49 49 o 985 67 96 68 y en las taquillas del Auditorio Nacional de Música y resto de teatros del INAEM.
Notas al programa
«¿Por qué Beethoven?», se pregunta el director de orquesta y musicólogo estadounidense de origen suizo Leon Botstein en un célebre artículo sobre la imbatibilidad del mito. ¿Qué clase de narrativa ha hecho posible que su obra haya servido por igual para celebrar los cumpleaños de Adolf Hitler, conmemorar la caída del muro de Berlín o, más recientemente, reivindicar la hermandad palestino-israelí?
Si algo demuestran estas contradicciones tan flagrantes, es que la música de Beethoven ha permitido a cada oyente escuchar en ella lo que ha querido. Eso sí, siempre en «modo épico». Este camaleonismo beethoveniano explica quizá que una partitura tan llena de vitalidad y energía como su Sinfonía núm. 2, escrita en la tonalidad de las oberturas de Las bodas de Fígaro y Don Giovanni, cuyos ecos resuenan sin trabas en los movimientos inicial y final, haya sido estudiada una y otra vez como el fruto musical de la profunda crisis personal que conocemos a través del «testamento de Heiligenstadt».
Quizá el problema es que nos cuesta aceptar que las ideas musicales más elevadas pueden resultar de las ocurrencias más triviales. Porque ¿qué sería del Concierto para violín en Sol mayor de Mozart sin la cita de la encantadora tonada popular –«à la mélodie de Strassbourger»– situada en mitad de su rondó final?
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NdeP – Orquesta y Coro Nacionales de España
