Mara Aranda presenta el primer Centro Internacional de Música Medieval en España

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Ver: Mara Aranda | Jota Martínez | Carles Magraner

Una iniciativa de Mara Aranda

Mara Aranda ha sabido explorar como pocos especialistas en este país la realidad sefardí desde la interpretación del corpus musical.

A través de la supervisión, guía y la referencia constante a los trabajos de campo de etnomusicológocos como Susana Weich Shahak principalmente quien también ha prologado sus trabajos dedicados a recuperar en una pentalogía sonora, (cinco discos), temas del corpus sefardí de Grecia, Turquía, Marruecos, Sarajevo o Bulgaria, ha aportado una visión alejada del trato epidérmico que desde el campo de la música venía ofreciéndose.

Asistentes al curso sobre el llibre Vermell de Montserrat. De izqda a dcha. Israel García, Carme Serva, Ángela García. Miquel Calabuig, Laura Valls, Cecilia Blanquer, Rosa Albero, Amparo Verger, Fran Lledó, Julia Giner, Beatriz Chulià, Carles Magraner, Isidre Crespo.

El aval del mundo académico al trabajo de Mara Aranda ha contribuido a su difusión en medios especializados constituyéndose en un referente en los últimos años, alejada de la visión puramente comercial y lúdica que es un abordaje recurrente de intérpretes casuales de este repertorio.

No en vano sus dos últimos discos han sido galardonados por la TWMC como mejor disco europeo del año quedando entre los diez primeros a nivel mundial. Del mismo modo este año en curso ha publicado un disco dedicado a las mujeres compositoras en la Edad Media del que nos haremos eco próximamente.

El público especializado ha recibido con gran afecto e interés las publicaciones de Mara Aranda en toda su trayectoria quizá por el esmero, devoción y por el profundo sentido de responsabilidad con que han sido gestadas, pero también el gran público que ha seguido su trayectoria que este año celebra tres décadas.

Alumnos del CIMM

La entrevista

Mara, quisiera primeramente felicitarte por estos treinta años de trayectoria profesional. ¿Cómo vas a celebrar este aniversario?

Justo la primera semana de este 2020 iniciaba su andadura el primer centro español dedicado íntegramente a la música medieval, el CIMM (www.cimmvalldigna.org). Un proyecto que tengo el placer de dirigir sobre el que habíamos estado trabajando durante varios años hasta acercarnos al diseño de un modelo que no entrara en competencia ni se solapara con otras propuestas existentes y que aportara una propuesta original, atractiva y novedosa, actualizada entorno a las músicas del medievo.

La Mancomunidad de la Valldigna, constituida por Barx, Simat y Benifairó de la Valldigna, entendió la propuesta y la apoyó estando actualmente la sede del Centro Internacional de Música Medieval en el Monasterio Real de Santa Maria de la Valldigna (Simat de la Valldigna). También la Conselleria de Cultura dio su soporte desde el primer momento a la creación del centro. Ha sido la mejor manera de celebrar estos treinta años dedicada a la interpretación de la música medieval y sefardí principalmente.

El centro está en un enclave privilegiado y pertenece a la denominada ‘Ruta de los Monasterios de Valencia’. ¿Qué es lo que aporta este Centro a la música en general y a la música medieval en particular?

Tengamos en cuenta que situada entre la Antigüedad y el Renacimiento nos encontramos la Edad Media que comprende el periodo histórico que va desde el siglo V al XV, mil años. Es un lapso de tiempo importante en el que se dan diferentes fenómenos musicales: el canto gregoriano, la música profana, la polifonía, Ars Antiqua y Ars Nova… Generalmente en los conservatorios o escuelas superiores de música que cuentan con la especialidad de Música Antigua, que son realmente pocos, estos mil años se dan por vistos junto a la música del Renacimiento por ejemplo, en algunos casos y con unas pocas horas dedicadas a la materia.

Por tanto nos encontramos con un espacio poco significativo para la diversidad y grandeza del medievo que viene pidiendo una posición más afortunada desde hace años. Cada vez hay más músicos que demandan profundizar en sus músicas y también en un aspecto muy concreto que es en la manera de abordar los instrumentos medievales y de servir como acompañamiento y como solistas. Y no solamente músicos que vienen desde la música académica o culta sinó que también hay un interés manifiesto por parte de músicos que nos requieren información provenientes de la escena de la música tradicional y folclórica interesados en inmiscurse en su aprendizaje.

