El mejor flamenco vuelve al Auditorio con "Andalucía Flamenca"

Los territorios flamencos

Viernes 27 de octubre dará comienzo, el ciclo «Andalucía Flamenca» en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música de Madrid, serie musical coproducida por el Centro Nacional de Difusión Musical y el Instituto Andaluz del Flamenco (perteneciente a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía) que presentará un total de 9 conciertos hasta el 25 de mayo de 2018. Los encargados de inaugurarlo serán dos representantes del flamenco jerezano: Luis «El Zambo» y Pedro «El Granaíno» y tras ellos pisarán también la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música figuras del cante como José y Gabriel de La Tomasa (24 de noviembre), Tomasa Guerrero «La Macanita» junto a Ezequiel Benítez (15 de diciembre), Alba Molina presentando su disco dedicado a sus padres, Lole y Manuel (26 de enero), Carmen de la Jara, María Terremoto y Anabel Valencia (23 de febrero), Manuel Lombo (23 de marzo), La Tremendita junto a Gema Caballero y Rocío Segura (13 de abril) y Duquende con Chicuelo (25 de mayo). El broche al ciclo lo pondrá el concierto en la Sala Sinfónica, el 4 de mayo, de Rocío Márquez con la guitarra de Miguel Ángel Cortés y artistas invitados por confirmar.

El ciclo ‘Andalucía Flamenca’ nació en 2008 buscando consolidar este género en la capital, objetivo que ha conseguido al brindar muchas satisfacciones y momentos especiales, convirtiéndose entre el público madrileño como una oferta flamenca de calidad que se ve, año tras año, refrendada por el cartel de “no hay billetes”, como en la temporada que nos ocupa, que comienza con todas las localidades vendidas para los 8 conciertos en la Sala de Cámara pero con entradas todavía a la venta para el concierto extraordinario de Rocío Márquez el 5 de mayo (de 12€ a 30€). En estos años han pasado por este ciclo un total de 59 artistas, con más de cuarenta mil espectadores en las 50 actuaciones celebradas desde la creación de la coproducción con el CNDM en 2011.

El Instituto Andaluz del Flamenco trabaja por la promoción y protección del arte jondo, actividad que desempeña desde su creación en 2005, y que ha auspiciado su declaración como Patrimonio de la Humanidad en 2010. Su objetivos son muy precisos: impulsar y coordinar la acciones relacionadas con el flamenco; su recuperación, investigación y conocimiento riguroso; su expansión y proyección como arte y como industria cultural y, por último, su aprovechamiento como recurso turístico y educativo. En este tiempo, el instituto dependiente de la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía ha encontrado una serie de aliados para la promoción del flamenco como el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), con quien mantiene su apuesta para la presente temporada con una nueva programación jonda con la que llenar de sonidos y colores flamencos uno de los espacios emblemáticos de la escena madrileña.

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Dos tradiciones, dos generaciones

Dos tradiciones, dos generaciones del cante gitano: a Luis Fernández Soto ‘Luis El Zambo’, nacido en el jerezano barrio de Santiago en 1949, y a Pedro Heredia Reyes ‘Pedro el Granaíno’, nacido en Granada en 1973 les une una muy temprana inclinación por el cante. Según José María Velázquez-Gaztelu: «Luis Fernández Soto, Luis “El Zambo” es uno de los ejemplos del genuino cante que se ha cultivado desde tiempo inmemorial en el jerezano barrio de Santiago, que es distinto al de otros lugares, tanto en los diseños melódicos como en la movilidad rítmica.

No es un discurso de tercios largos y de extensos párrafos, donde la voz pueda complacerse o pueda gustarse a través de argumentaciones preciosistas. Lo tradicional en ese reducto musical de Jerez son las formas de expresión entrecortadas, incisivas, determinantes, generando fórmulas sonoras, que en el transcurso de los años han conservado su acento, y en las que los profundos impactos emocionales y las particularidades tímbricas tienen una singular importancia. «Siempre he cantado, aunque en privado y para los míos», afirma Luis, que de inmediato se convirtió en un modelo para artistas flamencos de otras generaciones, como Tomatito, Miguel Poveda o Moraíto, que solicitaron su colaboración en grabaciones que después resultaron un éxito.

