JAZZMADRID ’17, bate récords de asistencia y aumenta 30% en relación a su edición ’16

Resumen de los números

Un total de 40.782 espectadores asistieron al más de un centenar de actuaciones y actividades de JazzMadrid´17. A los 45 conciertos programados por La Noche en Vivo acudieron 4.500 personas.

De los 46 conciertos de Conde Duque y el teatro Fernán Gómez CC de la Villa, más de la mitad colgaron el cartel de no hay entradas con más de 16.000 espectadores. Una alta participación igualmente tuvieron la  exposición fotográfica de Jean-Pierre Lenoir y los ciclos de cine, conferencias, masterclass y lectura dramatizada, que alcanzaron las 13.225 personas.
La web del festival fue visitada por 140 países, registrando un total de 319.020 visitas, de las que el 10% proceden del extranjero (31.902 visitas).
Los diferentes escenarios que han formado parte de la programación de JAZZMADRID´17, como CentroCentro, Círculo de Bellas Artes, Instituto Francés, el recuperado Festival de Jazz en Ciudad Lineal y por  primera vez en esta edición, el programa de CiudaDistrito de Jazz en los Distritos, consiguieron reunir a más de 5.000 espectadores.
Un público heterogéneo de una media de edad entre los 30 y 40 años acudió en su mayoría a los conciertos.
El 25% de las propuestas musicales fueron protagonizadas por mujeres, el mismo porcentaje que artistas españoles.

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Hondura y festejo en la clausura de JAZZMADRID

Casi desde su nacimiento, el experimentalismo musical en torno al jazz no ha cesado hasta la fecha, y hoy tiene uno de sus máximos exponentes en el clarinetista Don Byron. A este músico, de personalidad muy definida, se le ha podido disfrutar tanto en solitario, como en los grupos de Steve Coleman o Uri Caine, y ello por citar solo un par de ejemplos. Anoche compareció en JAZZMADRID, ofreciendo en Conde Duque un concierto a dúo con el pianista cubano Aruán Ortiz.

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Dave Douglas – El trompetista ofreció un concierto en Conde Duque, con estrellas invitadas como Carla Bley y Steve Swallow

El jazz de la diferencia

Aruán, que, aunque más joven, tiene una escuela y una filosofía similares a las de Don Byron, es uno de esos músicos latinos llamados a orientarnos con nuevas perspectivas. Y, efectivamente, así resultó anoche. Ambos intérpretes revelaron tener un mundo propio, una historia compartida para contar y un pacto con la sensibilidad y la inventiva que se notaba desde los primeros compases de su concierto.

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Jorge Pardo y Djinn – photo Lucia Calatayud

Una camerística de alto nivel alimentada por las habilidades solistas de ambos músicos, pero también sustentada en contenidos de manifiesto interés: “Black and Tan Fantasy”, de Ellington, algún estudio de Bach, composiciones de ambos músicos y una versión de “Along came Betty” de Benny Golson, títulos todos desarrollados de una forma muy libre e, incluso, radical. Fue un concierto de magnífica catadura, al servicio de estas dos glorias del jazz contemporáneo.

Jorge Pardo y Djin: potente magma sonoro

La noche, en cualquier caso, tuvo un segundo plato de alta gastronomía jazzística. Era el colofón de JAZZMADRID y los organizadores reservaban en el teatro Fernán Gómez una delicia artística para satisfacer a una audiencia que, desde el pasado 2 de noviembre, no ha dejado de acudir a los conciertos programados. La recompensa consistió en una velada en compañía del potente magma sonoro que destila el Proyecto Djin, el quinteto que dirige el saxofonista y flautista Jorge Pardo, cuya música alimentan los jugosos frutos de la imaginación flamenca del músico.

Djin es una máquina rítmica electrificada y multicultural, que quiere dar alas nuevas al propósito aflamencado de siempre del saxofonista. Los nuevos recursos de la banda -teclados e, incluso, un dj, que convertía el quinteto en sexteto- permiten que aparezcan salpicaduras de color en el discurso, y unos músicos cargados de identidad buscan incluso la confrontación con argumentos sonoros nacidos en otras culturas.

Un escalofrío que no cesa

El resultado es una catarata de sonidos libres, heridos e hirientes, que rayaba en la ciencia-ficción. Todo fue potente en este concierto. La actitud: una revuelta ultramoderna de un músico, como Jorge Pardo, muy lúcido y multilaureado. Hasta la pantalla que lucía tras la banda mostraba unos diseños en movimiento que conformaban una sugerente iconografía de la psicodelia.