Se ha visto en los últimos años un notorio interés por los instrumentos musicales de la Edad Media, diferentes reconstrucciones, exposiciones, cursos, etc. ¿Hasta qué punto el instrumento es importante para interpretar la música del medievo?

Efectivamente durante los últimos años ha habido un rebrote de interés por este período histórico a todos los niveles, entre los que se incluye el musical. Se han hecho diversas aproximaciones organológicas a través de la reconstrucción de instrumentos musicales que podemos encontrar en fachadas románicas y sobre todo góticas en muchos puntos de España y también a partir de la iconográfica de la época.

Desde hace aproximadamente 15 años he vivido muy de cerca esta experiencia acompañando a Jota Martínez en los trabajos de campo en los que hacíamos la datación para su posterior construcción en la que ha participado el propio Jota Martínez en ocasiones como constructor principal y en otras ha sido la mano de lutieres especializados como Jesús Reolid, Marco Salerno o Asier de Benito.

En este tiempo la reconstrucción ha dado como resultado unos 150 instrumentos musicales medievales procedentes del artesonado mudéjar de la Iglesia de la Sangre (Lliria, Valencia), la Lonja de la Seda y la Catedral de Valencia, de la puerta del Antiguo Hospital de Pobres (Xàtiva, Valencia), la puerta de los Apóstoles de la catedral de Orihuela, del Palau Dalmasses (Barcelona), de la Colegiata de Toro, de la Catedral de Tarragona, de la Biblia Beato de San Millan de la Cogolla, la Basílica de Santa Maria la Mayor de Morella (Castelló), del códice de las Cantigas de Santa Maria de Alfonso X, la Hagada de Barcelona… y un muy largo etcétera.

El instrumento es indispensable para entender la música de la Edad Media y a través de su reconstrucción uno identifica qué puntos fueron evolucionando a partir de aquellos modelos más antiguos siendo este el motivo por el que quedaran paulatinamente relegados, aunque no todos. Algunos de ellos siguen conservando las mismas características sin variar morfológicamente apenas nada. El sonido que se consigue con ellos nos situa en el ambiente sonoro anterior a todo el que se puede experimentar hoy día, es el pasado musical de nuestro presente.

Hay habitualmente exposiciones donde pueden verse estos instrumentos musicales reconstruidos pero es más difícil encontrarlos en escena. ¿A qué se debe?

Todo este trabajo de reconstrucción ha implicado un trabajo esmerado y laborioso porque la intención era recuperarlos de esa piedra esculpida, de esas miniaturas en los códices para que volviesen a cumplir la función para la que originalmente fueron creados. Jota Martínez, en este momento uno de los grandes especialistas en organología medieval y yo misma habíamos detectado en muchas ocasiones instrumentos detrás de vitrinas que solamente daban cuenta de su forma pero que se habían construido solo para ‘decorar’ o ilustrar, no eran tocables.

Este punto siempre había sido algo que especialmente como intérpretes nos había resultado poco satisfactorio. La forma por la forma nos da información sobre la belleza del objeto pero faltaba poder llegar a contactar con su propósito. En ese sentido la propuesta de reconstrucción ha sido firme y todos los instrumentos de la colección de Jota Martínez – Mara Aranda son utilizados en los repertorios que Jota desarrolla con el ensemble Jota Martínez y también con el Ensemble Alfonsí creado para interpretar la música de los códices de Alfonso X el Sabio con el instrumentarium alfonsí, la colección completa de todos los instrumentos musicales que aparecen en el Codex Princep formado por unas 60 piezas reconstruidos por primera vez en la historia desde que fueron reproducidos en las miniaturas en el siglo XIII, una aproximación de momento inédita e inaudita y por mi parte son utilizados en los programas que interpreto dedicados a la música medieval.

¿Qué nos puedes decir del curioso logotipo del centro? Aparenta ser una rana tocando una especie de oboe.

Esta rana “dulzainera” o “chirimitera” la encontramos en la Lonja de la Seda de Valencia y forma parte de la ornamentación de la puerta que une la planta baja de la Torre, antigua capilla construida entre los años 1484 y 1486 por Juan Guas, maestro de obras del rey Fernando el Católico, y la sala llamada Consulado del Mar construida por Casimiro Ripollés.

