La Orquesta de Cámara de Bormujos vuelve a recuperar una sinfonía poco conocida del Clasicismo

Publicado en TLM

Ver: Alberto Álvarez-Calero

Es habitual, desde que la sevillana Orquesta de Cámara de Bormujos comenzara su andadura en 2016, que programe obras de finales del s. XVIII y principios del XIX poco o nada conocidas. Esta agrupación profesional interpreta ese tipo de repertorio a partir de criterios bien informados, aunque con instrumentos modernos.

En su próximo concierto, titulado “Viena, 1803”, el sábado 26 de noviembre, va a interpretar una sinfonía del compositor checo Anton Reicha, Se trata de la Sinfonía en Mi b. Mayor op. 42, de Reicha, de 1803, de la que no hay constancia de que haya alguna grabación en tiempos presentes.

Sábado 26 de noviembre a las 19:30 hs | Salón de actos de CEU

Entrada libre

Concierto IIº – Vº Ciclo de Conciertos en CEU-Andalucía
(Bormujos, Sevilla)

Orquesta de Cámara de Bormujos | Alberto Álvarez-Calero, director

F. J. Haydin (1732-1809)
Obertura “L´isola disabitata”

J. N. Hummel (1778-1837)
Concierto para Trompeta
en Mi b. Mayor
David Segado / Trompeta

A. Reicha (1770-1836)
Sinfonía en Mib. Mayor, op. 42

El título del programa de ese concierto se debe a que, además de la citada sinfonía, también se incluye otra obra escrita ese mismo año en la capital vienesa: el Concierto de Trompeta de Hummel. El concierto comenzará con la obertura L´isola disabitata, de Haydn, que sorprendentemente no es muy programada, a pesar de su extrema belleza.

El director de la Orquesta de Cámara de Bormujos, Alberto Álvarez-Calero, muestra muy claramente con los programas habituales de su formación, la necesidad de ampliar los programas en los conciertos. Hay una enorme cantidad de compositores, en particular del Clasicismo, de una enorme calidad que apenas se escucha.

Quizá el problema está, dice el maestro, de que no hay constancia de que haya alguna grabación en tiempos presentes, y eso hace quel el público se habitúe a escuchar siempre lo mismo; pero opina que se debería alternar obras conocidas con otras por conocer.

Notas al programa

Fachada proyectada de jardín del Palacio Esterházy (pintura al óleo de Albert Christoph Dies, 1812)

Este nuevo concierto de la Orquesta de Cámara de Bormujos dentro del Vº Ciclo de Conciertos en CEU (Bormujos), comienza con la Obertura de la ópera L´isola disabitata, del compositor F. J. Haydn (1732-1809). La ópera, sobre el libreto de Metastasio, se estrenó el 6 de diciembre de 1779 en el teatro del palacio Esterháza, con motivo de la onomástica del príncipe Nikolaus Esterhazy.

Este núcleo palaciego, ubicado en Hungría cerca de la frontera con Austria, se construyó una década antes, como segunda residencia de aquella adinerada familia. El palacio es considerado como el “Versalles húngaro”. Allí trabajaba y residía habitualmente Haydn, en un edificio anexo destinado a los sirvientes.

El hecho de que el palacio en donde se solían estrenar las óperas de Haydn estaba geográficamente lejos de la vida cultural vienesa, hizo que sus obras de dicho género no se difundieran en su momento. Justo lo contrario ocurrió con el resto de las obras del compositor austríaco, sobre todo sus sinfonías, que eran divulgadas por toda Europa. En el presente, dicha ópera así como su obertura no son habituales en las programaciones.

Esta obertura pone de manifiesto la maestría de Haydn desde el primer instante. Tras una breve introducción lenta, transcurre un movimiento frenético (Vivace assai), dentro de la oscura tonalidad de Sol menor. Sin solución de continuidad, le sigue en la obertura una sección menos rápida y con un carácter amable y aristocrático (muy al estilo de un Minuetto), en la tonalidad esta vez de Sol Mayor.

