En el marco del XXX Festival Internacional en el Camino de Santiago que organiza la Diputación Provincial de Huesca (DPH), la noche del pasado miércoles tuvo lugar otra de sus esperadas citas. En el ábside de la Iglesia de Santa María de Santa Cruz de la Serós, rodeado de naturaleza se celebró el directo teatralizado Las Rutas de la Seda: China, que contó con la interpretación de Juan Carlos Jiménez Betrán y Blanca Sánchez, del Centro de Producción Teatral Viridiana, acompañados de la formación musical Seda y Bambú.
A este gran conjunto de escena y sonido se unió un elemento gráfico que llenó de luz, color y emoción la fachada de la Iglesia. Al acontecer de la obra le iban acompañando la proyección mapping de elementos y dibujos chinos, que incorporaban magia y nuevas claves a la historia. Una actuación tremendamente completa y estupendamente soldada, que hizo que el público asistente se incorporara de lleno en Historia china y, en especial, a tradiciones como la fabricación de la seda.
XXX Festival Internacional en el Camino de Santiago
Las Rutas de la Seda
Gracias a esta atractiva propuesta, fue una gran suerte poder escuchar un concierto de música china en directo —algo que no acostumbra ser fácil en España—, así como de conocer de primera mano instrumentos como el guzheng, el erhu, el xun o el morin khuur.
La formación Seda y Bambú tuvo la oportunidad “de vivir varios años en China y estudiar su música y su técnica instrumental, por lo que la visión que planteamos del repertorio está cimentada sobre un conocimiento sólido”, un profundo interés que nace del respeto a toda esta vasta música que interpretan.
De la pasada noche, lo más destacable del repertorio fue, sin duda, su belleza y variedad. La antiquísima historia de China crea un gran abanico de opciones, una gran riqueza que ayuda a Seda y Bambú a elaborar la gran diversidad de registros, que también se pudieron disfrutar en Santa Cruz de la Serós.
El directo de la Iglesia de Santa María incluyó algunas piezas del famoso Manual de los Misterios Maravillosos, que data del siglo XV. En la antigüedad de la música china, no implicaba registrar el nombre de los compositores, pero sí el nombre de autores de poemas —en el caso de música vocal—, llegando a tener más tratados o compilaciones musicales que nombres de creadores.
Al detenernos en el Camino de Santiago, los participantes Las Rutas de la Seda resaltan la importancia de los grandes viajes en el mundo antiguo como uno de los ejes de su trabajo, y ponen en alza el valor de la peregrinación y sus caminantes: “El valor de estas personas que dejaban su casa sin saber qué les esperaba en el camino sin posibilidad de mantener la comunicación con sus seres queridos, hasta un regreso que no se sabía cuándo o cómo sería. Su legado es algo que nunca se resaltará bastante”.
Además, Seda y Bambú son positivos ante la situación de la música antigua: “Hace tiempo que se dejó atrás la concepción de que la antigua era cosa de una minoría de excéntricos; el gran público ha descubierto la belleza de esta música, lo fácil que es escucharla y disfrutarla. La música antigua tiene mucho que decir”. Y en especial apuntan el trabajo de musicólogos por la recuperación y divulgación de un patrimonio en muchos casos olvidado.
A principios de este 2021, Seda y Bambú grabó un disco para el sello IBS Classical, El Clave del Emperador: tras el legado de Diego de Pantoja, en torno a las relaciones diplomáticas y musicales entre China y Europa.
Este volumen se ha llevado a cabo por dos agrupaciones, Todos los Tonos y Ayres (Seda y Bambú) —creadores del proyecto— y la agrupación de música antigua europea Íliber Ensemble. El resultado se verá editado tras el verano, en septiembre. Otra oportunidad de seguir disfrutando de este gran talento de investigación y rescate sonoro.
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