Presentan en Madrid un álbum del compositor José María Franco Bordons

Grabado con a la Orquesta de Córdoba

Independientemente de que se venda o se descargue más o menos música -cosa que en el terreno de la clásica crece considerablemente-, parece claro que lo que no se interpreta y se graba, prácticamente no existe.

Salvo los músicos, nadie puede escuchar las partituras. Por eso, la labor de recuperación del Patrimonio Musical Español que lleva años realizando el maestro José Luis Temes (Premio Nacional de Música 2009) es tan importante y tan necesaria. Buscando y trabajando para trascender mediante grabaciones que él mismo suele producir, papeles en muchos casos perdidos, olvidados, inacabados, repartidos, rotos…

La Orquesta de Córdoba ha colaborado con él en diez ocasiones, la última de las cuales acaba de ver la luz en el mercado con sello de Cezanne. Este nuevo CD recoge las obras orquestales de José María Franco Bordons, y es es el número 47 de nuestra discografía.

Presentan en Madrid un álbum del compositor José María Franco Bordons
Martín Baeza-Rubio, director de orquesta, Paloma Franco Gil, hija del compositor Franco Bordóns y José Luis Temes, director de orquesta.

Presentan en Madrid un álbum del compositor José María Franco Bordons

En palabras de José Luis Temes, Bordóns “fue el prototipo de músico con el sólido oficio musical y ancha inquietud intelectual que caracterizó a los integrantes de la denominada Generación Musical del 27 o Generación de Plata (que él mismo ha propuesto llamar Generación Rota, por -dice- ajustarse más a la realidad). Pues difícilmente puede encontrarse un músico capaz de ofrecer ayer un concierto como pianista, hoy formar parte de un cuarteto como violinista o violista, mañana estrenar como compositor una obra sinfónica y, al día siguiente, dirigir cualquiera de las primeras orquestas españolas de la época. Y todo ello dentro de esa actitud de humildad que caracterizó a toda su generación, tan generosa en su actitud de divulgación cultural y entrega vocacional a la música.

José María Franco Bordons (1894-1971) fue el primer director de orquesta español que subió al podio de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Se ha presentado el disco en la Sala Manuel de Falla de la sede de SGAE en Madrid.

e yo mismo he propuesto para ellos la denominación de Generación Rota, que creo por ajustarse más a la realidad). Pues difícilmente puede encontrarse un músico capaz de ofrecer ayer un concierto como pianista, hoy formar parte de un cuarteto como violinista o violista, mañana estrenar como compositor una obra sinfónica y, al día siguiente, dirigir cualquiera de las primeras orquestas españolas de la época. Y todo ello dentro de esa actitud de humildad que caracterizó a toda su generación, tan generosa en su actitud de divulgación cultural y entrega vocacional a la música.

Por desgracia la música española ha olvidado muy pronto la producción de este espléndido músico de vocación y oficio. También hay que reconocer que su nulo egocentrismo y su antidivismo han propiciado que su legado quedara en pésimas condiciones para la posteridad: partituras desaparecidas de su archivo, particellas cedidas generosamente y nunca recuperadas, obras mil veces retocadas, falta de documentación sobre ellas, bocetos grapados unos con otros junto a partituras de difícil reconstrucción, etc…

Y menos mal que el celo con que este legado ha sido conservado por su hijo y excelente director de orquesta, José María Franco Gil, ha conseguido que al menos éste haya quedado intacto. La ayuda del maestro -octogenario ya cuando comenzamos a preparar este disco, pero de asombrosa lucidez y sentido del humor- fuer fundamental para la recuperación de las obras incluidas en este disco. Por desgracias, sin embargo, su fallecimiento en Madrid poco después de la grabación nos ha dejado huérfanos de conocimiento de mayores detalles sobre el gran músico vasco.

Sobre las obras contenidas en el disco

Por desgracia, y a causa de la anteriormente citada carencia de buena documentación sobre la figura de José María Franco Bordóns, no podemos ofrecer muchos datos sobre las obras contenidas en este disco, cuyas partituras que, en algunos casos se encontraban en su legado personal sin mayor información complementaria.