Termina la pieza de nuevo con la parte rápida. Esta obertura es una muestra de la influencia del movimiento alemán literario llamado Sturm und Drang (‘tormenta e ímpetu’) en Haydn. En la década de los años 70 del siglo XVIII, ese movimiento extendido a las otras artes anticipó temporalmente el Romanticismo.

El Concierto de Trompeta de J. N. Hummel (1778-1837) es una de las obras para ese instrumento más conocida entre los trompetista. La obra derrama alegría a raudales en los movimientos extremos. Formalmente, pasa de la rigidez propia del Clasicismo en el primer movimiento, a la libertad en el tercer y último movimiento, abriendo las puertas al Romanticismo. La obra acaba en sus últimos momentos de una manera cada vez más virtuosística y trepidante.

Este concierto fue compuesto en 1803, para el trompetista Anton Weidinger, que acababa de inventar una trompeta con un nuevo mecanismo, la llamada trompeta de llaves. Apenas 3 años antes, el mismo solista había estrenado el Concierto para trompeta de Haydn para este mismo instrumentista. Esa peculiar trompeta no tuvo mucho recorrido después.

El solista de este programa, David Segado, es uno de los trompetistas andaluces en mayor proyección, habiendo tocado con la Neue Philarmonie de Munich, entre otras orquestas.

Hummel nació en Bratislava (Eslovaquia). Como muchos compositores de su época, estuvo viviendo en Viena al menos unos años. Allí pudo presenciar la irrupción de Beethoven en la capital imperial, lo que vio cómo sus esperanzas de triunfar se le iban diluyendo.

Con todo, tuvo una amplia amistad con el compositor alemán. Hummel sí llegó a ser considerado como uno de los mejores pianistas del momento. De hecho, llegó a tener como alumnos, entre otros, a Czerny y a Mendelssohn. Sus 7 conciertos para piano se merecerían una mayor reconocimiento.

De 1804 a 1811 Hummel ocupó el puesto de Kapellmeister del príncipe de Esterhazy, el mismo puesto que antes lo llevaba a cabo Haydn. Hummel después pasó sus últimas dos décadas en Stuttgart y en Weimar.

El compositor checo Anton Reicha (1770-1836), tras la muerte de su padre se crió en Bonn. Allí fue amigo de Beethoven desde la infancia. En este programa se va a interpretar una de las dos sinfonías que Reicha hizo en 1803, la op. 42. Aunque hay una edición de hace unas décadas de esa sinfonía, actualmente dicha publicación está descatalogada, y no consta ninguna grabación.

La Orquesta de Cámara de Bormujos, en su habitual función de tocar obras de autores clásicos menos conocidos, presenta en este concierto una sinfonía de muy buena factura, con momentos sorprendentes. En ella se emplean pasajes tonales más propios del inicio del Romanticismo, y que pueden recordar a Beethoven. En el mismo año de 1803, el de Bonn estaba precisamente escribiendo su Tercera Sinfonía.

Reicha residió en Viena entre 1802 y 1808, tras haber estado antes en Hamburgo y en París. Después se fue de nuevo a París, donde estaría el resto de su vida. Obtuvo de hecho la nacionalidad francesa en 1829. Por eso, su nombre a veces se escribe de manera afrancesada: Antoine.

En París dio clases a Berlioz, Gounod, Liszt, Frank, Adam, entre otros compositores. Aunque Reicha fue un compositor olvidado tras su muerte, en las últimas décadas se está empezando a escuchar algo más su música, sobre todo en Centroeuropa. Destaca sobre todo su música para instrumentos de viento (hizo 26 quintetos para esa formación).

Sobre la Orquesta de Cámara de Bormujos

La OCB se forma a principios del año 2016. Actualmente es una orquesta de cámara consolidada en Andalucía Occidental. Numerosos músicos profesionales de dentro y fuera de Andalucía solicitan participar en esta orquesta, atraídos por sus propuestas y su resultado.

