El Museu Marítim de Barcelona acoge la exposición «A la orilla del mar«, con más de 80 instrumentos musicales de diversas épocas y procedentes de todos los lugares del Mediterráneo, de Cataluña en Egipto, pasando por Francia, Italia, Grecia, Bosnia, Turquía, Siria , Israel y todos los países de la costa del Magreb, de Marruecos a Túnez.
La exposición reúne piezas de las colecciones del Museo Marítimo de Barcelona, con instrumentos musicales procedentes, mayoritariamente, de la colección particular Música para ver, de Irún, y algunas piezas del Museo de la Música de Barcelona. Se puede ver en la Sala Mirador del Museo Marítimo hasta el 15 de octubre y es de entrada gratuita.
«A lo largo de la historia, el entorno del Mediterráneo ha compartido el conocimiento por los buques y la ha transportado por los caminos de la mar«, nos explica el musicólogo, Oriol Rossinyol, comisario de la exposición. Y la música, según comenta, ha sido uno de estos conocimientos compartidos, ya que ha estado presente en la navegación en todas las épocas: «Quizás uno de los primeros instrumentos fue la caracola. En el Museo de Gavà se pueden ver caracolas muy antiguas con el extremo roto, lo que indica que se utilizaron para hacerlas sonar. Y las caracolas han sido un elemento imprescindible en los barcos como instrumento de comunicación hasta bien entrado el siglo XX «.
Esta idea central se ilustra con la exposición de hasta 82 instrumentos musicales de los siglos XVII al XXI, 58 fotografías de músicos y 12 barcos, representados con maquetas y dioramas, para poner de relieve la relación entre la música y la cultura marítima.
Por ejemplo, qué relación se puede encontrar entre los barcos y la percusión? «Los instrumentos de percusión nos hablan del ritmo, tan necesario a la hora de remar en las embarcaciones de remo», comenta Oriol Rossinyol. Asimismo, la forma de las primeras garras egipcias nos recuerda a los barcos de la época, con los que el instrumento se difundió por todo el Mediterráneo. Del viento se nutren tanto las embarcaciones de vela como algunos instrumentos, como los que confeccionaban con cañas y cuernos marinos, materiales marítimos. Y los instrumentos de cuerda frotada, desconocidos en la antigüedad clásica de Grecia y Roma, llegaron de la mano de los árabes, que a su vez los conocieron a partir del contacto con los pueblos de la India y de Asia Central .
Asimismo, con los instrumentos de la exposición se puede ver cómo cada país y cada cultura les ha ido adaptando a lo largo del tiempo: «Del rebab árabe, el primer instrumento de cuerda frotada de la historia, se van haciendo varias versiones, y una de ellas, nacida en Italia, en la zona de Cremona, en el siglo XVII, es el violín. El instrumento tiene tantas posibilidades que hoy en día incluso las orquestas tradicionales de música árabe, junto a los rebabs, tienen violines «, comenta Oriol Rossinyol.
