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Resumen de la nota
La Asociación Amigos de la Ópera de A Coruña lamenta profundamente el fallecimiento del Maestro Miguel Ángel Gómez-Martínez, una pérdida significativa tanto a nivel personal como profesional.
Reconocido director de orquesta y músico de talento inigualable, Gómez-Martínez se distinguió por su excelencia y profundo respeto por la música, dejando una huella importante en el ámbito operístico y sinfónico, tanto en España como a nivel internacional.
Durante su colaboración con Amigos de la Ópera, su dedicación y entrega fueron cruciales, estableciendo una relación cercana con la presidenta Natalia Lamas.
Participó en diversas temporadas líricas, dirigiendo obras como «Eugenio Onegin», «Turandot», «Otello» y «Rigoletto», con su última actuación en 2019 con «Don Giovanni».
Su profesionalidad, integridad y generosidad serán siempre recordadas, no solo como un gran maestro, sino también como una gran persona.
Publicado en TLM
Ver: Miguel Ángel Gómez-Martínez
Ver: Amigos de la Ópera de A Coruña
El director de orquesta destacó por su profesionalidad de la que dio cuenta en numerosas temporadas lírica y por su grandeza personal.
La Asociación Amigos de la Ópera de A Coruña desea expresar su más profundo pesar por el fallecimiento del Maestro Miguel Ángel Gómez-Martínez. Es una gran pérdida para la música, tanto por lo que significó a nivel personal como profesional, siendo un Maestro único e irrepetible.
El Maestro Gómez Martínez fue, para todos nosotros, mucho más que un destacado director de orquesta y un músico de inigualable talento.
Su excelencia en el podio, siempre acompañada de una profunda comprensión y respeto por la música, lo convirtió en una figura fundamental en el panorama operístico y sinfónico, tanto a nivel nacional como internacional.
Relación con Amigos de la Ópera
Los años en los que Amigos de la Ópera contó con su colaboración, dedicación y entrega dejaron una huella imborrable en esta institución.
Trascendió más allá de lo profesional y fue un amigo cercano y querido de la presidenta, Natalia Lamas, con quien compartió no solo la pasión por la música, sino también valores de humanidad y generosidad.
El Maestro mantuvo una larga y fructífera relación con la entidad coruñesa a lo largo de los años participando en diversas temporadas líricas. Fue el responsable de la dirección musical de Eugenio Onegin, en 2008; Turandot, en 2009; Otello, en 2010 y Rigoletto, en 2011.
Regresó a A Coruña con el ciclo de otoño de 2015 para encargarse de El castillo de Barbazul y Sour Angelica. Su última conducción con Amigos de la Ópera de A Coruña fue en 2019, con Don Giovanni, en la que estuvo acompañado por Carlos Saura en la dirección escénica.
Hoy despedimos no sólo a un gran Maestro, sino también a una gran persona. Quienes tuvimos la fortuna de trabajar con él, lo recordaremos siempre no solo por su profesionalidad, sino por ser un modelo de integridad, generosidad y humildad.
Nota de prensa
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