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En verión concierto
El próximo 29 de octubre, el Gran Teatre del Liceu presenta una única función en versión concierto de Orlando Paladino, una de las mejores óperas del siglo XVIII. Compuesta en 1872, Orlando Paladino fue la ópera más representada de las casi 20 que compuso Haydn, con más de 60 interpretaciones en diferentes puntos del Imperio Austrohúngaro.
El Gran Teatre del Liceu acoge el próximo 29 de octubre el estreno de Orlando Paladino, el éxito operístico más importante de Haydn. El maestro Giovanni Antonini dirige en una única función, en versión concierto, la que fue la ópera más popular del compositor.
Compuesta en 1872, Orlando Paladino fue la ópera más representada de las casi 20 que compuso Haydn, con más de 60 interpretaciones en diferentes puntos del Imperio Austrohúngaro.
Domingo 29 de octubre a las 17:00 hs | Gran Teatre del Liceu
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Prácticamente olvidada hoy en día, desde hace dos siglos la obra se ha representado muy poco, sin embargo su influencia ha sido notable, ya que uno de los momentos de la ópera anticipa la famosa aria del catálogo que Mozart compuso por Don Giovanni, cinco años después. Motivo por el que Orlando Paladino se postula como una de las mejores óperas del clasicismo del siglo XVIII.
Basada en la novela en verso Orlando furioso, la obra combina magia, aventuras, romance y humor y su escucha actual es una sorpresa, porque abunda en arias complicadas, instrumentación grácil, humor y fantasía. La ópera combina un estilo de composición clasicista y un texto barroco, dando pie a una obra mayor del subgénero híbrido entre el heroico y el cómic.
Giovanni Antonini es un artista explosivo. En 1985, con sólo 20 años, fue uno de los fundadores del conjunto instrumental Il Giardino Armonico, y se convirtió en el director único de la formación cuatro años más tarde.
Desde entonces, Antonini ha explorado, con pasión y metodología estricta, todo tipo de repertorios de lo que, de manera amplia, llamamos música antigua: obras del renacimiento y del barroco, así como del clasicismo del siglo XVIII, llegando muy puntualmente hasta principios del siglo XIX.
En este arco temporal tan amplio, Antonini ha estado excavando una de las vetas más ricas, que es el material para grandes conjuntos –conciertos, sinfonías, óperas– de Franz Joseph Haydn, y de un tiempo a esta parte, el proyectos más ambicioso de Il Giardino Armonico ha sido comenzar a grabar, de manera paciente, la integral de Haydn, con especial interés en su música vocal, lo que incluye sus dos famoso oratorios y su decena y media de óperas, mucho menos conocidas.
En este punto, Orlando paladino es la obra que ocupa a estos músicos extraordinarios, y el motivo por el que la presentarán en el Liceu en una única función en versión concierto.
La clase de Il Giardino Armonico es bien conocida: el número de grabaciones a su nombre es enorme, y en todas ellas siempre es posible encontrar, además de un sonido cálido y vibrante, una preocupación obsesiva por la fidelidad en la interpretación a partir de criterios historicistas.
Ese criterio es el que se aplicará también a Orlando paladino, una ópera que tiene la gracilidad y el equilibrio propias del rococó del siglo XVIII.
Para conseguir el efecto deseado, además de una ejecución instrumental precisa y cálida, es importante también contar con un elenco vocal especializado en música antigua, y el reparto para esta función tiene sobrada experiencia en música escénica anterior al romanticismo.
La principal figura del elenco vocal será la cantante húngara Emőke Baráth, una de las soprano coloratura más interesantes de los últimos tiempos, y que aquí defenderá el papel de Angelica, caracterizado por unas escaladas agudas de gran complejidad.
La barcelonesa Núria Rial será la encargada de cantar el papel de Alcina, otro rol de enorme dificultad técnica que requiere de un gran virtuosismo en el en canto adornado.
Los papeles masculinos serán para el tenor inglés Alasdair Kent, el bajo-barítono Renato Dolcini y el tenor Josh Lovell. El primero se encargará de dar vida a Orlando –una parte protagonista tan complicada como los papeles agudos de Mozart o Rossini, que forman parte del repertorio habitual de Kent–, mientras que el segundo será su rival, el caballero Rodomonte, y asumirá también el papel de Caronte en el tercer acto.
Lovell, con su timbre cálido y melancólico, será ideal para encarnar al amante de Angelica, el rey sarraceno Medoro. La ópera cuenta con dos papeles cómicos para Pasquale, el escudero de Rodomonte –que cantará el tenor Krystian Adam–, y para la pastora Eurilla, que será para la soprano italiana Silvia Frigato. Un reparto joven, ilusionado y técnicamente impecable para sacarle todo el brillo a una ópera que se revela como magistral cuando cae en las manos adecuadas.
El argumento
El episodio central de la historia es la locura de Orlando, que está enamorado de la dama Angelica, a la que persigue sin descanso para conquistarla.
Pero Angelica no corresponde a Orlando: está enamorada de un príncipe sarraceno, Medoro , y para evitar a Orlando acude al caballero Rodomonte , rival de Orlando, ya Alcina , una bruja que aplicará todo tipo de conjuros mágicos para frenar el temperamento incontenible del caballero.
Por último, la solución será hacerle olvidar quién es: así también olvidará a Angelica y el amor que siente por ella. Se trata de una historia fantasiosa, que parte de los principios del estilo serio del barroco –episodios edificantes de la antigüedad–, pero con un desarrollo absurdo, lo que hizo que acabara catalogándose como ópera heroico-cómica.
Momentos musicales clave
Acto I – Sinfonía
La apertura de la ópera, una pieza breve de tres minutos que Haydn identificó como ‘sinfonía’, es una puerta de entrada ideal a Orlando paladino para quien conoce su obra instrumental, pero no está familiarizado con sus óperas.
Se trata de un alegro dinámico que marca el tono festivo de la ópera: transmite una sensación de fealdad, de locura transitoria, de héroe, como la que baña todo el argumento.
Pero también comunica mucha solidez y control: Haydn estaba en su madurez creativa, que se transmite con aplomo en esa introducción de composición perfecta.
Acto I, Pasquale – « Lo viaggiato en Francia , en Spagna»
Pasquale, el escudero de Rodomonte, es un personaje que recuerda en su simplicidad y perspicacia a Sancho Panza , y encaja perfectamente en el molde de la ópera soplo: en Orlando paladino tiene la función de suavizar, con humor, los asuntos amorosos graves que afectan al resto de los personajes.
En esta aria veloz, Haydn anticipa otras dos piezas famosas de la ópera posterior: el aria del catálogo de Leporello a Don Giovanni (Mozart) y la entrada de Fígaro en El barbero de Sevilla ( Rossini ), presentándose como un hombre de mundo a partir de una larga y complicada enumeración.
Acto II, Angelica – «Aure chete»
Después de un dueto gracioso de Eurilla y Pasquale , vuelve el personaje de Angélica para llorar sus penas de amor con un aria de solemnidad triste que recuerda mucho a lo que más tarde hará Mozart con la presentación de la Condesa en Las bodas de Fígaro.
En esta pieza, Angelica echa de menos a Medoro, de quien se ha tenido que separar por la amenaza constante que plantea el loco Orlando a su amor.
La soprano necesita un gran control en la primera parte, y una capacidad para escalar hasta la parte más aguda de la tesitura en la segunda, lo que convierte a esta aria en un bombón envenenado.
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