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Resumen de la nota
Jose Zugasti, nacido en Eibar en 1952, es el autor del cartel de la 85ª Quincena Musical de San Sebastián, que se llevará a cabo del 1 al 30 de agosto de 2024. Con una extensa carrera artística que abarca desde la pintura hasta la escultura y la videocreación, Zugasti se formó en Madrid, donde obtuvo su licenciatura en Bellas Artes, destacando tanto en concursos de pintura como en escultura.
Su trabajo ha sido reconocido con premios y oportunidades para instalar obras en espacios públicos en varias localidades de España. Representado principalmente por la Galería Vanguardia de Bilbao, ha realizado numerosas exposiciones individuales y participado en ferias internacionales.
La influencia de su ciudad natal, Eibar, una villa industrial, se refleja en su obra, que se centra en la representación visual de la fragilidad e inestabilidad de los cuerpos. En años recientes, su obra ha evolucionado hacia formas más ligeras, explorando la pintura y la videocreación.
El cartel de la Quincena Musical, inspirado en su serie de pinturas «Itsas-dantza», representa una lucha entre formas que buscan liberarse de lo grávido, evocando diferentes melodías y estados de ánimo. Zugasti reconoce la influencia de la música en su trabajo, aunque también reconoce la singularidad y desafíos de la expresión visual.
Con este cartel, Zugasti se une a la lista de artistas que han creado la imagen oficial de la Quincena Musical desde la década de 1990.
Publicado en TLM
Ver: Avance de la programación de la 85 Quincena Musical de San Sebastián
Jose Zugasti (Eibar, 1952) es el autor del cartel que acompañará la 85 Quincena Musical (1 – 30 de agosto 2024). El artista eibarrés cuenta con una dilata trayectoria, en la que, en un proceso de búsqueda y reflexión constante, transita de la pintura a la escultura, para en los últimos años volver de nuevo a la pintura y adentrarse también en la videocreación.
Zugasti estudia en Madrid, donde obtiene la licenciatura de pintura en Bellas Artes. Y será en la pintura en la que se centre en sus primeros años para, en un proceso plástico posterior desembocar en la escultura.
En esos primeros años gana concursos de pintura como el de Noveles de Gipuzkoa, C.A. Municipal de Vitoria, y ya en escultura los premios Bancaixa de Valencia y Caja Vital de Álava. Más adelante, la entidad Ría-2000 del Ayuntamiento de Bilbao premia ubicar su proyecto de obra pública A la deriva (2002), rememorando los astilleros Euskalduna.
Del 1 al 30 de agosto | San Sebastián
A partir de aquí se sucederán las oportunidades de instalar obras en espacios públicos: Lemoa (Bizkaia), Pinto (Madrid), Ceutí (Murcia), Salvatierra (Álava), Palma de Mallorca, San Sebastián y Eibar.
Representado sobre todo por Galería Vanguardia de Bilbao, ha realizado numerosas muestras individuales, entre las que destacan especialmente las retrospectivas de la Sala Kubo Kutxa de San Sebastián (2009) y Portalea de Eibar (2016).
Ha participado asiduamente en ferias internacionales como Arco, London Art Fair, Berlín y Colonia. Obras suyas son propiedad de museos como Artium, Bellas Artes de Bilbao, Museo San Telmo y Diocesano en San Sebastián, Gobiernos Balear y Vasco, Cortes Generales de Bizkaia, así como diversos ayuntamientos, entidades privadas (Colegio de Ingenieros de Caminos del País Vasco, Bancaixa de Barcelona y Valencia, Kutxabank, etc) y colecciones particulares.
Últimamente, ha expuesto su obra en la Sala de Exposiciones Mentxu Gal de Irun (ITSAS eta LOTURAK/MAR y AMARres, diciembre de 2022 – febrero de 2023), en la galería Oreka Art de Soraluze (Meta LUR-Nere Suztraiaetatik-Desde mi Origen, diciembre de 2023) y en el Museo de la Indrustria Armera de Eibar (Ciclista, 20 de diciembre de 2023 – 18 de febrero de 2024).
En cuanto a su obra, Eibar, la villa industrial en la que nació, imprime a Jose Zugasti una parte importante de su singularidad estética. La representación visual de lo grávido, la fragilidad e inestabilidad de los cuerpos son ideas clave en el desarrollo de sus trabajos, dando forma a hierros y alambres de distintos grosores.
La supresión de la masa y la desnudez resultante en sus líneas y formas serán fundamentos importantes en su evolución y lo serán también las interacciones de estas formas y sus sugerencias en el lenguaje visual, sus relaciones con la línea y lo ortogonal que lo amarran… al final también la huella del tiempo y la herida de esa época industrial, una estética que marcó su infancia eibarresa.
En 2011, problemas de salud le obligan a investigar en formatos más ligeros e inicia una nueva fase creativa: renace en una pintura que le permite trabajar soportes más llevaderos, como las témperas y acrílicos, y al tiempo, dado su esencial interés en el movimiento, penetra también en la videocreación.
Es la mar de Lekeitio y San Sebastián, donde reside desde 1980, esa mar que visiona en sus paseos diarios, la que le cautivará en esta nueva fase; le atrae su diversidad de carácter y movimiento, inquietud siempre presente en su obra.
También ahora prescinde de la masa cerrada y va descubriendo lo que él entiende como esencial: la forma y sus interacciones, su expresión y funcionamiento en la naturaleza y el espacio abierto, y como metáfora de lo humano, la calma y la violencia.
Hoy ya navega también por el mundo de las esferas, micro y macrocosmos se funden en su evolución y desarrollo, en una lucha tenaz por entender el desarrollo visual de la forma y sus interacciones.
El cartel que Zugasti ha creado para la Quincena tiene su origen en la serie de pinturas acrílicas Itsas-dantza. El escultor y pintor eibarrés dice lo siguiente en referencia al cartel: “Como un director de orquesta dibujando con su batuta música en el espacio, las formas, en este caso de la pintura, luchan por liberarse de lo grávido marcando en el espacio diferentes melodías, vuelos bajos y altos entre lo calmo y lo agresivo, el diverso carácter de la natura”.
Preguntado sobre su relación con la música, afirma: “A veces siento celos de la música, de su capacidad de transmisión, más cercana que la de lo visual, o al menos esa es la sensación que me produce. Me produce unas emociones que ¡ojalá pudiera conseguirlas yo en lo visual! Para trabajar, no me gusta, porque pienso que me despista; piensas que estás trabajando muy bien y cuando luego lo ves desnudo, sin música, dices pues no, yo creo que la música me ha influido y pienso que es una maravilla, pero no, la maravilla estaba en la música. O sea que quita la música trabajando y consigue tú tus propios hijos”.
Jose Zugasti pasa a engrosar la lista de artistas que desde la década de los 90 han creado la imagen oficial de la Quincena.
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