Inicia la temporada de Ópera de Cataluña con ‘Così fan tutte’ de Mozart

Será los días 25, 27 y 29 de octubre

La temporada de Ópera de Cataluña iniciará el Teatro La Farándula de Sabadell con el estreno de la representación ‘Così fan tutte‘ de Mozart. Se trata de un espectáculo que según Mirna Lacambra «muestra la iniciación en el conocimiento de la verdadera naturaleza del amor por parte de dos parejas de jóvenes«.

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El 24 de noviembre el teatro sabadellense acogerá el Gran Concierto Homenaje al Banco Sabadell, un espectáculo que se lleva a cabo para agradecer el apoyo de la entidad bancaria a Amigos de la Ópera de Sabadell y Ópera en Cataluña – que este año cumple 30 años de vida-, desde sus inicios en 1982. «no habría sido posible si no hubiera creído en nosotros, apoyándonos, dándole nosotros hay apoyo económico y moral, año tras año, sin nunca desfallecer durante 35 años» , aseguró Lacambra.

En el concierto intervendrán el Coro Amigos de la Ópera de Sabadell, la Orquesta Sinfónica del Vallès y «un maravilloso ramillete de grandes cantantes del momento, que interpretarán las más bonitas arias y duetos de las óperas«, ha apuntado la presidenta. Todos ellos estarán dirigidos por Daniel Gil de Tejada.

Uno de los momentos clave de la temporada llegará el mes de febrero con el estreno de una de las obras maestras del compositor Giuseppe Verdi: ‘Don Carlo’. Según Lacambra este es «el gran reto de la temporada» debido a su «grandiosidad musical y argumental». La programación finalizará con la puesta en escena de dos títulos consagrados: ‘Cavalleria Rusticana’ de Mascagni y ‘Pagliacci’ de Leoncavallo. Se representarán el 25, 27 y 29 de abril. A lo largo de sus 35 años de vida la Asociación de Amigos de la Ópera de Sabadell ha realizado 841 espectáculos, tanto en Sabadell como en otros puntos de la geografía catalana, española y mundial.

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Coro Amigos de la Ópera de Sabadell

Representaciones

Fecha: 25/10/2017 Horario: 20.00 h  Lugar: Sabadell, Teatre La Faràndula
Fecha: 27/10/2017 Horario: 20.00 h  Lugar: Sabadell, Teatre La Faràndula
Fecha: 29/10/2017 Horario: 18.00 h  Lugar: Sabadell, Teatre La Faràndula
Fecha: 01/11/2017 Horario: 18.00 h  Lugar: Tortosa, Teatre Auditori
Fecha: 05/11/2017 Horario: 18.00 h  Lugar: Manresa, Teatre Kursaal
Fecha: 10/11/2017 Horario: 20.30 h  Lugar: Sant Cugat del Vallès, Teatre-Auditori
Fecha: 12/11/2017 Horario: 18.00 h  Lugar: Granollers, Teatre Auditori
Fecha: 14/11/2017 Horario: 21.00 h  Lugar: Reus, Teatre Fortuny
Fecha: 19/11/2017 Horario: 18.00 h  Lugar: Tarragona, Teatre Tarragona

Reparto

Fiordiligi Núria Vilà
Dorabella Anna Tobella
Guglielmo Carles Pachón
Ferrando Joan Francesc Folqué
Despina Elisa Vélez
Don Alfonso Enric Martínez-Castignani

Director de orquesta Daniel Gil de Tejada
Director del coro Daniel Gil de Tejada
Director de escena Pau Monterde
Asistente de escena Anna Ponces
Escenografía Elisabet Castells
Iluminación Nani Valls
Vestuario AAOS
Cor Amics de l’Òpera de Sabadell
Orquestra Simfònica del Vallès

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Argumento

Drama jocoso en dos actos (sobretitulado en catalán)
Texto de Lorenzo da Ponte
Estrenado en el Burgtheater (Viena) el 26 de enero de 1790

La trama se desarrolla en Nápoles, hacia el año 1790

ACTO PRIMERO

En un café de la ciudad de Nápoles, tres amigos discuten sobre la fidelidad (La mia Dorabella). Don Alfonso, un viejo filósofo, afirma que ésta no es cualidad que pertenezca a las mujeres. Guglielmo y Ferrando, jóvenes oficiales del ejército real, lo contradicen indignados. Fiordiligi y Dorabella, sus respectivas prometidas, son verdaderos modelos de fidelidad (ê la fede delle femmine). Don Alfonso propone una apuesta: cien monedas de oro a que, antes de que pase un día, estas mujeres les serán infieles. Los militares aceptan de inmediato y, de tan seguros como están de ganar, ya piensan en cómo van a gastar el dinero (Una bella serenata).

Las hermanas Fiordiligi y Dorabella, recién levantadas, contemplan los retratos de sus enamorados (Ah, guarda, sorella). Sus divagaciones son interrumpidas por Don Alfonso que llega con cara de funeral (Vorrei dir, e cor non ho).

