El ardiente carrusel de las pasiones humanas
Il Trovatore de G. Verdi (1813–1901), ópera vibrante de exigentes prestaciones vocales, aúna acción, drama y canto en estado puro en un título que, a partir de una obra de teatro del gaditano Antonio García Gutiérrez, goza desde su estreno en 1853 de un éxito absoluto. Con dirección de escena de Stefano Vizioli en una producción del Teatro Verdi de Trieste, Pedro Halffter Caro dirige un gran reparto con Angela Meade, Piero Pretti y Dmitry Lavrov, entre otros, junto a la ROSS y el Coro de la A. A. del Teatro de la Maestranza.
El carácter enrevesado del trágico y desigual argumento -Manrico y el Duque de Luna, rivales políticos, pretenden a Leonora, que ama a Manrico quien es ejecutado por orden de Luna (de quien a su vez pretende vengarse la gitana Azucena) sin que ambos sepan que, en realidad, son hermanos- podía parecer un obstáculo en su estreno en Roma en 1853. Pero “luego se levanta el telón y ocurre un milagro; lo que parece absurdo o antinatural cuando se lee, se convierte en ardiente pasión humana cuando se canta”, señala Paul Henry Lang la clave de una ópera que suple con un prodigio de caracterización musical lo que carece de lógica argumental. Esa clave no siempre fue valorada por otros especialistas desconcertados ante las descompensaciones dramáticas y el brillante instinto popular de Verdi. Al parecer -y ese factor zíngaro es uno de los elementos ambientales más subyugantes de Il trovatore– fue la ambigua personalidad de la gitana Azucena -amor a Manrico y odio a los Luna- la que atrajo la atención de Verdi quien, tras el prodigio teatral de Rigoletto -su ópera anterior- da aquí su primacía al aria solista como recurso expresivo, subraya Fernando Fraga.
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Así, Il trovatore, que demanda un cuarteto vocal de muchos quilates -se necesitan a los mejores cantantes del mundo para esta ópera, solía decir Toscanini- exhibe una sucesión apabullante de grandes arias hábilmente combinadas y entrelazadas con la acción sustentadas por brillantes melodías perfectamente ajustadas a la letra del canto. “En Il trovatore la melodía se convierte no en el reflejo de un sentimiento sino en el sentimiento mismo”, señaló George Martin. La inspiración verdiana, de gran sencillez melódica y rítmica, cristaliza aquí en una de sus óperas que más nos arrastran y nos atrapan, como ha certificado su extraordinario éxito popular.
La soprano norteamericana Angela Meade -gran Anna Bolena en el Maestranza-, el excelente tenor Piero Pretti -que ya fue Manrico en el Liceu de Barcelona-, el barítono ruso Dmitry Lavrov y la mezzo polaca Agnieska Rehlis, que ha colaborado con Penderecki o Dudamel, lideran un gran reparto.
20, 23, 26 y 29 de marzo a las 20:00hs | Teatro de la Maestranza
Venta de entradas
Ficha técnica
Dirección musical: Pedro Halffter Caro
Dirección de escena: Sstefano Vizioli
Escenografía y vestuario: Alessandro Clammarughi
Ficha artística
Real Orquesta Sinfónica de Sevilla
Director artístico y musical: John Axelrod
Coro de la A.A. Teatro de la Maestranza
Director: Íñigo Sampil
El Conde de Luna:
Dmitry Lavrov
Leonora:
Angela Meade
Azucena:
Agnieszka Rehlis
Manrico:
Piero Pretti
Ferrando:
Romano Dal Zovo
Inés:
Carolina de Alba
Ruiz:
Gerardo López
Un gitano:
Jesús Becerra
Un mensajero:
Álvaro Bernal
Dossier de prensa completo
NdeP – Dirección Relaciones Externas – Teatro de la Maestranza