Publicado en TLM
Ver: Ara Malikian
Compuesta para los madrileños
Un año más, la Navidad nunca falta a su cita: hace más de veinte siglos que celebramos estas fiestas de unión, paz y concordia, siglos llenos de Historia y de historias, miles y miles de años repletos de cosas buenas y, a veces, no tan buenas. Y, pase lo que pase, al aproximarse diciembre empezamos a notar que nuestros sentimientos se caldean, a anticipar los buenos ratos que están por llegar, a sentir que ya se acercan esos momentos de conexión, alegría y celebración.
No hay una sola Navidad que no sea especial y, en este 2020, además de especial nuestra Navidad será también un poco diferente: la viviremos de una manera más íntima y sosegada, celebrando la oportunidad de centrarnos en lo esencial, en lo que nos emociona, nos une y nos hace sentir bien. Inventaremos nuevas formas de sentirnos cerca, de conectar entre nosotros y conectarnos con nuestra ciudad, un Madrid que nos vuelve a abrir sus brazos para arroparnos, esta vez de un modo más cercano, más personal y profundo.
La Navidad vuelve a Madrid y, con ella,
vuelven la magia, la luz y la armonía
El diálogo entre la ciudad y sus habitantes en estas entrañables fechas va a abrirse este año a través del más universal de los lenguajes: la música. Durante todas las fiestas nos acompañará una melodía especialmente compuesta para Madrid y para los madrileños. Oro, incienso y mirra es una pieza original creada para la ocasión por el gran violinista Ara Malikian.
Libanés de nacimiento, con ascendencia armenia y nacionalidad española, el polifacético Ara Malikian ha conseguido acercar la música clásica a todos los públicos, manejando cualquier género sin prejuicios e interpretando o colaborando con artistas de lo más diverso: desde Bach hasta Led Zeppelin, de Extremoduro a la Orquesta Sinfónica del Teatro Real de Madrid… Y, como no podía ser de otro modo dada su historia personal, siempre con la multiculturalidad por bandera.
La música le salvó la vida al tener que huir de la guerra: abandonó Beirut con 14 años y desde entonces ha llevado sus melodías por el mundo, tocando en las mejores salas de conciertos en más de cuarenta países de los cinco continentes, para acabar afincándose en esta acogedora ciudad nuestra y transformándose en un madrileño más.
A través de su talento, sus virtuosas manos y su sensibilidad para captar la esencia de esta que es ahora su ciudad, Madrid tendrá este año su propia imagen sonora de Navidad, una creación musical de todos y para todos con la que palpitaremos juntos al ritmo del corazón de nuestra ciudad.
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