La singularidad de muchos de sus programas, como alternativa a lo habitual, hace que la formación consiga a su vez seducir a un público receptivo y cada vez más asiduo. La OCB empieza a ser reconocida a su vez por las revistas musicales de ámbito nacional, rompiendo de esta forma el prejuicio que podría existir al ser una orquesta que no procede de una capital.

Esta orquesta la constituyen en la mayoría músicos profesionales de excelente nivel y de máxima exigencia, que tocan (o han tocado) en orquestas institucionales. La OCB cuenta además con magníficos solistas de gran formación, que se ofrecen a tocar con ella. Este reclamo va más allá de las fronteras de Andalucía, e incluso de España. Todo esto constituye un ensemble de gran calidad, apoyándose en el conocimiento profundo del estilo interpretativo.

Esta formación ofrece al público la posibilidad de escuchar obras tanto conocidas como también menos escuchadas en las salas de conciertos. A su vez hace la labor de recuperar obras y autores de finales del siglo XVIII que apenas se atienden en tiempos modernos.

En ese sentido, ha tocado piezas de A. Salieri, Martin Kraus, G. Monn, P. Wranitzky, A. Gyrowetz, A. Eberl, J. B. Vanhal, etc. No obstante, la OCB no se centra exclusivamente en este periodo musical, el Clasicismo, sino que también acomete periodos posteriores con la misma rigurosidad y entusiasmo.

Los músicos de la OCB están excepcionalmente comprometidos con el uso de la música como un medio para transformar a las personas y a la sociedad. La música clásica beneficia a las emociones de cada individuo y por tanto a la propia convivencia general. Esta idea surge de la reflexión de que la música no es un mero entretenimiento, sino que sobre todo es cultura, tolerancia, y educación, pilares básicos de la sociedad contemporánea.

Sobre Alberto Ávarez-Calero

El maestro Alberto Álvarez-Calero

www.albertoalvarezcalero.es

Para Alberto Álvarez-Calero dirigir es principalmente el arte de comunicar. Piensa que la música debe ser un medio catalizador que sirva para transformar a las personas y a la sociedad, a través del valor irrepetible de cada actuación.

Nacido en Sevilla, este director de orquesta no se focaliza en un estilo concreto, sino que aborda repertorios de diferentes periodos con el mismo entusiasmo y minuciosidad. Tiene un especial interés por llevar a cabo piezas menos conocidas, aun sin dejar a un lado el repertorio general. Cuando se trata de piezas de finales del s. XVIII y principios del XIX, lo hace a partir de criterios históricamente bien informados.

Debutó como director de ópera dirigiendo en el Teatro de Ópera de Stara Zagora (Bulgaria), las óperas I Pagliacci (Leoncavallo) y El Castillo de Barba Azul (Bartók). Ha dirigido la Orquesta de cámara del Maggio Musicale Fiorentino, la Württembergische Philharmonie Reutlingen, la Russian Federal Orchestra, la Orquesta Joven de Andalucía (OJA), etc.

Es fundador en 2016 y director de la Orquesta de Cámara de Bormujos. Como compositor ha estrenado obras para orquesta, coro, guitarra, banda, etc. en España e Italia, ganando algunos premios: VII Creación Joven (Sevilla 1996); Bienale dei Giovani Artisti dell´Europa e del Mediterraneo (Turín, 1997); III Premio Concurso Composición «Ciudad de Getafe» (2009). Recientemente ha publicado en la Universal Edition su Concierto para Trompa y su Fantasía para violonchelo y orquesta.

Alberto Álvarez-Calero tiene publicados bastantes libros y artículos de investigación y divulgación relacionados con la música. Sus dos últimos libros se titulan «John Dowland. La música inglesa en tiempos de melancolía» (Ed. Fórcola, 2022), y «La importancia de la escucha y el silencio» (Ed. Profit, 2020).

Cartel promocional del concierto

Más información

 

www.orquestacamarabormujos.es

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