En España hay una gran tradición de estos instrumentos de viento de lengüeta doble, siendo legatarios de otros originarios de Mesopotamia utilizados hace 5.000 años y en el medievo estuvieron a punto de perderse por la preferencia de otros instrumentos de viento como las trompas, siendo reintroducidos y tocados en España por los musulmanes unos siglos después como nos recuerda Cervantes en su Quijote `… entre moros no se usan campanas, sino atabales, y un género de dulzainas que parecen nuestras chirimías´…mostrándonos además una diferencia entre dulzaina y chirimía siendo que una es más corta que la otra.

En la Comunidad Valencia estuvo a punto de desaparecer a medidados del siglo XX y en las últimas décadas ha tenido un resurgir hasta el día de hoy en el que ya se pueden cursar estudios reglados de dolçaina en los conservatorios de música de la C.V. Puesto que dolçaina y el tabal es el dúo más extendido de todo el folclore valenciano y está presente en el edificio de arquitectura gótica civil más importante de Valencia y uno de los más brillantes ejemplos el gótico civil europeo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y muestra de la revolución comercial y el desarrollo social durante la Baja Edad Media, nos pareció un buen motivo para erigirse en el logo del Centro Internacional de Música Medieval.

¿Qué actividades podremos encontrar en el Centro Internacional de Música Medieval?

El nuevo curso académico 2020-2021 se pondrá en marcha la primera semana de setiembre. Lo haremos con profesorado internacional que atenderá las asignaturas de canto e interpretación de partituras medievales, viola medieval, vihuelas de rueda (orgnistrum, sinfonía y viola de rueda o zanfona), cítolas, instrumentos de viento de lengüeta doble y flautas, percusión y canto. Para todos aquellos que no cuenten con instrumentos medievales se dará la opción de construirlos o de adquirirlos.

Esto será a razón de un encuentro semanal de dos horas desde setembre a junio via online después del éxito conseguido en estos últimos meses de curso académico 2019-2020 por donde han pasado más de 300 alumnos de nuestro país pero también de varios países de ámbito hispano-parlante como Venezuela, Chile, Paraguay o México.

Tendremos un concierto mensual con las principales internacionales intérpretes de música medieval que ofrecerán una aproximación a este repertorio, abierta al público y un festival medieval multidisciplinar que inaugurará el curso académico.

¿A quién estarían dirigidas las actividades del Centro Internacional de Música Medieval? Hay algún perfil específico?

Es de libre acceso a cualquier persona interesada en asistir como alumno activo o como oyente sin necesidad de conocimientos previos sobre música medieval, ni siquiera es necesario saber interpretar una partitura.

Puede asistir por supuesto cualquier alumno de conservatorio (grado elemental a superior), estudiantes de musicología, filologías, arte, historia, etc.; profesores y maestros de música, músicos profesionales de cualquier estilo, miembros de corales amateur o profesionales, aficionados o simpatizantes y curiosos de estas sonoridades y músicas son bienvenidos. Aun sin tener los instrumentos medievales se puede muchas veces utilizar el instrumento propio y adaptarlo como en el caso de las violas actuales por ejemplo.

Además es importante recalcar que se expedirá para los estudiantes de los centros que pertenecen a al ISEACV, un certificado de horas para obtener créditos de libre configuración. Al resto de participantes también se les entregará un certificado de horas, y la posibilidad de pedir también la convalidación como créditos de la Conselleria.

¿Algún motivo más por el que deberíamos acercarnos a la música medieval?

Todos los motivos. Conocer nuestro pasado es entendernos mejor en el presente y así tener más oportunidades de proyectarnos en un futuro de manera más plena, más coherente. La Edad Media está llena de momentos, a diferencia de lo que es comúnmente aceptado considerándola como una época de oscuridad, de luz plena, fraternidad, unión y mixtura entre culturas diversas que se dan en este crisol peninsular, avances en la medicina, la ciencia, la arquitectura, la poesía y la música. El desconocimiento de estas músicas no nos exime de su influjo y reconocernos herederos de ese legado nos hace completar el puzzle de nuestra identidad como individuos y como sociedad.

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