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Bonn 1770 – Viena 1827
La Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) se une a las celebraciones que, dentro el año 2020, se están programando en conmemoración de los 250 años del nacimiento del compositor, ofreciendo, a modo de “shubertiade” tres conciertos consecutivos, los días viernes 6, sábado 7 y domingo 8 de Marzo, en los que se interpretarán una selección de los Cuartetos de Cuerda compuestos por el gran genio de Bonn.
Los conciertos de viernes 6 y sábado 7 tendrán lugar a las 20.30 horas y el domingo 8 será a las 12 horas. Todos ellos se ofrecen en el Espacio Turina, Calle Laraña, 4.
El precio de las entradas sueltas es de 16 euros. Por la compra de los tres conciertos juntos el público puede beneficiarse de un 10% de descuento. Las entradas se venden en la taquilla del Teatro Lope de Vega y, cada día de concierto, desde 1 hora antes, en la taquilla del propio Espacio Turina.
El ciclo homenaje a Beethoven al completo
Concierto I – Cuarteto de cuerda “GLASS”
Cuarteto nº 1, en Fa mayor, Op. 18
Cuarteto nº 16, en Fa mayor, Op. 135
Dos cuartetos muy significativos: el primero y el último. El juvenil nº 1 de su Op.18, fue dedicado, al igual que los cinco siguientes de esa serie, su maestro Haydn, que los encontró excesivamente innovadores. Respecto al Cuarteto nº 16 Op. 135 nos presenta a un Beethoven al que le queda poco de vida y está ya abriendo vías por las que luego transitarán Shostákovich y Bartok.
Interpreta este programa, el Cuarteto de cuerda “GLASS”, integrado por los profesores de la ROSS Luis Miguel Díaz Márquez y Branislav Sisel Violines y Gretchen Talbot Violonchelo, más Gonzalo Castelló Ferri Viola, como invitado.
Concnierto II – Cuarteto de Cuerda “SANS”
Cuarteto nº 14, en Do sostenido menor, Op. 131
Cuarteto nº 13, en Si bemol mayor, op. 130 con Gran Fuga
El Cuarteto de Cuerda “SANS” se inspira en los últimos cuartetos del genio: el Op. 130 y el Op. 131. La Gran fuga original que cierra el primero de ellos, resultaba tan compleja para los músicos de la época en que se estrenó, que Beethoven se vio obligado a escribir un movimiento conclusivo más sencillo. Ahora, nuestros intérpretes, abordarán el Cuarteto Op. 130 en su versión original, que incluye esta Gran Fuga.
El grupo está integrado por los profesores de la ROSS Nazar Yasnytskyy y Stefan Zygadlo Violines, Ariadna Boiso Reinoso Viola y Claudio R. Baraviera Violonchelo.
Concierto III – Millenium Arts Ensemble
Cuarteto nº 15, en La menor, Op. 132
Cuarteto nº 9, en Do mayor, Op. 59
Este pequeño ciclo beethoveniano llegará a su fin con el Millenium Arts Ensemble, que ofrecerá otras dos joyas de este catálogo: el también tardío Cuarteto nº 15 Op. 132 y el nº 9 Op.59.
Componen este cuarteto los profesores de la ROSS Vladimir Dmitrienco y Jill Renshaw Violines, Jerome Ireland Viola y Nonna Natsvlishvili Violonchelo.
Estos tres conciertos están integrados dentro del Ciclo de Cámara de la Ross (CCROS-ELI), patrocinado por el English Language Institute, que cuenta esta edición con publicidad, cartelería y programas de mano por gentileza de Música y Cuerda. El ciclo alcanza su XXX edición, con un total de trece citas para los amantes de la cámara, entre las que se encuentran estos tres programas dedicados a Beethoven.
Inclasificable y único
Ludwig van Beetoven es un artista cuya maestría continúa, a día de hoy, omnipresente. Nacido hace ahora 250 años, su Novena sinfonía fue compuesta en 1824 y esperó pacientemente hasta principios del siglo XX para que Mahler recogiera su manto. Sus últimos cuartetos de cuerda (1825-1826) siguen sin ser superados. Se dice que, con anterioridad a Beethoven, los compositores trabajaban para la gloria de Dios, o para mecenas. Beethoven escribió para sí mismo.
Toda una estrella en Viena, ha sido reconocido como el mejor compositor del mundo. “Siempre habrá muchos príncipes y emperadores, pero solo habrá un Beethoven”, dejó escrito. Trascendió humildemente el ego porque sabía sin lugar a dudas que estaba escribiendo para la eternidad.
Su confianza en sus habilidades era la única gran verdad en su vida y se aferró a ella con tanta tenacidad porque le mantenía vivo. “A mi arte le debo el hecho de que no terminé mi vida en suicidio”, escribió. Esta tentación del suicidio sólo fue superada por la creencia en que debía ofrecer su música a la humanidad: «Un poco más y hubiera puesto fin a mi vida, sólo el arte me sostuvo. Me parecía imposible dejar el mundo hasta haber creado todo lo que yo sentía que estaba llamado a hacer».
Beethoven es uno de los compositores más venerados que existe y, desde luego es el más interpretado. Es y será el punto de referencia, el maestro, el profeta y el ejemplo del genio compositivo al que todos los demás aspirarán.
En su biografía y en su obra, suelen distinguirse tres etapas, correspondientes, aproximadamente, a tres décadas:
1. Desde su regreso a Viena, en 1792. Deslumbran entonces sus improvisaciones, al piano. Opina Mozart: «Vigílale: algún día, el mundo hablará de él». Y Haydn: «En el futuro, tendrá ideas que hasta ahora nadie ha tenido».
2. A partir de 1803, sufre ya la sordera e inicia una etapa de música sinfónica, con una dimensión heroica.
3. Después de 1813, cuando sufre una nueva crisis, busca un estilo más íntimo y vanguardista.
A los 32 años, hundido en la depresión por la creciente sordera, escribe a sus hermanos una carta, conocida como «Testamento de Heiligenstadt», un texto básico para entender su sufrimiento: «Vosotros, los que me llamáis hostil, arisco o misántropo, ¡qué injustos sois conmigo! Hasta ahora no me ha sido posible decir: ¡Hablad más fuerte, gritad, que soy sordo!».
Cartel promocional de evento
NdeP – Real Orquesta Sinfónica de Sevilla
