Risas y belcanto en el cuartel
Además de otra gran expresión del esplendor “belcantista” de la opera italiana, “La fille du régiment” es también una divertida comedia con la que Gaetano Donizetti obtuvo un enorme éxito en el París de 1840. Ópera de muy exigentes virtuosismos vocales, al Teatro de la Maestranza, donde podrá verse por primera vez, llega en una celebrada producción de Laurent Pelly para el Gran Teatre del Liceu que actualiza su argumento -que exalta los valores de la vida militar hasta el punto de que el público francés la abrazó con una suerte de “ópera nacional” que se solía representar el 14 de julio, aniversario de la Toma de la Bastilla- con irónicas dosis de crítica social.

Llegado a París en 1838 saboreando el apogeo de una carrera que ya había brillado con, entre otras, “Lucia di Lammermoor” o “El elixir de amor”, Donizetti adapta rápidamente su estilo belcantista consagrado al lucimiento de los divos que reclamaba el público de la época –es decir: a “la realización terrenal de ese don de Dios que es la canción”, según explica Paul Henry Lang- encajándolo con eficacia y brillantez al género cómico del gusto francés. Así “La fille…” es un título lleno de encanto, inspiración y alegría que, aunque con dificultades iniciales -entre otras, el rechazo de un crítico llamado Hector Berlioz quizá irritado por la avalancha de un hiperactivo Donizetti que, en París, estrenó 3 títulos en una sola temporada- se impuso como una deliciosa obra maestra entre el público francés.
Sobre un libreto de Saint-Georges y Bayard tan sencillo como eficaz –la historia de la huérfana Marie, recogida en un regimiento militar, donde se cría, que después será acogida por una marquesa, personaje que encierra un gran secreto en su vida-, “La fille…” desapareció prácticamente del repertorio hasta que fue rescatada en la oleada de lo que se conoció como la “Donizetti Renaissance”: la recuperación, en años 60 del siglo XX, de un compositor cuya figura había sufrido una severa devaluación, liderada en gran parte por el tandem formado por la soprano Joan Sutherland y su marido, el director de orquesta Richard Bonynge. Aunque en el caso de “La fille…”, la recuperación del título trajo un “desplazamiento” desde el centro de atracción inicial en el papel de Marie para soprano coloratura hacia el de Tonio –su campesino enamorado-, un rol para tenor lírico-ligero que, desde Luciano Pavarotti, se ha convertido en un “Himalaya vocal” por los 9 do de pecho de la “cabaletta” de su aria del primer acto que, antiguamente, se rebajaban o, incluso, se cantaban en falsete.
La versión en italiano de “La fille…”, se impuso durante un tiempo, pero la recuperación del legado del compositor también nos devolvió la versión original francesa. En versión de piano, la ópera, por su carácter cómico, ha llegado a ser representada incluso en el Molino del Paralelo de Barcelona, un café-concierto de carácter transgresor.
La soprano surafricana Pretty Yende, aclamada en París, Milán o Nueva York y cuyo carisma artístico ha sido celebrado por Plácido Domingo y el tenor americano John Osborn, protagonista de registros junto a Antonio Pappano o Cecilia Bartoli, encabezan el gran reparto junto a Carlos Daza, David Lagares, Marina Pinchuk y Alberto Arrabal. Santiago Serrate (1975), colaborador del Teatro de la Maestranza y director habitual de orquestas en España, Portugal, Italia, China o Méjico, dirige a la ROSS y al Coro de la A. A. del Teatro de la Maestranza.

