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Ver: Museo de la Música
Registrar, mirar, recorrer
Con ocasión del centenario de la fundación de la Obra del Cancionero , la exposición Registrar, mirar, recorrer , impulsada por el Centro Robert Gerhard, se centra en el registro fotográfico presente en el gran proyecto etnográfico.
El Museo de la Música de Barcelona abre hoy las puertas de la muestra Registrar, mirar, recorrer, que presenta 340 fotografías de la Obra del Cançoner Popular de Catalunya. Comisariada por la fotógrafa Paula Artés y por Jordi Alomar, director del Museo de la Música, permanecerá abierta al público hasta el 25 de mayo de 2023 en un espacio del Museo que ha sido completamente restaurado y habilitado para acoger exposiciones temporales .
La muestra, diseñada por Clara Solà -Morales Studio, convivirá con la exposición La huella de Felip Pedrell, dedicada al legado ya la vigencia del compositor tortosino Felip Pedrell, presidente honorífico de la Obra del Cançoner, y se sumará a la tarea de restitución de la memoria de esta institución que se está haciendo desde L’Auditori y que ya se ha plasmado en el espectáculo familiar Ullsclucs, que recupera estas músicas desde la óptica contemporánea del compositor Arnau Obiols.
Del 24 de enero al 21 de mayo | Sala de Teclados
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Con ocasión del centenario de la fundación de la Obra del Cancionero, la exposición Registrar, mirar, recorrer se centra en el registro fotográfico presente en el gran proyecto etnológico: un uso de la fotografía documental que, a pesar de no ser un elemento central en sus objetivos iniciales, deja una huella única formada por miles de fotografías, la mayoría inéditas, de las cuales la exposición presenta una elección .
En un momento en que los modos de vida tradicionales se ven repentinamente alterados y abocados a una transformación irrevocable debido a la industrialización y la configuración de un mundo cada vez más urbano, surge la urgencia para captar todo lo que, desde una mirada idealizada y nostálgica, permanece aparentemente inalterado. Y es a partir del registro, estudio y recolección de estos remanentes constitutivos de una pretendida cultura natural que se construye un proyecto de identidad colectiva .
Entre los años 1922 y 1936, desde la sociedad civil se impulsó un gran proyecto con la voluntad de preservar la memoria de un patrimonio esencial y en riesgo de extinción: la Obra del Cancionero Popular de Cataluña, con el objetivo de hacer, estructurar y publicar un exhaustivo corpus musical recogido de la oralidad en los territorios de habla catalana, con la transcripción y descripción esmerada de miles de canciones y sus usos.
Encomendado al Orfeó Català bajo la dirección de Francesc Pujol y la presidencia honorífica de Felip Pedrell, y con el mecenazgo de Rafael Patxot, la Obra del Cançoner es, sin duda, una de las aportaciones etnográficas más significativas del siglo XX en Cataluña, estroncada por el estallido de la Guerra Civil.
Durante los años en que se llevó a cabo, se efectuaron cerca de setenta misiones de investigación: trabajos de campo llevados a cabo con rigor por parejas de profesionales tanto de la etnología como de la música y la lingüística como Joan Amades, Higini Inglés, Joan Tomàs, Palmira Jaquetti o Baltasar Samper que , recorriendo una amplia geografía, se apresuraban a «hacer la recogida de este tesoro popular que en muchos lugares ya casi agoniza», buscándolo especialmente «en las casas de payés y pueblos más aislados de la montaña» con la idea de ir a «las fuentes donde el agua raye bien clara».
La reproducibilidad técnica permitida por las máquinas de retratar y los fonógrafos -una tecnología entonces puntera y en difusión exponencial- se confronta con formas de vivir a punto de desaparecer, dejando así una traza que es, sin embargo, tan evanescente como los mismos instantes y rostros capturados.
Las marcas de la dureza de la vida, del paso del tiempo, del contacto directo con la tierra, así como los lugares donde todavía permanece lo que se acaba – aldeas, masías, talleres, sequís y rastrojos, así como asilos y casas de caridad – sacian una mirada refractada en miles de capturas efímeras.
A partir de 1936 los materiales originales de la Obra del Cançoner quedaron disgregados hasta que en 1991 fueron depositados en la Abadía de Montserrat. Allí fueron estudiados, catalogados y publicados en varios volúmenes de memorias y selecciones al cuidado del padre Josep Massot i Muntaner hasta su muerte el pasado abril de 2022.
Esta muestra se ha realizado con la colaboración de la Dirección General de Cultura Popular y Asociacionismo Cultural del Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña y de Publicaciones de la Abadía de Montserrat.
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NdeP – L’Auditori