Las muchachas se asustan: piensan que sus prometidos han muerto. Don Alfonso las saca del error: tienen que partir hacia el campo de batalla inmediatamente. Están tan unidos que ni siquiera se atreven a despedirse. No obstante, entran y seguidamente tiene lugar una tierna escena de adiós (Sento, o Dio, che questo piede), en que las dos mujeres son las más desesperadas. Guglielmo y Ferrando, más serenos, prometen volver (Al fato dan legge).

Lejos, se oye una marcha militar (Bella vita militar) que recuerda a los oficiales su obligación. Una barca viene a buscarlos para llevarlos a la nave. Fiordiligi y Dorabella se resisten a dejarlos marchar (Di scrivermi ogni giorno). El veterano filósofo se mantiene al lado de las muchachas  y los tres manifiestan el deseo de que todo vaya a favor de los soldados (Soave sia il vento).

La camarera Despina sirve el chocolate para el desayuno de las señoras, mientras maldice la vida de criada (Che vita maledetta). Llegan Fiordiligi y Dorabella, desesperadas, pidiendo la muerte. Despina no entiende nada y pregunta la razón de tal estado, sin recibir respuesta. Dorabella parece volverse loca (Smanie implacabile).

Cuando finalmente sabe lo que pasa, Despina se lo toma a broma. Mucho más realista que las señoras, les da un buen consejo: mientras ellos no estén, buscad a otros hombres y divertiros. Al fin y al cabo, ningún hombre vale un penique (In uomini, in soldati). Pero Fiordiligi y Dorabella no son de la misma opinión.

La comedia continua. Don Alfonso pide la colaboración de Despina. Esta tiene que favorecer las intenciones de dos jóvenes que han venido de muy lejos para seducir a las señoras. La camarera lo acepta, a cambio de dinero. Los dos hombres son introducidos en la casa.

Estos no son otros que Guglielmo y Ferrando, disfrazados de caballeros albaneses. Saludan a Despina (Alla bella Despinetta) y ésta se queda azorada viendo su aspecto, pero no los reconoce. Las señoras de la casa continúan trastornadas y gritan a Despina porque ha dejado entrar a gente extraña. Los dos hombres tienen que ser expulsados de inmediato.

Don Alfonso entra y pregunta por la causa del alboroto. Las mujeres están estremecidas por la presencia de hombres y más teniendo en cuenta la situación en la que se encuentran. Ella tampoco han descubierto su identidad. Don Alfonso finge que se trata de unos grandes amigos suyos y, por lo tanto, también lo pueden ser de ellas. Fiordiligi, sin embargo, pregunta por qué han venido y los albaneses dicen que lo han hecho atraídos por la fama de su belleza. Fiordiligi los echa manifestando que nunca, bajo ningún concepto, traicionarán la fidelidad debida a sus prometidos (Temerari! Sortite… Com scoglio).

Viéndolas tan airadas, Guglielmo intenta exponer las virtudes propias y las de su amigo, con el fin de ablandarlas (Non siate ritrosi). Las muchachas, sin embargo, se van muy enfadadas. Entonces, los dos militares ya se ven ganadores de la apuesta (E voi ridete?). Don Alfonso les recuerda que la comedia tiene que durar todo un día y que, ni mucho menos, pueden dar la apuesta por ganada. A pesar de todo, los dos jóvenes, tal como Ferrando dice (Un’ aura amorosa), están llenos de esperanza.

Fiordiligi y Dorabella se abandonan a tristes pensamientos (Ah, che tutto in un momento). De repente aparecen los albaneses, como enloquecidos (Si mora, sì, si mora). Ya que no los quieren, más vale morir. Para conseguirlo, cada uno ingiere un pequeño frasco de veneno (falso, no hace falta decirlo). Las hermanas, aterradas, piden socorro (Gente, accorrete, gente!). Hay que ir a la busca de un médico. Al cabo de pocos minutos llega uno: es Despina disfrazada (Eccovi il medico). Con instrumentos magnéticos y mucha palabrería ridícula, consigue que los pretendientes vuelvan a la vida (Dove son? Che loco è questo?). Aprovechan para abrazar a las muchachas y besar sus manos. El médico que no hay de qué preocuparse, que aún están bajo los efectos del arsénico. A pesar de ello, los dos jóvenes se vuelven cada vez más insistentes hasta que, finalmente, piden abiertamente un beso de las mujeres (Dammi un bacio, o mio tesoro). Fiordiligi y Dorabella reaccionan como dos furias y amenazan a los albaneses. Don Alfonso y Despina apoyan a estos y, muertos de risa, están seguros de que, al final, las virtuosas caerán. Guglielmo y Ferrando, finalmente, están contentos, ya que las ven fieles.

Pero… ¿Y si tanta furia y tanto fuego se convirtieran en amor?