Ficha técnica
LA FILLE DU RÉGIMENT de Gaetano Donizetti (1797-1848)
Ópera cómica en dos actos
26 y 29 de noviembre, 2 y 5 de diciembre, 2017
20.30 horas
Libreto de Jules-Henri V. de Saint-Georges y Jean F. A. Bayard
Estrenada el 11 de febrero de 1840 en la Salle de la Bourse de la Opèra Comique de París
Estrenada en Barcelona el 30 de agosto de 1844 en el Teatre Nou
Estrenada en el Gran Teatre del Liceu el 6 de noviembre de 1950
Dirección musical SANTIAGO SERRATE
Dirección de escena LAURENT PELLY
Director del Coro ÍÑIGO SAMPIL
Escenografía CHANTAL THOMAS
Vestuario LAURENT PELLY
Iluminación JOËL ADAM
Dramaturga y nuevos diálogos AGATHE MELINAND
REAL ORQUESTA SINFÓNICA DE SEVILLA
Director artístico y musical, John Axelrod
CORO DE LA A. A. DEL TEATRO DE LA MAESTRANZA
Director, Íñigo Sampil
Producción Gran Teatre del Liceu
(basada en la coproducción original del Metropolitan de Nueva York,Covent Garden de Londres y Staatsoper de Viena)
El Teatro de la Maestranza agradece a la FUNDACIÓN ENDESA, el patrocinio de la edición del libreto de esta ópera
Reposición dirección de escena Marcelo BuscainoAyudante vestuario Jean- Jacques DelmotteReposición movimientos coreográficos Karine GirardReposición Iluminación Juan Manuel Guerra Maestra repetidora Natalia KuchaevaCoach Yaiza Zamora
Realización de la utilería Gran Teatre del Liceu / Hijos de Jesús Mateos (Madrid)
Realización del vestuario Sartoria Arrigo (Milán)
Realización del calzado Calzature Epoca (Milán) y Sartoria Arrigo (Milán)
Realización de pelucas Mario Audello (Turín)
Elenco
Marie PRETTY YENDE Soprano
Marquesa de Berkenfield MARINA PINCHUK Mezzosoprano
Duquesa de Crackentorp VICKY PEÑA Actriz
Tonio JOHN OSBORN Tenor
Sargento Suplice CARLOS DAZA Barítono
Hortensius DAVID LAGARES Bajo
Caporal ALBERTO ARRABAL Bajo

Argumento
Acto Primero
En el curso de las guerras napoleónicas, el 21º regimiento de granaderos del ejército francés ha invadido el Tirol en su avance hacia Viena. La Marquesa de Berkenfield se encuentra de regreso a su castillo en compañía de su administrador Hortensius. Un nuevo ataque de los franceses les obligan a buscar refugio en un pueblo de las montañas tirolesas. Los habitantes, atemorizados, se han acantonado en su pueblo para protegerse, hasta que les llega la noticia de que los franceses se han replegado. El alivio general es celebrado con gran alegría.
La Marquesa desea descansar tras esta emoción. Antes de retirarse encarga a Hortensius que se entere de cuándo podrán continuar el viaje. Hortensius se encuentra con el sargento francés Sulpice, a quien pide permiso para viajar, que el sargento les concede.
En cuanto se marcha Hortensius, aparece Marie que se reúne con Sulpice. Durante su conversación nos enteramos de que Marie, de bebé, fue hallada en el campo de batalla por los soldados del 21º, estos se encariñaron con ella y decidieron adoptarla como hija del regimiento. Así, los soldados son en cierto modo los padres de Marie. Ella siente especial apego por Sulpice, su educador. Mientras la joven trabaja en sus labores, Sulpice le pregunta quién era el joven con el que se encontró en su paseo por el campo. La muchacha explica que se trata de un joven que la salvó de caer por un precipicio y que, desde entonces, se han visto algunas veces. En ese momento algunos soldados traen a un joven tirolés a quien creen espía por rondar por el campamento y se disponen a fusilarlo. Marie reconoce en el presunto espía a Tonio, su salvador, y consigue que los soldados le perdonen la vida. Sulpice y los soldados brindan por el salvador de la muchacha y piden a Marie que entone la canción del regimiento. A su fin, Sulpice, acompañado de los soldados y de Tonio, se dirigen al campamento para la llamada.
Durante el camino, Tonio se evade y vuelve de inmediato con Marie para confesarle su amor. Su momento de intimidad es interrumpido por la llegada de Sulpice, que explica al joven que sólo un miembro del regimiento tiene derecho a tomar a Marie como esposa. Sin vacilar, Tonio decide alistarse en el 21º: un pequeño sacrificio por el amor que siente por Marie.
