María José Montiel vuelve a Tenerife como Princesa de Éboli

La mezzosoprano debutará el mítico personaje

La mezzosoprano María José Montiel regresa a Santa Cruz de Tenerife esta vez para debutar el papel de la Princesa de Éboli del Don Carlo de Verdi que propone la Ópera de Tenerife los días 10, 14 y 17 de marzo en el Auditorio de esa capital canaria. La diva madrileña viaja a la isla con el compositor italiano muy presente en su voz, ya que lo hará después de haber cantado la Missa da Requiem verdiana junto a la Simfònica y al Coro del Gran Teatre del Liceu de Barcelona en el Palau de la Música Catalana (20 de febrero), una obra con la que ha recorrido medio mundo de la mano de uno de los directores fundamentales en su carrera, Riccardo Chailly.

María José Montiel © Fernando Vázquez Morago – Fidelio Artist

Montiel incorpora el rol de Éboli, uno de los más emblemáticos del repertorio para su cuerda, poniendo a disposición del personaje su amplia trayectoria y sus profundos conocimientos del estilo; anteriormente ya se ha metido en la piel de otros grandes roles verdianos como Amneris en Aida (Festival de Bregenz dirigida escénicamente por Graham Vick), Ulrica en Un ballo in maschera (junto a la Filarmónica de Israel dirigida por Zubin Mehta), Duquesa Federica en Luisa Miller (en la Opéra de París junto a directores como Lorin Maazel, James Conlon o Daniel Oren) o la misma Maddalena de Rigoletto en varios escenarios. “La Éboli de Verdi y de Schiller, en quien se basó el compositor para esta ópera, es fascinante, pero también es muy complejo porque es uno de los nudos argumentales de la trama que mueve toda la obra” afirma la mezzo española. “Exige del intérprete una amplia tesitura y un gran dominio tanto de las agilidades como del canto dramático y expresivo. Un reto apasionante”.

Este primer acercamiento al papel será también el debut operístico de María José Montiel en Tenerife, donde ya había actuado en dos ocasiones en el marco del Festival Internacional de Música de Canarias interpretado el Stabat Mater de Rossini, primero junto a la Sinfónica Giuseppe Verdi de Milán dirigida precisamente por Riccardo Chailly (en el Auditorio de Tenerife, 2004) y, más tarde, junto a la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid dirigida por José Ramón Encinar (en el Teatro Guimerá, 2011).