Con la soprano norteamericana Angela Meade
Ermione es una ópera trágica (azione tragica) en dos actos de Gioachino Rossini con libreto italiano de Andrea Leone Tottola, basado en la obra de teatro Andromaque de Jean Racine.
La obra se estrenó en el Teatro di San Carlo de Nápoles, el 27 de marzo de 1819. Por razones todavía poco claras, la ópera fue retirada de cartel el 19 de abril después de solamente siete funciones, y no fue vuelta a ver hasta más de cien años después de la muerte del compositor.
Una explicación posible de este fracaso puede ser la elección de Rossini del recitativo secco en favor de una declamación de tipo accompagnato y de conectar los diferentes números de una manera que recuerda las óperas francesas de Gluck o de Spontini.
Sábado 23 de noviembre a partir de las 19:00hs
A pesar del fracaso, Rossini tenia una enorme estima por su obra y conservó el manuscrito, al igual que otros de sus años napolitanos, hasta su muerte. El autógrafo fue después entregado por su viuda, Olympe Pélissier, a Eugène Lecomte, quien lo entregó a la Biblioteca de la Ópera de París.
Hoy en día, Ermione está considerada como una de las más grandiosas creaciones rossinianas, imponente como un friso griego. Entre las novedades podemos señalar la inclusión de un coro de hombres en la obertura (que habla de la perdida gloria de Troya) o la gran escena de la protagonista, de unos cuarenta minutos de duración, y con la novedad de la intervención de otros personajes.
La producción que escucharemos este sábado fue recogida, precisamente, en el lugar mismo de su creación, y corresponde a las celebraciones de su histórico aniversario. Al frente de un elenco de especialistas y de un maestro bien conocido por sus interpretaciones historicistas, tendremos en el exigente papel titular (escrito para la legendaria Isabel Colbrán) a la soprano norteamericana Angela Meade, que hace del mismo toda una creación desde que lo debutara frente al público coruñés bajo la batuta de Alberto Zedda en junio de 2015. Y es que Rossini se refería a Ermione como “mi pequeño ‘Guillaume Tell’ italiano, que no verá la luz del día hasta después de mi muerte”.
