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Ver: Instituto Italiano de Cultura
Para promover y difundir Ciclo de los Madrigales de Monteverdi
El Gran Teatre del Liceu inicia un proyecto de la mano del maestro Rinaldo Alessandrini y su reconocida formación Concerto Italiano, con la colaboración del Instituto Italiano de Cultura de Barcelona, para promover y difundir la representación del ciclo de los Madrigales de Monteverdi.
La obra ocupa un lugar destacado en la producción del compositor y representa la culminación del género madrigalesco, así como el inicio del género de la ópera. Los madrigales están agrupados en 9 libros, ocho de los cuales fueron publicados en vida del autor entre 1587 y 1638, y el noveno libro póstumamente en 1651.
Domingo 7 de noviembre a las 18:00 hs | Teatre del Liceu
Venta de entradas
Conferencia previa
Con la entrada al concierto de Los Madrigales de Monteverdi I se podrá acceder a la conferencia previa Monteverdi: el nacimiento del individuo y de sus pasiones en el mismo Foyer a las 17h.
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Durante estos libros es posible apreciar la evolución de la música de Monteverdi, desde el estilo polifónico de la música del renacimiento hasta la utilización de la monodía barroca. Durante esta temporada 21/22, la Sala Foyer del Teatro acogerá dos conciertos (7 de noviembre y 5 de junio) que mostrarán el octavo y sexto libro, respectivamente.
El Libro VIII de madrigales se publicó en 1638 en plena guerra de los Treinta Años y con una Repubblica di Venezia que a los inicios de aquella década se vio severamente afectada por la pandemia de peste. A los 71 años, Monteverdi seguía ocupando el cargo de maestro de coro y director de la Basílica de San Marcos y ya había abordado el género madrigalesco cincuenta años atrás, cuando en 1587 publicó su primer libro.
En el decurso de la evolución de los madrigales, el estilo polifónico renacentista dará paso a la monodia con la utilización de disonancias sin preparación ejecutadas en las partes fuertes de compás y la relevancia de las voces extremas sobre las centrales.
“Una manera moderna de composición con el consentimiento de la razón y los sentidos”, escribía Monteverdi a raíz de la disputa con Giovanni Artusi motivada por el tratamiento de disonancias del madrigal del “Cruda Amarilli” perteneciente al Libro V. Estos aspectos quedarían ya patentes en el Libro VI y, sobre todo, en el Libro VII, en que la monodia y un nuevo lenguaje harmónico jugarían un papel determinante.
Petrarca (Hor ch’el ciel), Tasso (Il combatimento), Marino (Altri canti di Marte), Guarini y Rinuccini (Non havea Febo ancor —con “Il lamento della ninfa”— o Il ballo delle Ingrate) son los poetas escogidos para esta colección, dedicada en un primer momento al emperador Fernando II, que moriría mientras se estaba imprimiendo el Libro VIII. Sucedido por su hijo Fernando III, Monteverdi cambiaría la dedicatoria escribiendo en el prólogo “a los pies del hijo, un regalo previsto inicialmente para el padre”.
Estructurado en dos partes —Madrigales guerreros y Madrigales amorosos—, el Libro VIII se inicia con “Altri canti d’Amor”, ejemplo del genere concitato, al que seguirá el soneto de Petrarca “Hor ch’ell ciel e la terra e’l vento tace”, en el que se concilian los tres géneros.
Dentro del Libro VIII encontramos dos obras maestras de Monteverdi. Las emociones contenidas en el celebérrimo “Lamento della ninfa”, que llora por el abandono de su amante, se desarrollan en un recitativo dramático sobre un bajo harmónico simple en que la ninfa “qual va cantato a tempo dell’affetto del animo”.
La melodía, que sobresale por encima de tres voces masculinas, discurre sobre una harmonía en bajo ostinato —que constituirá el bajo de lamento que tanta influencia tendrá en arias barrocas tan sobrecogedoras como “When I’m Laid in Earth” o “Caro mio ben”— y del que nos podría parecer precursor el famoso “Lasciatemi morire” de la Arianna del propio Monteverdi de 1608.
Escrito en 1624, Il combattimento di Tancredi e Clorinda es un ejemplo de stile rapresentativo y que adopta el estilo concitato. Para crear este espíritu sobrecogedor, Monteverdi recurre, en cuanto a la instrumentación, a efectos tan innovadores como el pizzicato o el trémolo.
El Libro VIII concluye con otra joya monteverdiana del género representativo: el ballet semidramático, “Il ballo delle ingrate”, que fue estrenado en Mantua en mayo de 1608, un año después de L’Orfeo. A las puertas del Hades, Venus y Cupido visitan a Plutón; las flechas lanzadas por Cupido no son efectivas entre unas mujeres que ahora rechazan a sus amantes.
Cupido pide a Plutón que muestre a estas mujeres el destino que les espera tras la muerte. Un lamento “Aer sereno e puro, Addio per sempre!” culmina estos Madrigales guerreros y amorosos de sublime e innovadora música.
Sobre Rinaldo Alessandrini
Clavecinista, organista y pianista, además de fundador y director de Concerto Italiano. Con una trayectoria más allá de cuatro décadas en la música antigua, además de su actividad con Concerto Italiano desarrolla una intensa actividad como solista en festivales por todo el mundo.
Su devoción a la música italiana lo ha convertido en uno de los mejores intérpretes de Monteverdi, a través de un ciclo completo de sus obras que se ha brindado en el Teatro alla Scala de Milán en coproducción con la Opéra National de París, dirigido por Bob Wilson.
En su vertiente de director, ha dirigido un gran número de formaciones, como la Orchestra del Maggio Musicale Fiorentino, Orquesta Ciudad de Granada, Detroit Symphony Orchestra, Orchestra della Toscana, Scottish Chamber Orchestra, Simfonia del Nort, Orchestra of the Age of Enlightment, Boston Handel & Haydn Society, Freiburger Barockorchester y Orchestre Symphonique de La Monnaie, entre otras. Debutó en el Gran Tetre del Liceu la temporada 1998/99 con Alcina.
Sobre Concerto Italiano
Formada en 1985, su historia coincide con el resurgir de la música antigua en Italia. Monteverdi, Bach y Vivaldi fueron los pilares principales sobre los que el grupo pudo renovar el lenguaje de la música antigua, descubriendo aspectos estéticos y retóricos enteramente nuevos en ese momento.
A lo largo de su trayectoria, las grabaciones de Concerto Italiano siguen siendo consideradas versiones de referencia. La formación ha visitado teatros, auditorios y festivales del mundo entero.
Ha recibido destacadas distinciones, como cuatro Premios Gramophone (1994, 1998, 2002 y 2004), así como tres premios de la crítica discográfica alemana, el Premio Cini, cinco premios en el Midem de Cannes, además de dos Disque de l’Anée (1998 y 2005) y Grabación del Año por Amadeus (1998), entre otras. En el año 2002 recibió el Premio Abbiati por toda su actividad.
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