Con obras de Liszt, Schumann y Chopin
El Salón de los Espejos del Teatro Calderón de Valladolid fue el lugar elegido para la presentación esta semana del primer disco de Guillermo Hernández Barrocal, The Romantic Piano, en un acto en el que participó el alcalde de Valladolid, Óscar Puente.
Merecedor el pasado mes de mayo del Primer Premio en el III Concurso Internacional de Jóvenes intérpretes de Estepona (un reconocimiento que une a los obtenidos en concursos nacionales e internacionales como el Concurso César Franck de Bruselas o el Concurso Internacional de piano de Pernik (Bulgaria), entre otros muchos).
Guillermo Hernández Barrocal ha elegido para su primer álbum tres grandes obras del repertorio pianístico romántico de tres compositores coetáneos: la Rapsodia española de Franz Liszt, Carnaval de Robert Schumann y la Fantasía en Fa menor de Chopin.
“El Romanticismo es, para todo artista, una época espléndida, una gran cumbre de las artes. Es con la que más me identifico. Cuando exploro la obra romántica musical me doy cuenta de que mis impresiones son diferentes en cada interpretación, sensaciones nuevas y frescas. Pequeños matices que marcan la diferencia entre lo correcto y lo más hermoso”, señala Guillermo.
El álbum ha sido grabado con el sello discográfico Play Classics y Guillermo ha contado durante todo el proceso con el apoyo de su profesor, el pianista ruso Andrey Yaroshinsky.
“Tengo un objetivo cuando interpreto una obra: transmitir el rigor y disciplina, y a la vez la naturalidad, la belleza y mis propias sensaciones a la hora de tocar. Dos facetas muy distintas de un artista que deben estar presentes en un perfecto equilibrio”, destaca el joven pianista.
Nacido en Valladolid en 2008, Guillermo Hernández Barrocal comenzó a estudiar piano a los 8 años. Desde 2019, Andrey Yaroshinsky, profesor del Centro Superior de Enseñanza Musical Katarina Gurska, es su maestro. Ha actuado en festivales como Cap Roig (Girona) y en salas como la Gustav Mahler de Dobbiaco (Italia), Cultuurraad Kraainem de Bruselas (Bélgica) o el Auditorio de León.
NdeP
