Con cinco solistas
Mozart vuelve a ser protagonista en el Festival Internacional de Santander tras el concierto de la Orquesta de Cadaqués, pero esta vez con parte de su repertorio sacro. El maestro Marc Minkowski y la orquesta Les Musiciens du Louvre interpretarán este jueves en la Sala Argenta a las 20:30hs, una obra de Haendel arreglada por Mozart, ‘La Oda a Santa Cecilia’, y la ‘Gran misa en do menor K. 427’ del genio austriaco.
El público del Festival disfrutará de las voces de cinco solistas, las sopranos Ana Maria Labin y Miriam Albano, el contralto Owen Willetts, el tenor Valerio Contaldo y el bajo Norman Patzke, todos ellos grandes especialistas en este repertorio, junto a un ripieno formado por otras ocho voces.
Fundada en 1982 por Marc Minkowski, la orquesta Les Musiciens du Louvre destaca por su labor de reinterpretación de un amplio repertorio lírico que se extiende desde el barroco hasta el período moderno, utilizando siempre instrumentos de época. Aunque la orquesta ha forjado su reputación con interpretaciones de Haendel, Purcell, Rameau, Haydn, Mozart, Bach o Schubert, la mayor de sus especialidades es la música francesa del siglo XIX. Sus recientes éxitos operísticos incluyen la producción de ‘Orfeo y Eurídice’ en Salzburgo y Grenoble; ‘Los cuentos de Hoffmann’, en París; y ‘Las bodas de Fígaro’ en Versalles.
Jueves 22 de agosto a las 20:30hs | Palacio de Festivales
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Después de grabar la integral de las sinfonías de Londres de Haydn, y las versiones de ‘El holandés errante’ de Dietsch y de Wagner, la orquesta dirigida por Minkowski grabó ‘La Pasión según San Juan’, de Bach, en abril de 2017. Este año tienen previsto grabar una de las obras que interpretarán en el Festival Internacional de Santander: la ‘Gran misa en do menor’ de Mozart.
El líder de la orquesta, Marc Minkowski, comenzó a dirigir a una edad temprana. En 1982, fundó Les Musiciens du Louvre, explorando la música barroca francesa y Haendel, antes de expandir su repertorio a Mozart, Rossini, Offenbach, Bizet y Wagner.
Dirige regularmente en París (Opéra National, Théâtre du Châtelet y Opéra Comique), en Covent Garden y La Scala, en los festivales de Salzburgo y Aix-en-Provence, en Bruselas, Zúrich, Venecia, Moscú, Berlín, Ámsterdam y Viena. Minkowski es también un director muy demandado en la escena de conciertos, y dirige orquestas como la BBC Symphony Orchestra, Tokyo Metropolitan Symphony Orchestra, Kanazawa Orchestra, DSO Berlin, Vienna Philharmonic y Salzburg Mozarteum Orchestra.
La música sacra de Mozart
‘La Oda a Santa Cecilia’ de Haendel fue estrenada en 1742, aunque había sido compuesta tres años atrás. Su primera representación tuvo lugar en la Musical Society de Londres, asociación que todos los años le dedicaba una nueva pieza de estreno a la santa, patrona de la música.
El dramaturgo, poeta y crítico inglés del siglo XVII John Dryden fue el autor de la letra. Inspirado por sus versos, Haendel pintó en esta pieza un lienzo en el que muestra cómo la música está presente en el mundo desde el comienzo del universo, “cuando la naturaleza se extendía bajo una pila de átomos discordantes”, como el tenor relata en el recitativo inicial de la pieza. Posteriormente, a través de cada uno de los números de la oda, Haendel despliega las propiedades de los instrumentos que aparecen en el escenario, incluyendo, como no podría ser de otra manera en una obra sacra, la voz humana.
En 1790, el barón Van Swieten, apasionado de la música antigua y de la música de Haendel y Bach, encargó a Mozart una versión arreglada de la ‘Oda a Santa Cecilia’ de Haendel.
Antes de reescribir la obra haendeliana, en 1783, Mozart estrenó su ‘Misa en do menor K. 427’ en la abadía de San Pedro de Salzburgo. Fue un regalo para su reciente esposa, Constance Weber, la cual actuó como solista en el estreno de la composición. Escrita para coro y solistas con acompañamiento orquestal, sigue las influencias de compositores como Haydn o el propio Haendel. Merece especial atención el guiño que le hace Mozart al compositor barroco, siguiendo el mismo pie métrico en su In Excelsis que el que hiciera Haendel en el ‘Hallelujah’ de su oratorio ‘El Mesías’.
Windu Quartet y Daniel Garay en Suances
El cuarteto Windu, acompañado en la percusión por Daniel Garay, presenta este jueves en el Fuerte Antiguo de El Torco (Suances) un programa de música renacentista titulado ‘Las danzas de la Reina Isabel I’.
Aunque no tiene nada que ver con la estética de ‘Under Construction’, este espectáculo cuenta con algunos elementos escénicos característicos de Windu Quartet, como las proyecciones. En este programa, el cuarteto expone un abanico de danzas lentas y rápidas, con los pies pegados al suelo y con saltos, con coreografías sencillas o complicadas, en grupo y por parejas. “Junto al branle se encuentra la majestuosa pavana, la vigorosa gallarda, el alegre saltarello o la sensual zarabanda”, explican los miembros de Windu.
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