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Ver: Festival Brunetti
Ver: Camerata Antonio Soler
Antes de comenzar con la entrevista, deseamos agradecer al maestro Gustavo Sánchez que haya aceptado y nos haya recibido, más aún teniendo en cuenta que está en medio de la segunda edición de su festival, cuya organización y ejecución, es una tarea compleja y absorbente como pocas.
Buenas tardes maestro. Siendo usted director de orquesta, con una actividad creciente y una aparición cada vez mayor en los medios, vimos que el año pasado le quedó tiempo y fuerza para organizar un festival, y que ahora insiste con la segunda edición del mismo. ¿Cómo surgió la idea? ¿era y es necesario?
Buenas tardes. La organización del festival, ante todo, es un trabajo en equipo, en el que la parte fundamental la constituyen realmente las instituciones de Colmenar de Oreja que han apostado por su creación, principalmente el Ayuntamiento y la Asociación de Amigos del Museo y de la Historia de Colmenar de Oreja.
Como anécdota, he de decir que cuando se planteó la primera edición, dichas instituciones insistieron en que se aprobaba el festival siempre y cuando hubiese más ediciones, es decir, que tuviese un desarrollo a largo plazo.
Por otro lado, la necesidad del Festival Brunetti la teníamos muy clara las personas que trabajamos desde hace tiempo en la recuperación de la música de este importante compositor, en concreto, Ars Hispana (con su edición de la obra completa de Brunetti, más de 300 obras) y la Camerata Antonio Soler, que desde hace 10 años viene recuperando las sinfonías del compositor, que son un total de 41.
Obviamente, no sólo es un autor prolífico, sino de exquisita calidad, tal y como se está apreciando en la cada vez más creciente recuperación e interpretación de sus obras por parte de diferentes artistas y grupos especializados en los últimos 10 años. Por lo tanto, pensamos que la figura de Brunetti merecía sobradamente dedicarle un festival.
Estuvimos en el primer Festival Brunetti, que vimos comenzar de manera discreta y terminar de modo estupendo por la respuesta del público y de las críticas en los medios. Supongo que eso motivó que existiera esta segunda edición. ¿Se esperaba ese resultado? ¿Cuál es su interpretación?
A decir verdad, hubo algo de escepticismo en un primer momento, más que nada por coincidir esa primera edición con unas importantes fiestas en Colmenar de Oreja, lo que hacía sospechar que no viniera casi nadie. Pero no fue así, pues asistió público local y público foráneo, en una proporción similar. Y el hecho de que hubiese menos asistencia en el primer concierto pudo deberse a dicho escepticismo, si bien el propio público se encargó de publicitar el festival de forma positiva y acabó animándose poco a poco hasta llegar a un aforo casi completo el último día.
La lectura de este resultado fue que, a pesar de los referidos inconvenientes de las fechas elegidas, la respuesta del público fue excelente, lo cual nos llevó a plantear con total convencimiento la segunda edición del festival y trasladarlo de fecha, de manera que pueda ganar en asistencia de público local y, por supuesto foráneo.
La propia oferta cultural de Colmenar de Oreja, con su Museo de Ulpiano Checa, su magnífica iglesia y un largo etcétera hacen muy atractivo el desplazamiento a dicha población desde cualquier punto de la Comunidad de Madrid o incluso otras comunidades cercanas para pasar un buen día y culminarlo con la asistencia a un concierto de calidad.
Dicen que la segunda edición de los festivales es donde se ve verdaderamente su futuro y continuidad. ¿Qué opina sobre esta creencia? ¿Cuáles son sus expectativas?
La verdad, desconocía esa creencia. Pero mi opinión o intuición es que el Festival Brunetti tendrá muchas más ediciones. Aún queda mucha música de Brunetti por recuperar y dar a conocer. Y no sólo de Brunetti, sino de sus contemporáneos, algo importante para dar variedad a la programación y al mismo tiempo cumplir con el objetivo de recuperar el patrimonio musical español del siglo XVIII, un objetivo que compartimos tanto Ars Hispana como la Camerata Antonio Soler.