ACTO SEGUNDO

Despina intenta convencer a sus señoras (Una donna a quindici anni): no tienen que lamentarse, tienen que dominar la situación y aprovechar la presencia de los pretendientes de Albania. Las dos hermanas ya no lo tienen tan claro. Sobre todo Dorabella, que tiene la cabeza llena de pájaros, parece dispuesta a seguir los consejos de la criada y, decidiendo pasárselo bien, escoge a uno de los dos (Prenderò quel brunettino).

Los dos pretendientes, encima de una barca, han organizado una serenata (Secondate, aurette amiche). Don Alfonso y Despina los unen, intercambiando las parejas (La mano a me date). De eso se trata, precisamente.

Guglielmo y Dorabella quedan solos. Esta acaba cediendo a las intensas presiones del pretendiente el cual, como prueba de amor, le da una joya en forma de corazón, a cambio del medallón que contiene el retrato de Ferrando (Il core vi dono). Ya ha caído una.

Pero las cosas entre Fiordiligi y Ferrando no van tan bien. Por mucho que él lo intenta, ella lo rechaza y discuten. Finalmente, decide renunciar a ella (Ah, lo veggio, quell’ anima bella).

Cuando Fiordiligi queda sola puede hablar con toda libertad: aunque lo ha estado ocultando está ardiendo de pasión por el albanés y, llena de remordimiento, pide perdón a su Guglielmo (Ei parte… Per pietà, ben mio, perdona).

Los dos amigos se encuentran. Ferrando, muy contento, dice que ya ha ganado. Su compañero, sin embargo, le comunica cómo le ha ido con Dorabella y Ferrando se desespera. Guglielmo aprovecha la ocasión para cargar contra las mujeres en general (Donne mie, la fate a tanti). Ferrando se lamenta y pide venganza mientras su amigo reclama a Don Alfonso su parte de la apuesta. Este le pide paciencia ya que aún no ha terminado el plazo.

Despina aplaude la actitud de Dorabella. Fiordiligi, aún no decidida a dar el paso, está de mal humor y las abronca. Su hermana, por su parte, ha aceptado la situación despreocupadamente y canta al amor y sus caprichos (È amore un ladroncello).

Fiordiligi toma una heroica decisión: se disfrazará con un uniforme de Guglielmo e irá a encontrarlo en el campo de batalla. Pero antes, Ferrando hace un último intento (Fra gli amplessi) i triunfa plenamente. Fiordiligi se derrumba y se entrega totalmente a él. Guglielmo lo ha visto y ahora es suyo el turno de desesperarse.

Don Alfonso es el ganador de la apuesta y propone que se casen con las infieles. Ellos no lo quieren, pero el viejo filosofo quita importancia al tema: hay que tomárselo bien ya que lo que ha pasado es propio de la misma naturaleza. Siempre es igual: COSÌ FAN TUTTE (todas hacen lo mismo).

Despina y el resto del servicio de la casa están ultimando los preparativos para la fiesta nupcial (Fate presto, o cari amici), bajo la supervisión de Don Alfonso.

Llegan los novios, saludados con augurios de fertilidad (Benedetti i doppi coniugi), y brindan. Guglielmo, sin embargo, está hundido en los más negros pensamientos.

Llega el notario. Es Despina, nuevamente disfrazada (Augurandovi ogni bene). Lee el contrato nupcial, que es firmado solo por las mujeres. Antes de que ellos puedan hacerlo, se oyen tambores y una marcha militar en la lejanía (Bella vita militar). Don Alfonso mira por la ventana y, horrorizado, dice que Guglielmo y Ferrando acaban de volver. Todo el mundo pierde los nervios i los albaneses se esconden.

Regresan los dos oficiales. Ha habido contraorden y por esto vuelven tan pronto (Sani e salvi, agli amplessi amorosi). Las dos mujeres intentan disimular como pueden su turbación. Guglielmo y Ferrando descubren a Despina, escondida. Dice que ha vuelto de un baile de máscaras, vestida de notario. Fiordiligi y Dorabella no entienden absolutamente nada.

Don Alfonso deja caer el contrato, que es recogido por Ferrando (Ma che carte sono queste?). Cuando los dos militares ven de qué se trata su furia no conoce límites. Las dos muchachas, muertas de miedo, hacen recaer toda la culpa sobra ellas y piden la muerte. De paso, acusan a Don Alfonso y a Despina de haberlas empujado hacia esta situación.

Don Alfonso lo admite y los dirige hacia donde, supuestamente, están escondidos los albaneses. Guglielmo y Ferrando entran y en un santiamén reaparecen medio disfrazados (A voi s’inchina). Entonces, las mujeres se dan cuenta de la verdad: han sido cruelmente engañadas.

El cínico viejo asume su responsabilidad y propone la solución al conflicto: que todos recuperen su pareja y aquí no ha pasado nada (V’ingannai, ma fu l’inganno). El ya ha reído bastante y ahora es el turno de los otros.

La conclusión final, que todos terminan cantando (Fortunato l’uom che prende), es que más vale poner buena cara al mal tiempo y dejarnos guiar por la cordura. Solo así podremos reír y vivir en paz, en medio de las tempestades de la vida.

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