La Orquesta Filarmónica de Rotterdam conmemora el centenario de su creación en la Quincena Musical

En el contexto de su gira internacional

Yannick Nézet-Séguin estará al frente de este concierto, en la que es su gira de despedida como director director musical de la Filarmónica de Rotterdam.

Tras la actuación de anoche de la NDR Elbphilharmonie de Hamburgo, mañana viernes 24 de agosto a las 20:00hs, la Orquesta Filarmónica de Rotterdam (Rotterdams Philharmonisch Orkest) coge el relevo en el ciclo sinfónico de la Quincena Musical de San Sebastián en el Auditorio Kursaal.

Al igual que en sus dos anteriores visitas al festival, en las ediciones de 2011 y 2014, la orquesta neerlandesa estará dirigida por el brillante director canadiense Yannick Nézet-Séguin, una de las estrellas actuales de la dirección de orquesta y nuevo director musical del Metropolitan Opera House de Nueva York. Junto a ellos actuará el pianista Yefim Bronfman, gran especialista en la música para piano de Franz Liszt.

La Orquesta Filarmónica de Rotterdam conmemora el centenario de su creación en la Quincena Musical | Toda la Música
Yannick Nézet-Séguin

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Viernes 24 de agosto a las 20:00hs | Auditorio Kursaal

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Programa

Rotterdams Philharmonisch Orkest

Yannick Nézet-Séguin, director
Yefim Bronfman, piano

W.A. Mozart: Sinfonía nº35 “Haffner” KV 385 (20’)
F. Liszt: Concierto para piano nº2 (22’)
P.I. Tchaikovsky: Sinfonía nº4 op.36 (45’)

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Yefim Bronfman

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La Filarmónica de Rotterdam está considerada una de las dos grandes orquestas neerlandesas junto a la Orquesta del Concertgebouw de Ámsterdam. Fue fundada hace exactamente 100 años, en 1918, por lo que actualmente está inmersa en las celebraciones de su centenario.

Su gira europea de agosto y septiembre, tras su paso por la Quincena Musical, le llevará a escenarios tan importantes como los Proms de Londres, el Festival de Lucerna o la Philharmonie de Berlín. La Orquesta Filarmónica de Rotterdam vivió una época dorada en la década de 1970, cuando alcanzó notoriedad internacional bajo la batuta del joven Edo de Waart, uno de los grandes directores holandeses. Desde entonces, la Filarmónica de Rotterdam ha mantenido una lista de titulares deslumbrante: David Zinman, James Conlon, Jeffrey Tate, Valery Gergiev y, desde 2008, Yannick Nézet-Séguin, cuyo renombre fue creciendo paralelamente a su trabajo en Rotterdam.

Actualmente, Yannick Nézet-Séguin es director musical de la Orquesta de Filadelfia, además de director artístico de la Orquesta Metropolitana de Montreal y principal director invitado de la London Philharmonic Orchestra. A todos esos cargos se ha sumado recientemente el de director musical del Metropolitan de Nueva York, el principal teatro de ópera de Estados Unidos.

Conocido por su amplísimo repertorio, gran capacidad de trabajo y la desbordante energía que desprende sobre el podio, Nézet-Séguin ha cautivado a la crítica de todo el mundo por sus versiones de las grandes obras del pasado, que aborda con un sentido de la espectacularidad puramente contemporáneo. Tras diez años al frente de la Filarmónica de Rotterdam, con la que ha realizado numerosas giras internacionales, Nézet-Séguin acaba de finalizar su contrato, por lo que esta gira se puede considerar de despedida entre orquesta y director. Le sucederá al frente de la formación roterdamesa otra joven promesa de la dirección de orquesta, Lahav Shani, discípulo de Daniel Barenboim.

La Filarmónica de Rotterdam iniciará el concierto con la “Sinfonía nº 35, Haffner” de Wolfgang Amadeus Mozart. La compuso en 1781, recién llegado a Viena para trabajar como músico freelance. Sin embargo, uno de sus primeros encargos le llegó de su Salzburgo natal: una sinfonía celebratoria encargada por Sigmund Haffner, un rico mercader que había logrado que su hijo recibiera un título aristocrático. Mozart compuso para la ocasión una música noble, brillante y no exenta de pompa, pero también con una serie de originalidades y un espíritu dramático que adelanta los intereses, especialmente los teatrales, que desarrollaría durante su etapa vienesa.

La segunda composición de la velada será el “Concierto para piano nº2” de Franz Liszt. El compositor húngaro, una de las grandes figuras del Romanticismo, fue un revolucionario del piano que legó una extensa obra y desarrolló el potencial del instrumento hasta límites insospechados. Liszt comenzó a trabajar en su “Concierto para piano nº2” en 1839, pero la partitura no alcanzó su forma definitiva hasta 1861.

Se trata de una obra bastante experimental para la época, ya que en vez de los tres movimientos de los conciertos tradicionales, este de Liszt se desarrolla en un solo movimiento de 20 minutos de duración, en el que una melodía, que hace su presentación durante los primeros compases, va atravesando numerosos estados psicológicos. Este planteamiento ha conllevado que el concierto sea definido, a veces, como un poema sinfónico con piano.

El nivel de virtuosismo y energía que Liszt exige del solista es enorme, y pocos pianistas pueden abordarlo con la soltura con que lo hace Yefim Bronfman, que lo tiene entre sus conciertos de cabecera. Lo ha interpretado junto a orquestas como la Filarmónica de Nueva York, la Orquesta Sinfónica de Londres o la Orquesta del Mariinsky de San Petersburgo, y lo ha grabado en DVD con esta última.

La actuación de la Filarmónica de Rotterdam finalizará con la “Sinfonía nº4” de Piotr Ilich Tchaikovsky, la primera en la que el tema del destino, fundamental en la última etapa del compositor ruso, hace su aparición. Tchaikovsky la finalizó en enero de 1878, tras dejarla interrumpida durante su fatal matrimonio con Antonina Milyukova, que apenas duró tres meses pero que dejó a Tchaikovsky psicológicamente destrozado.

La “Sinfonía nº4”, compuesta antes, durante y después de ese matrimonio, se presta a que rastreemos en su seno las vivencias del compositor y las huellas que estas pudieran dejar en su música, por lo que es considerada una de las grandes sinfonías confesionales del siglo XIX. La partitura es, además, toda una fiesta de colores orquestales, en el refinado estilo cosmopolita que cultivaba Tchaikovsky, en el que la influencia eslava se hermana con las tendencias europeas de la época.

Entradas

Las entradas para este concierto se pueden adquirir en la web y en las taquillas del Kursaal y Teatro Victoria Eugenia.

Fuente

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