Entre tanto, Hortensius y la marquesa se disponen a partir. La Marquesa pide a Sulpice que les acompañen algunos soldados como escolta. Durante su conversación, Sulpice descubre que hay una relación entre la Marquesa de Berkenfield y el difunto capitán del regimiento Robert. La Marquesa explica haber sido (¡bueno, una hermana suya!) la amante secreta del capitán; que tuvo una hija con él, pero que por problemas de la guerra, el bebé desapareció tras la muerte de Robert. Sulpice presenta una carta que encontró junto a Marie cuando la recogieron, que demuestra, fuera de toda duda, su paternidad. El sargento hace venir a Marie para presentarle a la Marquesa, emocionada por haber reencontrado a su hija perdida, pero se siente un tanto avergonzada por la vulgaridad del comportamiento de la muchacha.
Mientras, Tonio ha sido admitido como soldado en el regimiento: ahora ya puede casarse con Marie. Locos de alegría, quieren celebrar enseguida sus esponsales, pero la Marquesa se interpone, declarando que Marie le fue confiada y se la llevará al castillo para que su sobrina lleve una vida según su condición. Marie, siguiendo el consejo de Sulpice, acepta a su pesar y, entre lágrimas, se despide de sus “padres”. Su querido Tonio, desesperado, debe permanecer en el regimiento por haberse alistado.
Acto Segundo
Tras una herida grave sufrida en combate, Sulpice se vio obligado a interrumpir su carrera militar y fue acogido en el castillo de la Marquesa, que le hizo llamar para revelarle que tenía la intención de casarla por conveniencia con el hijo de la duquesa de Crakentorp. Marie se mostró de acuerdo, pero no es feliz en absoluto, por lo que la Marquesa rogó a Sulpice que convenciera a su sobrina.
Ya hace un año que Marie vive en el castillo, pero aún no se ha acostumbrado a la vida remilgada, y echa de menos al regimiento.
La Marquesa, por su parte, está contrariada con los modales desastrados de Marie y pide a Sulpice que esté presente en la próxima lección de canto. Marie no aprecia esta música aburrida, ni tampoco Sulpice, que entona en voz baja la canción del regimiento. Cuando Marie advierte la melodía, una ola de nostalgia la invade, recuerda su vida con los soldados y acaba por entonar la canción del regimiento. La Marquesa, abrumada, sale del salón acompañada de Sulpice.
Marie, aunque no quiera, tiene que resignarse a su destino. En ese momento se oye una marcha militar que anuncia la entrada del regimiento. Marie se siente embargada de alegría, saluda emocionada a sus amigos, y entre ellos también está Tonio. Marie está ahora firmemente decidida a casarse con él, pero he aquí que la Marquesa entra en la estancia preguntando indignada qué hace un soldado junto a su sobrina. Tonio le confiesa su amor por Marie, pero la Marquesa rechaza contundentemente su petición de matrimonio: Marie ya está prometida. En efecto, la firma del contrato tendrá lugar dentro de una hora, así que pide a Tonio que abandone inmediatamente el castillo. Marie debe retirarse a sus aposentos para prepararse para la ceremonia.
Cuando la Marquesa se encuentra a solas con Sulpice, revela que, en realidad, Marie es su hija ilegítima, a la que tuvo que abandonar para no mancillar el honor de la familia. Pero quiere que Marie recupere la condición y la fortuna que le pertenecen, y de ahí el matrimonio con el duque de Crakentorp.
Mientras tanto, la Duquesa y los invitados han llegado. La Duquesa se muestra muy asombrada de que Marie aún no esté presente para la firma del contrato. Marie, entre tanto, se ha enterado por Sulpice de que la Marquesa es su madre natural y, conociendo las razones, acepta la elección de esposo. Cuando se presenta y se dispone a firmar el contrato, irrumpe Tonio acompañado de algunos soldados para liberar a su hija del regimiento. Tonio hace una nueva tentativa por salvar su felicidad: revela ante todos los invitados que Marie era la cantinera del 21º regimiento. La duquesa de Crakentorp y su familia de la alta aristocracia se muestran indignados ante esta noticia y el matrimonio es imposible. La Marquesa, consciente de la desesperada situación, no se defiende y decide no oponerse a la voluntad de Marie y da finalmente su consentimiento al matrimonio de su hija con Tonio. El regimiento celebra el acontecimiento.
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