XVII Festival Internacional de Música de Cámara de Albacete
El sábado 12 de mayo actúa en el Auditorio Municipal, a las 20h., el dúo formado por la violinista Agnès Pyka y el pianista Antonio Soria, rindiendo homenaje a Claude Debussy en el 100 de su muerte, con un programa monumental que contiene obras culminantes de la música de cámara de Debussy, Ravel y Poulenc y dos soneti de Eduardo Toldrá, en el marco del FIMCA 17, XVII Festival Internacional de Música de Cámara de Albacete.
Se trata de un programa de una belleza y dificultad extraordinarias, que explica Antonio Soria como verdaderas obras de arte sonoras que, en efecto, culminaron la carrera de compositores de la talla de Debussy o Ravel, en ambos casos, con sus sonata para violín y piano. Debussy es un icono que marca un antes y un después en la historia de la música. A partir de la Exposición Universal de 1889 en París, multitud de artistas se impregnan de otras culturas en búsqueda de la expansión de su lenguaje artístico. En el caso de Debussy se habla de impresionismo, aunque él mismo despreció el término y la revisión de la historiografía de la música lo sitúa entre el simbolismo y el impresionismo.
El programa comienza con la Sonata pour violon et piano posthume de Maurice Ravel (1875-1937), escrita en un único movimiento cuando tenía sólo 22 años, y que en vida no terminó de considerar digna de su catálogo, a pesar de estar repleta de ingeniosas muestras de su rico y original lenguaje, que evoca la influencia de su maestro Gabriel Fauré y de Cesar Franck. La sonata se llama póstuma por haber sido publicada un siglo después de su muerte, en 1975. Crea un ambiente mágico y ensoñador con armonías sinuosas y sonoridades inconfundibles de Ravel, para dar paso a dos páginas preciosistas del compositor barcelonés Eduardo Toldrá (1895-1962): la Oración a Mayo y el Soneto de la Rosada. Ambas precedidas de la lectura, a cargo de la rapsoda Llanos Salas, de los poemas que encabezan sus partituras, firmadas por los poetas Josep Carner i Puig-Oriol (1884-1970) y Trinitat Catasús i Catasús (1887-1940). Se trata de dos joyas del modernismo musical español, escritas con maestría por un buen conocedor de ambos instrumentos como era Toldrá, quien derrama en estas partituras trazos de expresividad y sencillez de una belleza cautivadora. Música primaveral, nostálgica y evocadora.
Programa
Hommage à Debussy
Agnès Pyka (violín) & Antonio Soria (piano)
Parte 1
Maurice Ravel (1875-1937)
Sonate pour violon et piano posthume
Eduardo Toldrá (1895-1962)
Oració al Maig
Soneti de la Rosada
Francis Poulenc (1899-1963)
Sonate pour violon et piano FP 119
1) Allegro con fuoco
2) Intermezzo
3) Presto tragico
Parte 2
Maurice Ravel (1875-1937)
Sonate pour violon et piano nº 2 M 77
1) Allegretto
2) Blues. Moderato
3) Perpetuum mobile. Allegro
Claude Debussy (1865-1918)
Sonate pour violon et piano L 140
1) Allegro vivo
2) Intermède. Fantasque et léger
3) Finale. Très animé
Sábado 12 de mayo a las 20:00hs | Auditorio Municipal Albacete
Venta de entradas
A continuación uno de los más célebres compositores del llamado (por el musicólogo, compositor e hispanista francés Henri Collet) “grupo de los seis”: Francis Poulenc. Música excéntrica y exótica que contiene una dificultad en su lenguaje e interpretación afín al tamaño de su interés artístico, reconocido mundialmente por los más grandes intérpretes. La sonata está dedicada, en su revisión de 1949, al poeta español Federico García Lorca. En esta música se puede escuchar la muerte del poeta y sus cantos a lo gitano, a la infancia, …se puede escuchar el desfile militar de los ejecutores, la magia del surrealismo y la acritud de la tragedia. Antes del segundo movimiento, la rapsoda Llanos Salas recitará los versos que ilustran la partitura, del poema Las seis cuerdas de Federico García Lorca.
Después, la segunda sonata de Ravel, la última obra camerística que escribió el compositor a la memoria de Debussy entre los años 1922 y 1927, de la que su dedicataria, la violinista fetiche del autor, Hélène Jordan-Morhange dijo en 1945 que se trata de la obra más excepcional de Ravel. De gran virtuosismo instrumental y sonoro. Contiene un Blues (es el nombre del segundo movimiento) en una alarde de universalidad capaz de sublimar el estilo americano con la destreza creativa que tanto admiraría George Gershwin.
Y para culminar el programa, la sonata para violín y piano de Debussy, escrita en el invierno de 1916-1917, su última obra importante que él mismo estrenó en la salle Gaveau de París, junto al violinista americano Arthur Hartmann, tan sólo un mes antes de su fallecimiento en la capital francesa el 25 de marzo de 1918. La referencia a Couperin y Rameau aparece en el gusto matizado, alternativamente decorativo, caprichoso, en movimiento; sin embargo, los tres movimientos de la sonata se unen en un lienzo discontinuo, «lleno de un tumulto feliz» según Debussy, la sonata es atravesada por acentos misteriosos y angustiosos, dolorosos y tiernos, y bajo la apariencia caprichosa del intermedio Ccentral, se adivina una sensación trágica. Debussy comparó la Final, que le dio muchos problemas, con el «juego simple de una idea que gira sobre sí misma como una serpiente mordiéndose la cola».
Todavía pueden conseguir sus entradas en globalentrada, y en taquilla del Auditorio Municipal (2 horas antes del concierto), con numerosos descuentos (sobre la tarifa general de 10 €) para el público en función de sus circunstancias: 70% de descuento para menores de 12 años (acompañado de adulto), personas con discapacidad (grado 65% o superior), personas con desempleo de larga duración; 50% de descuento para menores de 25 años (estudiante), personas con discapacidad (grado 35% o superior); 20% de descuento para personas mayores de 65 años (jubilado) y grupos. Tratándose de un concierto de abono de la Sociedad de Conciertos de Albacete, la entrada es gratuita para los abonados.