Al mismo tiempo, tratamos de incluir música de otros autores europeos (y también americanos de los virreinatos) con el fin de contextualizar la música española en la estética de su época. De hecho, los archivos musicales españoles están repletos de partituras de Haydn, Mozart, Pleyel, etc. en copias o ediciones del siglo XVIII.
Hablemos de Jasón, la obra escénica de Brunetti: ¿es zarzuela o es ópera? ¿de cuántos artistas estamos hablando? ¿se usará el foso para la orquesta?
«Jasón o la conquista del vellocino» es una zarzuela heroica, con sus diálogos, tal y como corresponde al género, pero con una música de calidad y en cantidad (un total de 17 números) y la inserción de algunos recitativos, lo cual hacen que se asemeje a una ópera de estilo napolitano.
En ocasiones, parece que estamos escuchando una ópera de Haydn o incluso de Mozart en su periodo de juventud. El reparto artístico consta de 7 cantantes-actrices (sólo mujeres), algunos figurantes (soldados, ninfas…) y una orquesta bastante nutrida formada por 5 ó 6 violines, viola, violonchelo, contrabajo, flautas, oboes, fagot, trompas y trompetas, además del clave como instrumento de continuo. Por supuesto, usaremos el foso de la orquesta, que es uno de los mayores atractivos del Teatro Diéguez, por la calidad de su acústica y óptimas dimensiones.
Este tipo de espectáculos escénicos son económicamente costosos en recursos humanos, técnicos y artísticos. ¿cree que puede lograr que exista continuidad para un proyecto como este?
Somos conscientes del coste que conlleva cualquier producción escénica de este tipo, pero por suerte contamos con un equipo humano, técnico y artístico que trabaja de forma muy profesional y con modestos presupuestos.
A todos nos une la ilusión de ser los primeros en recuperar este repertorio. Y, por supuesto, deseamos que tenga continuidad en posteriores ediciones la inclusión de una obra escénica (zarzuela, ópera…) en la programación del festival. Existe un amplio repertorio de este género aún desconocido y de gran calidad, tal y como pensamos que es el caso de la zarzuela «Jasón» de Brunetti.
Brunetti vivió y murió en Colmenar de Oreja. ¿Qué implicación tienen el Ayuntamiento, las empresas e instituciones locales y regionales en este festival?
La implicación del Ayuntamiento y algunas empresas de Colmenar de Oreja es total, pues apuestan por un personaje histórico hasta hace poco conocido pero totalmente identificado con la población, dado que es un personaje histórico hasta hace poco desconocido pero totalmente identificado con la población, dado que tuvo vínculos afectivos (sus dos mujeres eran de allí) y económicos (compró tierras y diversas posesiones en el territorio colmenarete) y, por último, está enterrado en su iglesia principal.
En cuanto a las implicaciones de las instituciones regionales o comunitarias, aunque quizás no son como podríamos desear (estamos a la espera de alguna ayuda o subvención por parte de la Comunidad de Madrid), poco a poco se van incorporando más y más al proyecto; ejemplo de ello es la participación de la Universidad Autónoma de Madrid por segundo año consecutivo a través de una subvención para actividades culturales.
Cuando hablamos de Festival Brunetti ¿se debe entender que sólo nos encontraremos obras de este compositor? ¿Cómo de importante fue Brunetti para la música española de su época y cuál ha sido su influencia posterior?
En la programación del festival encontraremos obras de compositores españoles junto a otros de diferente nacionalidad, todos unidos por la misma época, que viene a ser la segunda mitad del siglo XVIII, coincidiendo con los estilos tardo-barroco, galante y clásico.
Respondiendo a la segunda pregunta, se podría decir que Brunetti fue un autor reconocido y elogiado por sus coetáneos, incluso fuera de nuestras fronteras (se conoce alguna interpretación de sinfonías y otras obras suyas en París), aunque a decir verdad, su permanencia exclusiva al servicio de la corte madrileña y la casi inexistente edición de sus composiciones hicieron que tanto la difusión de su obra como la influencia en otros compositores fuese más bien escasa.
