Publicado en TLM
Ver: Festival Internacional de Jazz San Javier
Era 1964 cuando Maceo Parker aparece por primera vez en una grabación discográfica. Fue en Out of Sight de James Brown. Desde entonces hemos podido escuchar su saxofón en grabaciones de Red Hot Chili Peppers, Keith Richards, Ani DiFranco, Prince, De La Soul o Ryuichi Sakamoto. Cincuenta y cinco años de carrera discográfica formando parte de la historia de la música.
Dieciséis años después ha vuelto al cartel del Festival de Jazz de San Javier. Basta con ese 2% de jazz que dice tener para justificar su presencia en el cartel de un festival que, manteniendo las esencias del gran jazz, nos regala estos deliciosos bocados de mestizaje.
Maceo Parker actuó el viernes 26 de julio de 2019 en el Parque Almansa de San Javier (Murcia),
dentro del programa de la XXII edición del Jazz San Javier.
Sobre el escenario, Maceo Parker parece un jovencito que ha pasado por el FaceApp, esa aplicación tan de moda que dice predecir cómo seremos dentro de cuarenta años. Setenta y seis años sólo en la piel. Energía, gestos, sonrisa y mucho amor en este auditorio del Parque Almansa que permite disfrutar de cada uno de los gestos, miradas y movimientos como en muy pocos escenarios al aire libre.
Como si en un salón de casa, una señora sureña de una excentricidad maravillosa prepara el escenario para la llegada de la banda. La palabra amor escrita en letras de madera, un reloj de pared y una mesita baja, nos dan la bienvenida a esta casa. Maceo Parker y su banda sobre el escenario. Greg Boyer al trombón, cual fiel escudero, siempre atento y jovial. Cordones verdes a juego con la corbata y el pañuelo. Aquí hemos venido a bailar. Guitarra, bajo y batería que mantienen el pulso y acompañan en este constante juguetear con el público al maestro. En los teclados, Will Boulware, el serio de la troupe al que gastar bromas. Un cómplice ideal. Y todo acompañado con la voz profunda de la cantante Darliene Parker, prima y alter ego, que nos dejó una versión del clásico de Ben E. King ‘Stand By Me’ como para rompernos el alma.
Maceo Parker tiene un dominio del escenario y un sentido del show business que sólo está al alcance de los muy grandes. El escenario es suyo, el público es suyo, el mundo es suyo. A una insinuación suya, la orchestra de este auditorio, construido al estilo de los viejos teatros romanos, se llena de público bailando. Un desfile de piezas y nombres legendarios a los que la banda da un toque fresco y divertido. El amor es lo es todo, y el baile también.
Penúltima fecha de la XXII edición del Jazz San Javier que ya se acerca a su final y que sigue manteniendo esa difícil equilibrio entre formar parte de los grandes sin perder su delicado aroma familiar, acogiendo a todo el que acude y haciéndolo partícipe de sus tradiciones. Un festival honesto consigo mismo y con un público en el que conviven los melómanos locales y foráneos del jazz con el neófito que en otras grandes citas parece sentirse relegado si no lo lleva estudiado de casa. Jazz (o funk en este caso) para disfrutar.
NdeP – Texto: José An. Montero / Fotos: María Ramos
