Plácido Domingo dirige en México un homenaje a su madre, Pepita Embil

Sobre el homenaje a Pepita Embil

El tenor y director español Plácido Domingo rendirá homenaje este domingo 2 de diciembre a las 20.00 horas en la sala que lleva su nombre en el Conjunto de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara (México) a su madre, la cantante Pepita Embil (Guetaria, 1918 – México, 1994), con motivo del centenario de su nacimiento. Domingo, que recibió este sábado 1 el premio ‘José Pablo Moncayo’ de la Junta de Síndicos de la Orquesta Filarmónica de Jalisco , se pondrá al frente de la formación para dirigir el ‘Requiem’ de Verdi.

La parte vocal estará interpretada por el Coro Municipal de Zapopan y la soprano mexicana María Katzarava , la mezzosoprano venezolana de origen canario Nancy Fabiola Herrera , el tenor mexicano Arturo Chacón-Cruz y el bajo estadounidense Nicholas Brownlee. Tanto Herrera como Brownlee acompañaron a Domingo en la gala inaugural del Conjunto de Artes Escénicas, por lo que su regreso es especialmente emotivo.

Pepita Embil Echaniz nació en Getaria, el 28 de febrero de 1918 y falleció en México el 28 de septiembre de 1994. Estudió en el Conservatorio de San Sebastián, y se inició en el canto en el Orfeón, en el coro Eusko Abesbatza y en Eresoinka. Dedicó su vida a la música simultaneando su faceta de cantante con la de empresaria musical junto a su marido, el barítono Plácido Domingo Ferrer. Embil se convirtió en una institución en Iberoamérica, donde trabajó durante más de un cuarto de siglo y donde llegó a ser considerada la reina de la zarzuela mexicana. En 1974 se retiró de los escenarios y tanto en 1988 como en 1990 recibió sendos homenajes en Donostia.

El bajo Nichola Brownlee y el tenor Plácido Domingo

La ‘Misa de Réquiem’ (1874) de Verdi para coro, voces solistas y orquesta se estrenó en la iglesia de San Marcos de Milán en el primer aniversario de la muerte de Manzoni en 22 de mayo de 1874, Requiem proviene de la primera palabra del texto, que comienza con ‘Requiem aeternam dona eis, Domine es’ (dales el descanso eterno, Señor).