Este programa sinfónico, enmarcado en la línea temática “Más allá de Europa” de la OCNE, comprende 3 conciertos los días 14, 15 y 16 de mayo.
La directora mexicana Alondra de la Parra regresa a la Orquesta Nacional de España para presentar Homenaje a Federico García Lorca del compositor mexicano Silvestre Revueltas y las obras de Aaron CoplandPrimavera apalache (suite del ballet) y Darius Milhaud El buey sobre el tejado en tres conciertos que tendrán lugar el viernes 14, sábado 15 de mayo, a las 19:30 hs y el domingo 16, a las 11:30 hs, en el Auditorio Nacional de Música.
Silvestre Revueltas Homenaje a Federico García Lorca
Aaron Copland Primavera apalache (suite del ballet)
Darius Milhaud El buey sobre el tejado, op. 58
Este programa, enmarcado en la línea temática “Más allá de Europa” de la OCNE, evoca la música americana desde los ritmos y arte populares complementados con las vanguardias y toques modernistas de la mano de Revueltas y Copland. Por su parte, el francés Darius Milhaud ensambla en El buey sobre el tejado, op. 58 un conjunto de melodías populares brasileñas –tangos, machichas, sambas y catiras– y las adereza con las avanzadas técnicas politonales con las que afianzó su nombre.
La maestra Alondra de la Parra, actualmente Embajadora Cultural Oficial de México, ya dirigió la Orquesta Nacional de España en abril de 2019 en un concierto dedicado a la música Latina en el cine con el que debutó.
Trabaja con frecuencia con las orquestas más prestigiosas del mundo, habiendo dirigido más de cien orquestas entre las que se incluyen la Orchestre de Paris, la Orquesta Filarmónica de Londres, la Tonhalle-Orchester de Zurich, la Orquesta de la Radio Sueca, la Orquesta Sinfónica de São Paulo, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín y la Orchestra dell’Accademia Nazionale di Santa Cecilia.
En 2017, Alondra de la Parra se convirtió en la primera directora musical de una orquesta australiana cuando asumió el cargo con la Orquesta Sinfónica de Queensland, cargo que ocupó hasta 2020. También fue la primera mujer mexicana en dirigir en Nueva York.
Esta temporada regresará a Die Deutsche Kammerphilharmonie Bremen y London Philharmonic Orchestra y debutará con Staatsorchester Stuttgart. En escena, regresa a Deutsche Oper para dirigir La Bella Durmiente de Tchaikovsky’s con Staatsballett-Berlin y una nueva coreografía de Marcia Haydée.
Sus compromisos en las recientes temporadas han incluido la nueva producción escénica de Carlos Padrissa “Thamos, King in Egypt“ de Mozart con Camerata Salzburg y el colectivo teatral La Fura dels Baus en Salzburg Mozartwoche en 2019 (repetida en el Festival de Pâques en Aix-en-Provence), conciertos con Orchestre de Paris (retransmitida en directo por ARTE), Tonhalle-Orchester Zürich, Bamberger Symphoniker, Swedish Radio Symphony Orchestra, São Paulo Symphony Orchestra, Rundfunk Sinfonie Orchester Berlin, Orchestra dell’Accademia Nazionale di Santa Cecilia, Verbier Festival Orchestra, BBC Philharmonic, BBC National Orchestra of Wales y una actuación orquestal de West Side Story para una audiencia de 10.000 espectadores en el Auditorio Nacional de México.
«Para luchar juntos denodadamente, en las trincheras, en la cátedra, en el libro, en el poema, contra la oscuridad que sepulta las conciencias». Así expresó el mexicano Silvestre Revueltas la función del arte durante una gira española realizada en plena Guerra Civil en la que su Homenaje a Federico García Lorca fue ofrecido a una audiencia formada por soldados republicanos.
El complemento mutuo entre arte popular y vanguardia fue una meta compartida con ahínco durante aquellos convulsos años por artistas izquierdistas como Revueltas o Aaron Copland. Compuesto en 1944 y escorado al lado populista pero salpicado de toques modernistas, su ballet Primavera apalache se convirtió de inmediato, trascendiendo ideologías en un sentido u otro, en un emblema de la música estadounidense.
Alejado de estas implicaciones políticas, Darius Milhaud se adelantó a ellos al ensamblar un conjunto de melodías populares brasileñas –tangos, machichas, sambas y catiras– y aderezarlas con las avanzadas técnicas politonales con las que afianzó su nombre. Pendiente de poner un título a este ballet surrealista, optó por la traducción al francés de una de las melodías incluidas en él: «O boi no telhado».
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