Publicado en TLM
La 100ª edición del Festival de Salzburgo ha llegado a su fin tras 30 días de funciones de conciertos, ópera y teatro, con un balance de 76.500 espectadores en sus 110 representaciones y unos ingresos de 8,7 millones de euros.
Mientras otros importantes festivales como el de Bayreuth se cancelaban o se celebraban sin público presencial, Salzburgo ha aplicado un riguroso plan de prevención e higiene para garantizar la seguridad del público, los empleados y los artistas frente al coronavirus.
Según se ha explicado desde la organización: «Este año teníamos claro desde el principio que también tendríamos que medir nuestro éxito en particular, sobre si nuestro concepto de seguridad funcionaba. Podemos afirmar que de los 1.400 participantes en el período de preparación, ensayo y actuaciones que han abarcado dos meses, sólo un empleado se contagió a principios de julio, y no se reportó ni un solo caso entre los 76.500 visitantes».
La presidenta del Festival, Helga Rabl-Stadler, ha declarado: «El hecho de que el Festival de Salzburgo pudiera tener lugar en 2020 fue el mejor regalo de aniversario para nosotros. Se nos permitió dar un ejemplo del poder del arte en tiempos de impotencia y pudimos revivir la idea fundacional de la manera más sensata«.
La organización del certamen apuntó: «Hemos sido fieles a la máxima que nos guió en todas nuestras decisiones, festivales que tienen sentido en cuanto a contenido y son económicamente viables, pero en los que la salud de todos los implicados tiene prioridad.
Aunque con la programación reducida y con las actuaciones fuera de la ciudad sustituidas por proyecciones cinematográficas gratuitas, el festival ha resultado ser todo un éxito. «Salzburgo es prueba de que incluso durante la pandemia más grave del mundo en 100 años, se pueden realizar con éxito grandes eventos culturales«, ha declarado a la prensa el Ministerio de Salud de Austria.