El complicado equilibrio de la síntesis

Y, al frente de todo, Jorge Pardo; alternando turnos en un teclado de ordenador y en el saxo y la flauta, con esa forma de tocar desoladamente descarnada o infinitamente colérica, además de la loca pandilla de músicos que le acompañaba. El guitarrista Rycardo Moreno reivindicaba a menudo la titularidad de los instrumentos solistas, explotando más su paleta expresiva que las posibilidades rítmicas. Y los teclados de Tony Romero buscaban, a la luz del gran Joe Zawinul, el difícil equilibrio de conservar la identidad, mientras intentaban apoderarse de lenguajes ajenos sin que la operación se invirtiese.

A Jorge Pardo se le atribuye buena parte de la paternidad de la modernidad jazzística española, gracias a formaciones cardinales en su madurez como el grupo Dolores. Más tarde, él y Chano Domínguez, con permiso de aventuras locales como las protagonizadas por Pedro Iturralde o, lejos de nuestras fronteras, las de Coltrane, Miles Davis o Chick Corea, fueron los verdaderos responsables de ese latido híbrido que es el jazz-flamenco. Djin es el último paso que el músico ha dado en esa carrera por la síntesis de estilos; un invento sonoro para sacar al jazz-flamenco del gueto intelectual en el que vive, y ponerlo a competir directamente con los hallazgos de Miles Davis en los años 70 recurriendo a la más lisérgica de las experiencias. Fue una magnífica fiesta de clausura, en todos los órdenes.

Una edición afortunada

Con Djin se cerró anoche la convocatoria más feliz de JAZZMADRID hasta el momento. Siete conciertos excepcionales justificarían su programación por completo. Han sido los de Fred Hersch, Anouar Brahem, Sheila Jordan, Bill Frisell, Steve Coleman, Tigran Hamasyan y Dave Douglas con Carla Bley y Steve Swallow en el Riverside Quartet. Todas fueron comparecencias de mucha sustancia y comprometidas con el avance del jazz.

Los recitales vibrantes del etíope Mulatu Astatke y del Mad Skillet de John Medeski han sido otra de las grandes apuestas -muy atinadas ambas- de la muestra. Y muy agradecibles fueron las fiestas que organizaron en la escena dos tercetos: Delgres, desde la isla Guadalupe, y Vieux Farka Touré desde Mali. En este capítulo del blues no es posible dejar de destacar la presencia del histórico Joe Louis Walker, cuyo concierto fue el ejemplo claro de que -sin que sea axioma- es posible realizar un trabajo sincero y muy atractivo para el gran público.

El espléndido nivel de nuestros músicos

En el apartado local, las presentaciones de Moisés P. Sánchez y las dos de Jorge Pardo, con Djin y junto a Carles Benavent y Tino Di Geraldo, alcanzaron en diversos momentos enormes niveles de expresividad. Y el homenaje a Frank Zappa, de Perico Sambeat, fue emocionante también, por la singularidad de los arreglos concebidos por el músico valenciano para big band.

Sin embargo, sobre todo, hay que destacar que en este ciclo ha estado incluido el concierto más entrañable, y uno de los mejores, de la convocatoria; el del trío del contrabajista Ron Carter, una perla artística para anotar en nuestras biografías y una sesión privilegiada que merecería volver a ser disfrutada pronto.

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El guitarrista belga Philip Catherine cautivó anoche a la audiencia del Fernán Gómez

El balance final de JAZZMADRID

El recién concluido Festival Internacional de Jazz de Madrid ha batido récords de asistencia. Un total de 40.782 espectadores se sumaron al más de un centenar de actuaciones y actividades programadas, lo que supone un incremento del 30% respecto al año anterior. De las 46 actuaciones realizadas en sus sedes principales de Conde Duque y teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa, más de la mitad colgaron el cartel de no hay entradas. Cabe destacar el hecho de que a la mayoría de estos conciertos acudió un público heterogéneo de una media de edad entre 30 y 40 años, reflejando así el interés que la música de jazz sigue despertando entre los jóvenes.

Los conciertos programados en estos dos centros sumaron 16.483 espectadores, mientras que los 45 conciertos de las 15 salas de La Noche en Vivo recibieron a 4.500 personas. A ellas habría que añadir otras 13.225, cifra que pertenece tanto al público que visitó la exposición El Jazz según Jean-Pierre Lenoir, emplazada en el vestíbulo del Auditorio Conde Duque, como a los asistentes a los ciclos de cine, conferencias, la masterclass del pianista Moisés P. Sánchez y la lectura dramatizada a cargo de Teatro de la Reunión.