Pedro “El Granaíno” comenzó su carrera profesional después de haber cumplido los treinta años, pero su trayectoria ha sido meteórica, dando los pasos necesarios para dotarse de una profunda formación. Primero, cantando para el baile de Farruquito, lo que le dio la oportunidad de aprender a manejar los espacios escénicos y, por medio de esa difícil disciplina, conocer las claves rítmicas y estructurales de los diferentes estilos. Y segundo, estudiando en profundidad los documentos sonoros de antiguos maestros, desde Tomás Pavón a La Niña de los Peines o desde don Antonio Chacón a Juan Mojama, sin descartar referencias más cercanas, como Chocolate, Camarón o Morente. Pedro es uno de los más destacados cantaores de su promoción, con voz grandiosa y brillante, sólido repertorio y capacidad de transmisión». Luis y Pedro estarán acompañados por los guitarristas Miguel Salado y Antonio Patrocinio y las palmas de El Ripoll de Jerez y El Pola.

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Palabras de la directora del Instituto Andaluz del Flamenco

El ciclo Andalucía Flamenca vuelve un año más a celebrar una cita con el público madrileño. Podríamos decir que este ciclo va acrisolando, año tras año, una historia plagada de buenos momentos flamencos que goza de una enorme aceptación por el público. No en vano, Madrid siempre ha contado con una sólida tradición flamenca, gestada a lo largo del pasado siglo y que en la actualidad cuenta con una numerosa familia de aficionados y aficionadas a este arte, Patrimonio de la Humanidad, símbolo identitario de Andalucía, que nos representa dentro y fuera de nuestras fronteras.

Año tras año, el ciclo regresa a este templo de la música gracias al trabajo conjunto mantenido por el Instituto Andaluz del Flamenco y el Centro Nacional de Difusión Musical. Esta colaboración mutua se prolonga desde hace ocho años, cuando, en 2008, las maderas de este escenario recibieron a artistas de primera línea. Han pasado muchos años y se han vivido momentos intensos, muy especiales, en este Auditorio Nacional de Música. Algunos los recordamos con especial cariño, con ese sentimiento con el que se revive en la memoria a aquellos que ya no están. Pero todos siguen estando presentes en nuestra memoria, como testimonio único y vivo de un arte y de sus principios auténticos depositarios de esa sabiduría ancestral que, con el tiempo, dio luz al flamenco. Por eso este arte, aunque vivo y en constante evolución, cuenta con unas raíces sólidas, firmes, que se hunden en nuestra tierra y que sustentan las bases a partir de las cuales cada artista, tras hacerlas suyas, lo expresa con su propio lenguaje, con su especial forma de entender, de sentir y de vivir el flamenco en la sociedad actual.

Todo ello se muestra en Andalucía Flamenca, un ciclo entre la tradición y la vanguardia, que sabe bucear entre la ortodoxia y las propuestas más vanguardistas, que aúna tradiciones flamencas de todos los territorios presentes en ese mapa artístico conformado por los lugares donde el flamenco encontró su razón de ser.

Este año ofrecemos al público de Madrid una magnífica muestra de estas premisas. Desde las dos tradiciones, dos generaciones del cante gitano representadas en el jerezano Luis Fernández Soto ‘Luis El Zambo’ y Pedro Heredia Reyes ‘Pedro el Granaíno’, hasta las altas cotas de calidad y complicidad del dúo formado por Duquende y Chicuelo. Entre ellos, la herencia de una gran familia cantaora que José de la Tomasa, descendiente de los míticos Manuel y Pepe Torre, hijo de la Tomasa y Pies Plomo, y defensor a ultranza de la pureza del cante, ha transmitido a su hijo Gabriel de la Tomasa, joven pero no por eso menos conocedor de la jondura flamenca. O la tradición antropológica, social y cultural de la zambomba jerezana, declarada Bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y que en este programa está representada por grandes nombres del arte jerezano. O la defensa de Alba Molina de su estirpe, la guitarra de los Molina y el cante y el baile de los Montoya, que ella interpreta de una forma plena en su homenaje a sus padres, Lole y Manuel.

Y destacable es el emblema, santo y seña de los cantes de Cádiz, Jerez y Lebrija representados en Carmen de la Jara, María Terremoto y Anabel Valencia, ganadora con 16 años del Giraldillo Revelación de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Le seguirá Manuel Lombo, forjado en la Fundación Cristina Heeren bajo la dirección de Naranjito de Triana y José de la Tomasa y que ha obtenido numerosos premios por su versatilidad y dominio de la escena. Y tras él las voces de Rocío Segura, Gema Caballero y Rosario la Tremendita; Almería, Granada y Sevilla representadas en un recorrido muy especial con diferentes maneras de sentir y transmitir el cante.

Toda Andalucía, todo su saber y su historia, se encuentran por tanto representadas en esta nueva edición de Andalucía Flamenca. Sólo me queda desearles que disfruten de este programa y que añadan nuevos y gratos recuerdos a su bagaje flamenco.

María de los Ángeles Carrasco Hidalgo
Directora del Instituto Andaluz del Flamenco