Si está bien documentada la obra que abre esta antología: Tres hermanos marineros. Pues se trata de una suite orquestal con las principales escenas del ballet Galerna, de ambiente vasco, que nuestro autor compuso en 1931, aunque su estreno en el Teatro Español, no tuvo lugar hasta 1942. Fue resultado de un encargo de la bailarina y coreógrafa vasca Pilar López (hermana de “La Argentinita”) y se articula sobre un argumento de Consuelo Gil, esposa del compositor, que no se limita a una mera historia coreográfica.

Solo dos años antes, José María Franco había compuesto En una aldea (1929), un díptico sobre la vida del campo en Castilla. Por el contrario, Lembranza tiene como referente el mundo de la Galicia rural al que nuestro compositor era muy afín (El emigrante ya trataba sobre un tema gallego). Poco sabemos sobre el origen de Cantos Arca, ni las circunstancias de su estreno sinfónico. Solo que es una orquestación realizada en 1946 de una obra pianística de juventud. Sobre el origen del título ni su hijo pudo arrojar luz alguna. Cuatro apuntes es una de las pocas obras de su autor que alcanzaron una cierta difusión en su tiempo. Pues de hecho nació como una obra de fácil montaje y resultado muy hermoso para una formación solo de cuerda. Básicamente es una orquestación de cuatro piezas anteriores para violín y piano, aunque con no pocas variantes. Desde su composición en 1958 su autor la llevó por numerosas y pequeñas formaciones de bajo presupuesto que le invitaban a sesiones musicales más voluntariosas que rentables. Gran oficio, eficacia de resultados y un cierto conservadurismo estético -quizá las tres señas de identidad del catálogo general de José María Franco- caracterizan esta música, sencilla y directa.

Sobre José María Franco Bordóns

Pasó sus primeros años en el País Vasco y, aunque su familia marcharía a vivir en Madrid, los regresos a su tierra serían una constante en su vida y en su música. La biografía de Franco Bordóns es indisociable de un hito en la música española de una generación inmediatamente anterior a la suya: Enrique Fernández Arbós. Franco Bordóns supliría en España a Fernández Arbós durante sus constantes estancias en otros países, ejerciendo tanto de su secretario como de copista. La mejor prueba de esta amistad de por vida es que Arbós dejó a Franco Bordóns en su testamento todo su legado artístico y documental.

Después de algunas obras menores, su nombre se abre paso en el panorama de la composición española al estrenar en 1920 la obra lírica El emigrante, con texto de Juan Ignacio Luca de Tena. Cinco años después, la misma pareja de autores estrenarían 1830 (compuesta en 1924), otra obra lírica, esta vez sobre el funesto último tramo del reinado de Fernando VII. Por esos años, en torno a 1927, presentó también José María Bordóns sus más características piezas camerísticas, luego ampliamente difundidas: el Cuarteto I, el Quinteto con piano, el Quinteto con arpa, las Impresiones españolas, etc. Los primeros destinatarios de estas obras fueron los elementos del Quinteto Hispania, que liderabas el gran violinista Telmo Vela y del que Franco formaba parte como pianista y con el que viajó por toda España e Hispanoamérica.

Como director de orquesta hizo su presentación internacional en una gira por Buenos Aires y otras ciudades argentinas, principalmente en el terreno de la zarzuela. Dirigió orquestas europeas de primer rango como la orquesta de Radio France, o la de la radio de Berlín. Además de otras orquestas nacionales al frente de las que estuvo, fue director titular de la Orquesta Sinfónica de Madrid entre 1951 y 1958.

Impulsor de infinitas iniciativas culturales en la España de la época, ejerció una impagable tarea como profesor de piano, órgano y composición en el Colegio Nacional de Ciegos, gracias a la cual decenas de invidentes españoles pudieron ejercer la profesión con una solidísima preparación.

Desde poco antes de la guerra fue profesor del Conservatorio Superior de Madrid. Ejerció la crítica musical en diversos medios, especialmente en el diario Ya. Dato muy relevante en su biografía humana y artística fue el de su matrimonio con la editora e intelectual Consuelo Gil Roesset.

NdeP

 

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