Además, a estas cifras se suman las obtenidas en los distintos conciertos en otros espacios que han participado en el festival, como CentroCentro, Instituto Francés o el ciclo de Jazz Círculo del Círculo de Bellas Artes que sumaron 809 personas. El ciclo Jazz en los Distritos del programa CiudaDistrito, que ha extendido el festival por primera vez este año por diferentes distritos municipales de la ciudad como Chamartín, Ciudad Lineal, Hortaleza, Latina, Moratalaz, Puente de Vallecas y Salamanca, reunió a 3.950 asistentes. Por último, al recuperado Festival de Jazz de Ciudad Lineal asistieron 1.225 espectadores.

Otro dato importante que refleja la expectación suscitada es el amplio seguimiento en sus redes sociales y el incremento en el número de visitas en su web que en el arranque del festival, entre los días 2 y 5 de noviembre, duplicó las de la pasada edición, sumando 319.020 consultas entre los meses de octubre y noviembre, muchas de ellas provenientes del extranjero, con un total de 140 países de todos los continentes, siendo estadounidenses, británicos y franceses por ese orden los ciudadanos, usuarios y aficionados, que más visitas generaron.

Pero al margen de las cifras, el festival ha destacado por su calidad. JAZZMADRID´17, impulsado por el Ayuntamiento de Madrid con el patrocinio de Cervezas Alhambra, aumentó su programación en relación a otras ediciones y ofreció más de 6 horas diarias ininterrumpidas de jazz. Un año más se ha dado la oportunidad de descubrir nuevos creadores junto a otros ya consagrados. Asimismo, mantuvo una programación estilísticamente equilibrada y plural que volvió a reunir a los artistas más relevantes del panorama jazzístico español, quienes compartieron cartel con reconocidos nombres de la escena internacional.

Ron Carter, Dee Dee Bridgewater, Roberto Fonseca, Mark Guiliana, Henri Texier, Marilyn Mazur, Steve Coleman, Uri Cane, Sheila Jordan, Mulatu Astatke, Mostly Other People, Anouar Brahem, Bill Frisell, Tania Giannouli, Melissa Aldana y Dave Douglas & Chet Doxas y Joe Louis Walker fueron quienes más público congregaron en el apartado de artistas internacionales, mientras que Jorge Pardo, Guilermo McGill, Perico Sambeat y Baldo Martinez lo hicieron entre los nacionales. Cerca de un 25 % de las propuestas musicales fueron protagonizadas por mujeres, igual porcentaje que de artistas españoles. Asimismo, el jazz que nos habrá de visitar mañana en nuestro país, quedó reflejado en el renovado compromiso con la educación musical que siempre ha caracterizado los programas de JAZZMADRID, descubriendo interesantes citas en los recitales que ofrecieron nuevamente estudiantes de conservatorios y jovencísimos interpretes como los de las formaciones de la Amaniel Big Band y la Creativa Junior Big Band. A ambas se le sumaron este año la Big Band de Arturo Soria, que participó por vez primera en el programa.

En la edición de este año, que se ha celebrado del 2 al 30 de noviembre, el festival amplió su programación con más de un centenar de actuaciones con todas las estéticas del jazz, abriendo ventanas a propuestas tan atractivas como las del laudista tunecino Anouar Brahem, la pianista griega Tania Giannouli o el vibrafonista etíope Mulatu Astatke, así como una breve sección denominada “No solo jazz” protagonizada por las cantantes Dayme Arocena, Lila Downs y Becca Stevens. Al mismo tiempo, aumentó la oferta de conciertos de blues con nombres tan destacados como el del veterano guitarrista Joe Louis Walker. Y, junto a él, el toque multicolor de Vieux Farka Touré desde Mali, el de Delgres desde la Isla Guadalupe, el blues local de la cantante Big Mama Montse, el guitarrista Javier Vargas o el proyecto Funk Apostles del organista Cory Henry.

El programa se completó con un ciclo de debates y conferencias a cargo de algunos de los representantes más importantes de la vida cultural y la crítica de jazz en España, una lectura dramatizada de textos de autores como Jack Kerouac, Julio Cortázar o Boris Vian, entre otros, a cargo de Teatro de la Reunión, bajo la dirección de Juan Carlos Corazza y música en directo del pianista Pepe Rivero. El público pudo asistir también a las mencionadas masterclass, impartida por el pianista Moisés P. Sánchez, y la muestra fotográfica sobre el increíble legado del fotógrafo Jean-Pierre Leloir. Asimismo, se proyectaron varias películas documentales y de ficción, entre ellas “Ascensor para el Cadalso” de Louis Malle, “Michael Petrucciani”, documental sobre el icónico pianista francés, o “Miles Ahead”, aclamada cinta dirigida por Don Cheadle sobre Miles Davis.

NdeP

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