Además, el giro político en España con la Guerra de la Independencia y sus consecuencias, unido a los cambios estéticos en la música (la aparición del romanticismo y la ópera belcantista) no fueron propicios para que otros compositores siguieran la línea trazada por Brunetti.
La Camerata Antonio Soler es, actualmente, el núcleo duro de este festival, en sus vertientes de música escénica, de cámara y agrupaciones. ¿Desea que siga siendo así en futuros festivales, con invitación a 2 ó 3 ensembles de prestigio o piensa que se puede abrir a orquestas mayores y a un mayor número de agrupaciones?
El planteamiento de la segunda edición creemos que puede ser el que perdure y tenga continuidad. Acaso podría crecer en número de ensembles invitados, pero dudo que abramos la programación a orquestas mayores, debido a la propia idiosincrasia de las orquestas del siglo XVIII, de un reducido número de músicos.
No obstante, tampoco debemos dejar las puertas cerradas a una ampliación hacia el siglo XIX, con presencia de orquestas de mayor envergadura y repertorio del primer romanticismo, que nos parece especialmente interesante.
¿Cómo cree que ha evolucionado la Camerata Antonio Soler desde 2020, año de la pandemia? ¿Existe para usted un antes y un después?
Sin duda la pandemia ha influido en la evolución de la Camerata Antonio Soler. La difícil situación con el confinamiento y la cancelación de conciertos nos hizo recapacitar y replantear ciertos aspectos de la estrategia en la programación y diseño de los conciertos. Por ejemplo, se potenció la aparición y actividad de pequeños grupos de solistas (dúos, tríos, cuartetos…) de la Camerata, y se añadió un nuevo componente de tipo pedagógico explicando y comentando las obras durante el propio concierto.
Asimismo, la escasez de conciertos nos hizo valorar mucho más cada una de nuestras actuaciones y agudizar el ingenio para incrementar el atractivo de nuestras propuestas de cara a los programadores, algo que continuamos haciendo en la actualidad. En resumen, la pandemia no supuso un antes y un después para la Camerata, pero sí conllevó determinados cambios.
Salzburgo es un referente para los festivales de música de todo el mundo, pero su tamaño, su potencia económica, los casi dos centenares de conciertos y el gancho de Mozart lo ponen muy lejos de casi todos los demás ¿Según su opinión, qué aporta a este formato el Festival Brunetti y cómo ve su futuro?
Salzburgo comenzó siendo un festival local de escaso alcance, pero fue creciendo exponencialmente a lo largo de los años. Sin ser demasiado ambiciosos (un segundo Salzburgo en Colmenar de Oreja parecería excesivo), al menos quisiéramos conservar el formato actual o quizás ampliarlo un poquito, ya que un excesivo crecimiento conllevaría necesariamente ciertas trabas logísticas, como por ejemplo el alojamiento, que no es muy abundante en la población. Pero todo es posible, desde luego.
El formato actual pensamos que es cómodo tanto para la propia idiosincrasia del municipio como para los visitantes que vienen a los conciertos, con una suficiente oferta de alojamiento y muy generosa en términos de restauración.
Por último ¿Qué características o requisitos debe cumplir una agrupación para poder participar en el III Festival Brunetti? ¿se prima que sean “brunetistas”, el estreno de obras o que ya tengan un prestigio consolidado?
Lo que se busca o pide en primer lugar es que haya alguna obra de Brunetti en el programa (a ser posible inédita) y en segundo lugar que sea una agrupación de cierto prestigio y preferentemente especializada en la interpretación con criterios historicistas, aunque también estamos abiertos a programas transversales, con obras del siglo XVIII y otras posteriores o incluso contemporáneas, siempre que tengan algún tipo de conexión.
Muchas gracias por concedernos esta entrevista.
Gracias a ustedes.
TLM